Miguel Bejide Catrileo, hombre ligado a la UDI empresarial
Como ex gerente de La Nación en tiempos de Pinochet, logró que el fisco retomara el control de la empresa periodística usando un testaferro. Fue diplomático en España y al regreso ayudó a Joaquín Lavín a diseñar el modelo de la Universidad del Desarrollo. Es un gremialista duro que se dedica a ordenar empresas antes de venderlas y también el único de origen mapuche en la conspicua Cofradía Náutica del Pacifico, fundada por Agustín Edwards.
El Sernac y el Ministerio de Educación celebraron el nombramiento de Miguel Bejide por el Segundo Juzgado Civil de Viña del Mar como interventor de la Universidad del Mar. El ingeniero comercial de la PUCV fue presentado en una conferencia de prensa el martes, como el experto a cargo de supervisar y ordenar todos los movimientos financieros de la cuestionada institución.
“Espero, de acuerdo a mis competencias profesionales, poder colaborar al máximo en el proceso de cierre ordenado de la U. del Mar”, dijo el interventor, que permanecerá en su cargo hasta que lo decida la justicia.
Bejide, desde su empresa Capital Partners en el piso 8 de una torre en la calle El Regidor del barrio El Golf, se dedica a asesorar fusiones y ventas de empresas, como Farmacias Ahumada donde Bejide era director antes de la venta a una compañía mexicana; la reestructuración de sus deudas, como fue el caso de La Polar, donde su socio en este negocio, Alberto Marraccini, estuvo en el directorio que rescató la multitienda.
“En el Servicio de Impuestos Internos es bastante conocido como una persona que habitualmente negocia deudas tributarias a nombre de sus clientes”, afirma una fuente del ámbito tributario.
Bejide tiene experiencia en operaciones financieras complejas. En 1981 fue nombrado gerente general de La Nación. La empresa en ese momento se manejaba sin ningún rigor: durante casi diez años no se hizo junta de accionistas y los balances prácticamente no existían.
[cita]Fuentes consultadas para esta nota afirman que Bejide asesoró a Lavín y sus socios, Cristián Larroulet y Ernesto Silva, en la formación de la Universidad del Desarrollo (UDD). “Bejide les ayudó a armar el negocio y lo hizo muy bien, desde ahí es muy cercano a los dueños del Grupo Penta”, cuenta un testigo de la época en que la universidad se formó en Concepción en 1989.[/cita]
Según reveló Alejandra Matus, en un reportaje de 2009, Bejide fue nombrado para normalizar la administración de La Nación. Para hacerlo, necesitaba quitarle quórum en el directorio a la sucesión del accionista preferente, Eliet Harud, que se oponía.
Además, los estatutos de la compañía no permitían que el fisco comprara más acciones.
Con este escenario la idea de Bejide fue conseguir un testaferro o “palo blanco” que comprara acciones preferentes y así el directorio aprobara los balances para que la empresa siguiera adelante.
Lo hizo y el escogido fue un abogado de la Secretaría General de Gobierno del régimen militar, Cristián García Huidobro. Bejide lo conocía porque su trabajo anterior había sido estar a cargo de las finanzas en la Dirección Nacional de Comunicación Social (DINACOS), que dependía de ese ministerio.
Así, el Estado volvió a tener el control de La Nación, el que mantendría hasta 1990.
Para esa época Miguel Bejide seguía ligado al grupo más duro de la UDI, especialmente a Joaquín Lavín. Bejide es el padrino de uno de los hijos del actual ministro de Desarrollo Social. Fuentes consultadas para esta nota afirman que Bejide asesoró a Lavín y sus socios Cristián Larroulet y Ernesto Silva en la formación de la Universidad del Desarrollo (UDD). “Bejide les ayudó a armar el negocio y lo hizo muy bien, desde ahí es muy cercano a los dueños del Grupo Penta”, cuenta un testigo de la época en que la Universidad se formó en Concepción en 1989.
El modelo de funcionamiento financiero de la UDD fue altamente cuestionado por posible lucro cuando Joaquín Lavín era ministro. Presionado por un evidente conflicto de interés, Lavín dejó el cargo en 2011 en medio de las movilizaciones estudiantiles.
Después de estar en las gerencias de La Nación y TVN, Bejide fue enviado a España como consejero comercial del régimen militar. Allí estuvo hasta fines de los 80 cuando el embajador era el escritor Enrique Campos Menéndez. Un funcionario de la embajada de esa época recuerda que “habitualmente se reunía de manera informal con Blas Piñar que era el nexo con los empresarios de la derecha española”, afirma refiriéndose al político franquista.
De regreso, Miguel Bejide siguió ligado a la “UDI empresarial” como lo define un político que lo conoce hace años. Cuando Lavín compró acciones del club Santiago Wanderers, Bejide lo acompañó en el directorio. Aunque es recordado por la desafortunada frase: “no me importa que Wanderers descienda” en 2009. También colaboró en el programa de gobierno de Lavín en 2006 y actualmente es presidente de la fundación Miguel Kast.
En el Estado Bejide ha integrado los directorios de la Zona Franca de Iquique y del Puerto de San Vicente, donde permanece hasta ahora.
En otro ámbito, Miguel Bejide Catrileo debe ser el único integrante de origen directamente mapuche en la Cofradía Náutica del Pacífico, el grupo de conspicuos veleristas fundado por Agustín Edwards y el ex canciller Hernán Cubillos, donde Bejide es el tesorero. Además es reservista de la Armada desde 1996 y fue director del Club Unión El Golf.
