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Créditos: Agencia Uno
El fracaso en el tema de los tribunales militares, el traspié en la Cámara con la censura a la Mesa y la batalla por Santiago, son algunos de los ejemplos que muestran a una oposición que está acomodándose en este nuevo espectro de partidos del sector que genera errores no forzados.
Mientras las colectividades desde el Partido Comunista hasta la Democracia Cristiana han logrado afianzar un solo bloque en las candidaturas municipales y en el Congreso, en la oposición abunda la desorientación y, con ello, los errores no forzados entre los partidos de derecha.
Al interior del sector reconocen estar atravesando un momento complejo en las derechas. Al preguntar al respecto, hay varias voces que prefieren restarse, pues las declaraciones pueden herir sensibilidades en un contexto que está atravesado por la negociación municipal.
Otros creen que este momento de desorientación responde a un proceso natural de coordinación, pues ahora el abanico de partidos no oficialistas es más amplio, desde Demócratas al Partido Republicano, y eso genera evidentes complejidades. Ahora, el último palo que trataron de pegar fue el intento de reponer las atribuciones de la justicia militar. Sin embargo, advierten voces en la misma oposición, ni siquiera contaron con diputados suficientes para tener los votos para aprobar la indicación.
Luego del plebiscito constitucional del 17 de diciembre del año pasado, en donde se impuso la opción “En Contra”, la ventaja de la que la oposición gozaba comenzó a desdibujarse. En ese momento el Partido Republicano corrió con los costos, pues tenía una amplia mayoría en el Consejo Constitucional. Además, tras la muerte del expresidente Sebastián Piñera hubo un nuevo impulso al liderazgo en Chile Vamos. Sin embargo, este no ha logrado materializarse.
El secretario general de Evópoli, Juan Carlos González, desmiente que la oposición esté transitando por un periodo de desorientación. A El Mostrador declaró que “las aparentes descoordinaciones de la derecha no son tales”.
El diagnóstico de González sobre el tema de la presidencia de la Cámara, en donde la oposición no logró instalar a su candidata y se impuso Karol Cariola (PC), es el siguiente: sostiene que quedó claro que “el Gobierno no tiene límites en pactar con quien sea e intervenir, y que el tribalismo político está haciendo depender importantes decisiones de dos o tres díscolos que obedecen solo a sus agendas personales”.
Sobre la censura fallida, González señala que responde a “la posición legítima de un partido que optó por abstenerse. Es parte de la democracia”.
Sobre el panorama municipal hay que recordar que Chile Vamos logró acordar 200 candidaturas y que aún tiene que negociar con el resto de la oposición. Específicamente sobre los casos de Santiago y Puente Alto, el secretario general de Evópoli opina que “es parte del proceso democrático en que tres partidos negocian y discuten. El oficialismo anunció 86 primarias y al final inscriben 40, pero de eso no sale nada, y se levantan candidatos en Ñuñoa o Valparaíso dentro de un mismo pacto”. Entonces, se pregunta González: “¿Dónde hay descoordinación?”.
El diputado del mismo partido, Jorge Guzmán, tiene otro diagnóstico. “Como oposición tenemos un tremendo desafío, que es volver a ser Gobierno y entregarle crecimiento, desarrollo y futuro al país”. Para eso, afirma que “tenemos que tener vocación de mayoría y convocar a todos aquellos partidos políticos y fuerzas políticas que quieran ser parte de esta fuerza cohesionada. Que le dé una alternativa de futuro al país”.
Para lograr ese objetivo, Guzmán puntualiza que “tenemos que mejorar nuestra coordinación interna, tenemos que encontrar puntos de acuerdo y elegir a la mejor gente para ocupar los mejores cargos”. Ese vendría a ser el principal desafío que tiene la oposición “para en el futuro presentarle una alternativa, insisto, responsable y seria al país”, comenta a El Mostrador.
El principal signo de descoordinación apareció cuando se cayó la candidatura municipal por Santiago de Sebastián Sichel. Según comentan al interior de Chile Vamos, la de Santiago es la madre de todas las batallas. El viernes 26 de abril, en la mañana, el excandidato presidencial era la carta de la derecha tradicional para enfrentar a la actual alcaldesa comunista, Irací Hassler. Sin embargo, ya en la tarde la candidatura se había caído y el nuevo postulante era el también excandidato presidencial y extimonel de Renovación Nacional, Mario Desbordes (RN).
Al interior de Chile Vamos dicho gesto generó versiones contrapuestas. Por un lado, el diputado Guillermo Ramírez (UDI) dijo en “Mesa Central”, de Canal 13, que esa candidatura era la de Renovación Nacional, mas no la de Chile Vamos. Ese mismo día, en “Tolerancia Cero”, el presidente del Senado, José Gracia Ruminot (RN), insistió en que Desbordes sí era el candidato.
Gloría Hutt, en la semana, se cuadró con García Ruminot y declaró que “Mario Desbordes es un buen nombre, es suficientemente transversal como para reflejar el interés del sector”. Si bien reconoció que estos casos son “parte de la dinámica de la negociación actual”, apuntó a Ramírez y dijo que esa era su opinión, pero “no es parte de la directiva (de la UDI), tampoco es jefe de bancada, así que yo respeto mucho su opinión, pero mi impresión es que no está representando oficialmente al partido”.
