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El final de la caída del cura favorito de la élite, John O`Reilly PAÍS

El final de la caída del cura favorito de la élite, John O`Reilly

Alejandra Carmona López
Por : Alejandra Carmona López Co-autora del libro “El negocio del agua. Cómo Chile se convirtió en tierra seca”. Docente de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile
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Este lunes el abogado canónico del religioso, Raúl Hasbún, debe entregar un informe final que acompañará al expediente hasta la Congregación para la Doctrina de la Fe, en Roma. Es uno de los últimos documentos importantes para que el caso sea revisado en el Vaticano, donde decidirán el futuro del sacerdote de los Legionarios de Cristo. Según fuentes que conocen el caso, es imposible que O’Reilly corra una suerte distinta a Precht o Karadima, quienes fueron expulsados del sacerdocio. Además, después de la decisión, la congregación sería intervenida.


Aunque durante los dos últimos años la matrícula de estudiantes en los niveles Preescolar y Bambolino –estudiantes que tienen 2 años al momento de postular al establecimiento– ha logrado afirmarse, la disminución de alumnos en el colegio Cumbres ha sido sostenida desde 2014. Al tradicional colegio de los Legionarios de Cristo lo golpeó la historia de abusos de su fundador, Marcial Maciel, pero también la condena en contra de una de sus figuras principales en Chile, el sacerdote John O’Reilly, quien fue condenado por la justicia civil en noviembre de 2014 por abusos reiterados en contra de una menor.

El establecimiento y la congregación batallan por dejar atrás ese episodio, sin embargo, de las 6 torres con las que contaba el colegio, este año clausuraron una para una mejor “operación”, según explicaron las autoridades en ese momento a los funcionarios. Sin embargo, al interior del establecimiento es un secreto a voces que ese edificio vacío es una consecuencia del «caso O’Reilly». Desde el 2014 a la fecha, la matrícula ha caído en 400 alumnos –detallan algunos funcionarios–, lo que significa 2 mil millones menos en recaudación.

A pesar de la merma en el número de estudiantes, el impacto sobre uno de los colegios favoritos de la élite confesional en Chile está lejos aún de leerse en su real dimensión, sobre todo porque todavía no se enfrentan al golpe final: la salida definitiva del sacerdote de Chile y la casi segura condena de Roma.

[cita tipo=»destaque»]En ese contexto de vínculos, O’Reilly se convirtió en un hombre poderoso. También lo fue haciendo crecer su rol de recaudador de la congregación en Chile, por lo que debió codearse con clanes omnipresentes, como los Matte, donde su principal fortaleza fue el férreo lazo que construyó con la esposa de Eliodoro, Pilar Capdevilla. Los Matte ayudaron a financiar la defensa de dos religiosos acusados de abusos: O’Reilly y Karadima, han contado con el mismo estudio de abogados y el apoyo de los dueños de la CMPC, el estudio del penalista Luis Ortiz Quiroga. Ahora, quien lleva adelante la defensa del legionario es Cristián Muga, socio de Puga Ortiz. Tanto la defensa de O’Reilly como la congregación fueron contactadas para esta nota, sin embargo, no se refirieron al sacerdote.[/cita]

Una sanción imparable

Este lunes 22 de octubre, el sacerdote Raúl Hasbún debe entregar el último documento que faltaba para que el expediente de John O’Reilly llegue en su totalidad a Roma. Hasbún, quien ha sido el defensor canónico del sacerdote, debió preparar su informe de descargos después que el vicario judicial Jaime Ortiz de Lazcano terminara el proceso de investigación.

Fuentes de la Iglesia señalan que, aunque la última palabra se tomará en Roma, esta se hará pública mucho antes de que termine la sanción judicial del sacerdote irlandés, que cumplirá 4 años de libertad vigilada en diciembre de este año, cuando ponga punto final a su estancia en la casa de la legión en la comuna de Las Condes.

