El viaje a Cuba de Bachelet sigue dando leche por estos lares. Según cuentan, en Presidencia estaban «muy molestos» por una pregunta de los periodistas chilenos en la gira. Las malas lenguas dicen que la más enojada era la Jupi (la asesora que se bañó en bikini negro en Brasil junto a Bachelet). Vamos al asunto. Estaban en Honduras, a horas de partir a La Habana, cuando -como es costumbre- les avisaron a los corresponsales de cada medio que se permitirían cuatro preguntas para la Mandataria y que se elegiría a los reporteros al azar.
El viaje a Cuba de Bachelet sigue dando leche por estos lares. Según cuentan, en Presidencia estaban «muy molestos» por una pregunta de los periodistas chilenos en la gira. Las malas lenguas dicen que la más enojada era la Jupi (la asesora que se bañó en bikini negro en Brasil junto a Bachelet). Vamos al asunto. Estaban en Honduras, a horas de partir a La Habana, cuando -como es costumbre- les avisaron a los corresponsales de cada medio que se permitirían cuatro preguntas para la Mandataria y que se elegiría a los reporteros al azar. «Tres para los hondureños y una para los chilenos», les dijeron. La conferencia se realizaría luego de la ceremonia donde Chile había firmado diversos acuerdos bilaterales con ese país.
El turno en esta oportunidad fue para TVN y su periodista Ignacio Uribe.
Hasta ahí, todo bien. El problema llegó después, cuando el profesional le preguntó a Bachelet -previo acuerdo de todos los demás medios- si se trataría en Cuba el tema de los DD.HH. Quienes estaban presentes dicen que se produjo un silencio, la comitiva presidencial miró a los periodistas con cara de «qué desubicados». Uno de nuestros informantes en La Habana, que se lamenta por lo corto del viaje, dice que «habría sido extraño que el periodista le preguntara si a ella le gustaba más el mojito que el daiquiri. Esa era la pauta».
Pero Bachelet no lo entendió así y con molestia, frente a todos los presentes y a más de 50 metros de la prensa junto a su par Manuel Zelaya, respondió que «cualquier tema que a mí me parezca que es indispensable en el interés del país plantear no sólo al Gobierno de Cuba sino a cualquier Gobierno, será planteado (…) Esta Presidenta hablará de todos los temas…», respondió en seco y en tercera persona, en el mejor estilo del muy de moda chico reality Edmundo Varas.
El objetivo estaba logrado y la declaración de Bachelet fue la noticia del día. Los periodistas estaban «pochitos», comenta uno. Pero a muchos miembros de la delegación no les pareció bien el «atrevimiento» de la prensa chilena. El honorable senador Jaime Gazmuri, quien en estos días ha sido entrevistado por llevar 18 años en el Congreso y no estar interesado en limitar el mandato, se quejó por el trato que según él estaba dándole el canal público hace al menos «tres semanas» al viaje caribeño de la presidenta. Gazmuri llamó a TVN para presentar su queja al director de prensa, Jorge Cabezas. Como de costumbre, dicen en el canal de todos. Sin embargo, tuvo que hablar con el subrogante, pues Cabezas se encontraba de vacaciones.
La preocupación de Gazmuri era la siguiente: no se estaba hablando de la importancia real del tema que era la trascendencia histórica de la visita. Sólo se estaba dando cobertura a si Bachelet se reuniría o no con los disidentes.
Contactado por El Mostrador, el senador dice que «de ninguna manera fue una queja en contra del periodista, porque respeto mucho el ejercicio de la prensa. Más bien era sobre la línea editorial del canal. Como ciudadano, por tanto como accionista de un canal que es de todos, y como senador, manifesté mi preocupación».
De todos modos, Gazmuri explica que le pidió disculpas al profesional de TVN que cubre el día a día en La Moneda. El senador temía que le hubiese traído problemas su llamado, luego de que Uribe hiciera algo tan simple y democrático como una pregunta.