Durante el transcurso de la semana pasada, Desbordes logró afianzarse como candidato. Sin embargo, aún existen complejidades para posicionar al exministro de Defensa como el único aspirante al sillón edilicio, pues el Partido Social Cristiano sigue insistiendo con la candidatura del abogado Aldo Duque, cuyo nombre, según reveló “Reportajes Tele 13”, integra una lista de abogados que han defendido penalmente a narcotraficantes.
El Mercurio dio a conocer unos mensajes de WhatsApp del histórico UDI Pablo Longueira, dirigidos a varios dirigentes de Chile Vamos, advirtiendo que “si todos los sectores de oposición no son capaces de ponerse de acuerdo en un candidato para derrotar a la comunista Irací Hassler, no creo que ganemos la presidencial 2025”. Una advertencia en uno de los campos de batalla principales.
Puente Alto es otro punto álgido en las municipales, pues es una de las comunas más populosas, y Chile Vamos apuesta a la continuidad de su mandato. Sin embargo, convoca solo a Renovación Nacional. El actual alcalde, Germán Codina, dijo el lunes en La Segunda: “Espero que (los Ossandón) entren en razón”. Esto, ya que el jefe comunal y RN apoyan la candidatura de la exministra vocera del Gobierno de Piñera, Karla Rubilar. Sin embargo, Felipe Ossandón, concejal por la comuna y sobrino del senador Manuel José Ossandón, se restó de enfrentarse en primarias con Rubilar y hasta ahora no se sabe si competirán en la papeleta junto a las dos opciones oficialistas. Dicho sea de paso, Felipe es la carta del senador Ossandón, incluso en desmedro de su hijo.
En la interna de RN trataron de darle un cauce a esta disputa, pero el panorama apunta a que se inscribirán dos candidatos de derecha para disputar las elecciones de Puente Alto.
La candidata Karla Rubilar manifestó que es “fundamental que en julio, cuando se inscriban las candidaturas, se hagan todos los esfuerzos para ojalá tener un candidato único de la oposición, para recuperar o mantener comunas emblemáticas para lo que viene, sobre todo pensando en la presidencial”.
Por otra parte, también reconoce que “efectivamente ha costado la coordinación”. Sin embargo, explica que “probablemente, porque por primera vez hay tantos partidos que poner de acuerdo e incluso algunos no están dentro del pacto y eso hace que se vea un cierto desorden”. De todas formas, para Rubilar “la verdadera prueba de fuego es la inscripción final, donde esperamos que prime la generosidad y responsabilidad y no las aventuras personales”.
El Partido Social Cristiano y el Partido Republicano generaron un nuevo dolor de cabeza a Chile Vamos en la Cámara. Mientras las bancadas opositoras buscaban los votos para ver la efectividad de una eventual censura a la Mesa Directiva de la Cámara liderada por Karol Cariola (PC), ambos partidos presentaron la censura. Claro que, al no contar con los votos, esta se perdió. Con ello, se afirmó más aún la directiva que había llegado a la testera por solo un voto.
Esta vez, Chile Vamos marcó una línea sobre este hecho. Ya había pasado algo similar con la acusación contra el exministro de Educación, Marco Antonio Ávila. El diputado Jorge Guzmán (Evópoli) declaró en su momento a este medio: “No estaremos nuevamente disponibles para acciones políticas impulsadas de forma inmadura por el Partido Republicano y el Social Cristiano”.
Si bien esta tensión no ha llegado al panorama electoral, luego de que este medio publicara un reportaje con las críticas a las diputadas del Partido Social Cristiano Sara Concha y Francesca Muñoz, Concha respondió: “Espero que a los partidos tradicionales de derecha no les quede duda de que competiremos y saldremos victoriosos en cada región de Chile”. Hoy es ese partido el que respalda la candidatura de Duque en Santiago y parece que es clave su retiro de la carrera electoral municipal para que la oposición tenga la posibilidad de imponerse ante la alcaldesa Hassler.
Luego del triple homicidio de carabineros ocurrido en Cañete, la agenda de seguridad se activó y nuevamente el Ejecutivo se vio en la complejidad de responder a una crisis de seguridad que cada semana trae novedades.
Las Reglas del Uso de la Fuerza (RUF), el sistema de inteligencia y el Ministerio de Seguridad fueron las prioridades de la semana y hubo un amplio consenso en dichos avances. Sin embargo, la oposición impulsó, en el marco de la tramitación de las RUF, la reposición de la justicia militar en casos en que se vieran involucrados uniformados y civiles.
El oficialismo criticó la norma y el Ejecutivo impuso reserva de constitucionalidad en el trámite, pues según el ministro de Justicia, Luis Cordero, la norma “es un retroceso respecto a los últimos 30 años”. Desde la oposición aseguraban que, a propósito del asesinato de los tres carabineros, era necesario darles un respaldo político a las Fuerzas Armadas y de Orden. Sin embargo, diputados opositores ya informaban que era difícil juntar los votos necesarios, pues la derecha ni siquiera tenía la asistencia para lograrlos.
Voces del Congreso ven que la derecha está atravesada por el proceso electoral. Eso genera propuestas grandilocuentes que no tienen mucho sustento, pero el proceso de cara a las municipales los tiene atados a responder en bloque, aun cuando sepan que sus ideas no van a prosperar. Esto, dicen, incluyendo a Amarillos y Demócratas.