Si hasta hace unos meses al interior de la institución había incertidumbre acerca del tenor de las acciones que llevaría adelante el Papa, ya no hay dudas de que esa expulsión primera de Cristián Precht fue solo el inicio de un camino que terminará con varios obispos y religiosos fuera del sacerdocio. “Lo de O’Reilly no debería ser una excepción”, comenta una fuente de la institución que también señala a El Mostrador que el caso es conocido en el Vaticano y ha sido seguido con interés.

Es conocida también la rudeza de Ortiz de Lazcano, quien antes investigó el caso de Precht y fue el primero en recomendar una sanción de por vida para el ex vicario de la Solidaridad, quien escapó de esa sugerencia después de que el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, rebajara la pena a solo 5 años.

La defensa de O’Reilly ha luchado para que el irlandés se quede en Chile cuando la condena termine. Después de su sentencia en 2018, el Senado revocó la nacionalidad por gracia con la que contaba y la Subsecretaría del Interior emitió un decreto para que, una vez cumplidos los 4 años de sentencia, abandone Chile. Pese a que la defensa del religioso apeló al decreto, el plan de su expulsión siguió inalterable.

Antes de que la matrícula cayera en desgracia después de los abusos cometidos por Maciel –que fueron conocidos casi a fines de los 90–, el colegio fue siempre la opción de la élite, desde que se formó como el primer colegio de la legión en Chile, en 1986.

Tal como lo contaba una nota de El Mostrador hace un par de años, parte de la cúpula histórica de la UDI, como Andrés Chadwick, Pablo Longueira, Juan Antonio Coloma, Cristián Larroulet y Marcela Cubillos, matriculó allí a sus hijos. Lo mismo hicieron numerosos empresarios, como Juan José Cueto, socio de Lan; Jorge Andrés Saieh, presidente de CorpBanca y Copesa; Gabriel Ruiz-Tagle, ex dueño de Pisa y ex subsecretario de Deportes, o Fernando Barros, director de Socovesa, Oxiquim, la administradora de fondos LarrainVial.

En ese contexto de vínculos, O’Reilly se convirtió en un hombre poderoso. También lo fue haciendo crecer su rol de recaudador de la congregación en Chile, por lo que debió codearse con clanes omnipresentes, como los Matte, donde su principal fortaleza fue el férreo lazo que construyó con la esposa de Eliodoro, Pilar Capdevilla. Los Matte ayudaron a financiar la defensa de dos religiosos acusados de abusos: O’Reilly y Karadima, han contado con el mismo estudio de abogados y el apoyo de los dueños de la CMPC, el estudio del penalista Luis Ortiz Quiroga. Ahora, quien lleva adelante la defensa del legionario es Cristián Muga, socio de Puga Ortiz. Tanto la defensa de O’Reilly como la congregación fueron contactadas para esta nota, sin embargo, no se refirieron al sacerdote.

El temor

Aunque en el entorno de O’Reilly han difundido que al sacerdote le da lo mismo salir del país y la Congregación lo prefiere fuera de Chile, para ayudar a descomprimir el peso de los dos casos emblemáticos que llevan sobre los hombros, algunos entre quienes siguen la causa de cerca aseguran que el sacerdote no quiere irse de Chile.

Todavía cuenta con apoyo entre los apoderados del Cumbres, a pesar de que muchos de ellos han vivido amedrentamientos. Un apoderado cuenta que todo empezó después que se confirmó el decreto de expulsión. “Muchos sabemos que los testigos han enfrentado cartas anónimas, cartas firmadas, llamadas telefónicas, todo eso se ha transformado en violencia sicológica”, comenta un apoderado que prefiere mantener en reserva su nombre.

“El nivel de manga ancha con que ha actuado la congregación, hace que sea muy posible que el Vaticano intervenga a los legionarios después que él (O’Reilly) cumpla sentencia”, comenta una fuente de la Iglesia.

Lo más probable es que la congregación tenga que observar la imagen de O’Reilly dejando atrás Chile sin nacionalidad y sin sotana, aunque la escena explote en medio de la élite criolla que ha hecho lobby por el sacerdote desde que comenzó la causa.

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