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Créditos: Agencia Uno
La Comisión Mixta de salud es la encargada de resolver las discrepancias respecto a la ley corta de Isapres que pretende darle cumplimiento al fallo de la Corte Suprema. Ayer negociaron a puertas cerradas con el Ejecutivo por más e 8 horas, pero Javier Macaya insiste con bajar el monto de la deuda.
Primero fue la mutualización y después la fórmula FEN. Estos eran los mecanismos que ofrecía la oposición para reducir el monto de la deuda de las Isapres con sus afiliados. Sin embargo, el Ejecutivo se negó a eso e insistió que se debía pagar lo que la Superintendencia de Salud calculó: más de 1.500 millones de dólares. Hoy, que se esperaba un acuerdo para tener una votación expedita, la oposición nuevamente buscó una fórmula para bajar el monto a un poco más e 1.200 millones de dólares.
Ayer, los parlamentarios estuvieron casi nueve horas negociando a puertas cerradas la Ley Corta de Isapres. Entre los temas polémicos, la modalidad de pago, el tiempo de pago y el monto de la deuda. A eso de las 18 horas, el senador y presidente de la comisión, Javier Macaya (UDI) agendó para hoy martes a las 10:30 la sesión que votaría las nuevas indicaciones del Ejecutivo y venía con un respaldo de confianza.
Al salir de la sesión los miembros de la comisión advertían un entendimiento entre las partes. Ajustes, detalles, pequeñas modificaciones hacían falta para que se llegara a un acuerdo. Sin embargo, hoy reflotó el nudo más polémico, el monto de la deuda, cosa que el Ejecutivo no estaba dispuesto a tranzar.
Voces al interior de la Comisión sostienen que Macaya insistió en el tema, aún cuando el Gobierno había extendido por 3 años el plazo de pago -de 10 años a 13 años para cumplir con lo adeudado-. Pero eso no fue suficiente para el presidente de la UDI, quien recién en abril entró a integrar la Comisión de Salud del senado que hoy preside.
Estas mismas voces comentan que Macaya solicitó recalcular la deuda con solo sea con contratos administrados. Esta fórmula reduce en un cuarto el cálculo hecho por la Superintendencia de Salud, de más de 1.500 millones de dólares a más de 1.200 millones de dólares. Su ofrecimiento no resultó y con ello, comentan, se empezó a dinamitar lo acordado.
Mientras transcurre la reunión hay preocupación, pues advierten parlamentarios que el acuerdo pende de un hilo por la insistencia de Macaya. A eso de las 18 horas, incluso, aseguraron que era el único que mantenía esta postura, pues los otros congresistas se allanaron a la propuesta del oficialismo de habilitar la modificación del ICSA durante 3 años.
