Ministra Delpiano los desechó
A través de un documento de seis páginas entregado a la propia titular del Mineduc y luego, por medio de una carta, los senadores Ignacio Walker, Andrés Zaldívar y el ex secretario de Estado, José Pablo Arellano, explican que el camino del gobierno no era el «mecanismo legal» y alertan de los riegos de llevar a cabo una modificación como la planteada cuando se está en proceso de postulación y matrículas.
Dos senadores de la Democracia Cristiana, Ignacio Walker y Andrés Zaldívar, junto al ex ministro de Educación, José Pablo Arellano, le hicieron llegar a la titular del Mieduc, Adriana Delpiano, un documento en el que advertían que legislar la gratuidad de la educación superior a través de una glosa presupuestaria no era la alternativa correcta y que sería rechazada en el Tribunal Constitucional.
En el documento, según consigna El Mercurio, los miembros de la falange también le indicaban los riesgos de realizar un cambio eran muy altos cuando el proceso de postulación y matrículas ya están en marcha, proponiendo un aumento en las becas en la educación superior para mejorar el punto.
Los senadores y el ex ministro Arellano se reunieron el pasado 21 de septiembre con la ministra Delpiano y le entregaron un documento de seis páginas que tenía como título «Financiamiento a la Educación Superior para 2016. Cómo seguir avanzando”.
En este, los políticos proponían que la gratuidad en la educación superior se realizara a través del ofrecimiento de más becas.
Posteriormente, el 20 de octubre, le hicieron llegar una carta a la secretaria de Estado bajo el título de “Los riesgos de la improvisación en la Educación Superior”, en la que plantean lo arriesgado que era para el gobierno legislar sobre la gratuidad de la educación superior a través de una glosa de Ley de Presupuestos, lo cual finalizó en el TC.
En la misiva, los DC señalan que “varias voces han alertado sobre los riesgos y la inconveniencia de hacer cambios al sistema de financiamiento de la educación superior a través de la Ley de Presupuestos. El Ministerio de Educación desestimó esas advertencias y el proyecto de presupuestos propone cambiar significativamente la forma de financiar la educación superior”.
Además, destacaron la idea planteada en el primer documento que entregaron a Delpiano, mencionando que “se han hecho anuncios de cambios de paradigma y de una redefinición del sistema de financiamiento de la educación superior a través de la Ley de Presupuestos del 2016. Ese no es el mecanismo legal para tales cambios. La Ley de Presupuestos tiene una tramitación expresa que no permite tales cambios institucionales”.
Los tres políticos oficialistas también incluyeron una simulación que sugiere cuatro opciones que permitirían entregar más becas en 2016.
La primera de los planteamientos apunta a poder beneficiar a 282.000 alumnos, invirtiendo para esto 170 mil millones de pesos.
El documento también muestra los posibles obstáculos que podría implicar el hecho de basarse en la glosa presupuestaria, indicando que “en esos mismos días, los estudiantes estarán rindiendo la PSU (29 de noviembre al 1 de diciembre), tendrán que postular y luego matricularse a partir del 27 de diciembre. ¿Cómo lo harán? ¿Cómo se les podría informar de los resultados de un proceso de evaluación socioeconómica si ni siquiera el reglamento para tal evaluación estaría publicado a esa fecha? Es fácil imaginar la enorme incertidumbre que este nuevo proceso, distinto al conocido y probado hace años, que rige para las actuales becas y créditos, va a generar entre los miles de estudiantes que recién ingresan a la educación superior”.
Desde ese punto de vista, Walker, Zaldívar y Arellano advierten que el mecanismo que pretende utilizar el gobierno “distorsiona los criterios de mérito académico que han caracterizado a nuestro sistema de educación superior. Para acceder a la gratuidad no se exige requisito académico, más allá de tener admisión a la IES, que en algunas instituciones se limita a la prueba rendida. En el caso de las becas y créditos siempre han existido requisitos académicos para obtener esos beneficios”.
