Ministro de Salud afirmó que siguen abogando porque el plan AUGE funcione con un solo Fondo de Compensación Solidario, pero reconoció que se "evalúan" otras posibilidades, entre las que se cuenta la creación temporal de dos fondos que luego se fusionarán.
El ministro de Salud, Pedro García, defendió hoy la concepción actual del Fondo de Compensación Solidario del plan de Acceso Universal de Garantías Explícitas (AUGE). Su defensa de este modelo, sin embargo, no fue tajante.
García destacó que "el objetivo y el deseo" del Gobierno es que se mantenga un único fondo que extraiga una fracción de las cotizaciones de los afiliados a isapres y Fonasa, para luego repartirla entre la población que, estadísticamente, es más vulnerable para el sistema de salud. Vale decir, mujeres en edad fértil, adultos mayores de 65 años y niños menores de 5 años.
Pese a asegurar que la propuesta del Gobierno otorga "mayor solidaridad y equidad" a la población, García reconoció que se "evalúan" también otras posibilidades, entre las que cabría la propuesta realizada ayer por el director del programa social del Instituto Libertad y Desarrollo, Rodrigo Castro.
Éste planteó, en una conferencia de prensa realizada ayer por la mañana, que han consensuado con los equipos técnicos del Ministerio de Hacienda "la creación de dos fondos, uno para las isapres y otro para el Fonasa, que permitan establecer una prima universal para los afiliados a cada sistema".
En la oportunidad, Castro precisó que este fondo doble podría funcionar durante un lapso de 10 años, al cabo de los cuales ambos se fusionarían, manteniendo, eso sí, la portabilidad de subsidio como condición de la unión.
La explicación de la moderación de las palabras de García y de la atención que presta a la iniciativa de Libertad y Desarrollo, son que este centro de estudio ligado a la Alianza por Chile recoge los cuestionamientos de la Asociación de Isapres y de los senadores de la Comisión de Salud de la Cámara Alta Evelyn Matthei (UDI) y Alberto Espina (RN), en torno a que sería inconstitucional utilizar parte de la cotización de una persona para fines no individuales. Incluso si es para un fondo denominado solidario.
Por ello los parlamentarios de derecha presentaron una reserva de constitucionalidad hace unas semanas, tras lo cual han mantenido su amenaza de impugnar en el Tribunal Constitucional la manera en que el Gobierno quiere implementar el Fondo de Compensación.
La declaración de inconstitucionalidad del AUGE sería, virtualmente, el fin del plan, lo que explicaría la buena disposición de García para escuchar opiniones que antes eran rechazadas de plano por la autoridad, por considerarlas no solidarias. Esto, pese a que insistió en que estaba "convencido que el Fondo tiene sustento constitucional".
Sobre la imposibilidad de que el plan AUGE llegue a funcionar sin un Fondo de Compensación, García se mostró cauto pero sostuvo, un tanto nervioso, que lo único irreparable era la muerte.
García se refirió al Fondo de Compensación tras firmar con el embajador de Estados Unidos, William Brownfiel, un acuerdo de donación para asistencia técnica al desarrollo de proyectos sectoriales, que se deberá materializar a través de la U.S. Trade and Development, Agency.
Esta iniciativa significa un aporte de US$ 310.840 para financiar el costo de los bienes y servicios requeridos para realizar una Asistencia Técnica para los proyectos de renovación de hospitales en Santiago (complejo hospitalario Salvador Infante) y Concepción (Hospital Guillermo Grant Benavente).
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