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Enel y su innovadora apuesta renovable para Ollagüe Contenido Patrocinado

Enel y su innovadora apuesta renovable para Ollagüe

Es la primera planta híbrida en el mundo que combina energía solar, eólica y la cogeneración con almacenamiento de energía eléctrica en baterías de sales fundidas, proporcionando energía a hogares a gran altitud y en condiciones climáticas extremas, con temperaturas entre -20°C y +20°C.


Ollagüe es un pequeño pueblo situado en la frontera entre Chile y Bolivia, a más de 3.500 metros sobre el nivel del mar, y a una distancia de 160 km de Calama. Allí viven menos de un centenar de familias de la comunidad quechua, cuya actividad principal es la cría de ovejas.

Desde diciembre de 2014, parte de la realidad de estas familias cambió, ya que en el lugar se implementó una idea innovadora y sustentable, que permitió que la comunidad contara desde entonces con energía eléctrica sostenible, las 24 horas del día. Enel Green Power (EGP) construyó una planta de energía renovable de última generación, que utiliza los recursos del sol, el viento y el almacenamiento, configurando un sistema fuera de red, que ha permitido a la comunidad un acceso constante a la electricidad.

La planta híbrida es la más grande para uso comunitario que existe en Chile, y es fruto de una alianza estratégica entre EGP y Minera El Abra, filial de Freeport-McMoRan. La central combina paneles fotovoltaicos de 250 kW y una mini eólica de 30 kW, por lo que es un sistema híbrido para la producción de electricidad. Es también una planta autónoma, es decir, no está conectada a la red nacional, e incluye un sistema de almacenamiento para asegurar que los residentes de la zona tengan energía durante todo el día. Además incluye un generador diésel de respaldo en caso que el sistema lo necesite

El proyecto combina la innovación, la protección del medio ambiente y la participación de la población local, y es un ejemplo completo del modelo de electrificación rural. Para el estudio de factibilidad, la construcción y mantenimiento de los equipos participaron la Universidad de Antofagasta y la Municipalidad de Ollagüe.

Para la mantención del sistema han sido capacitadas y contratadas dos mujeres de la comunidad indígena, que operan en el monitoreo y limpieza de la planta fotovoltaica.

Esta iniciativa promueve también el crecimiento de la economía local, a través de una cadena de valor entre pequeños proveedores y personas, ya que la energía eléctrica permite incorporar nuevos equipos y tecnología que antes no se podía utilizar. Gracias a la disponibilidad de energía eléctrica 24/7, en Ollagüe se generaron también las condiciones para la integración de nuevas familias.

Es, asimismo, un proyecto que crea nuevas oportunidades de empleo en el campo de las energías renovables y el turismo, con el objetivo de contribuir a la consecución de tres de los 17 objetivos de desarrollo sostenible promovidos por Naciones Unidas (ONU SDG): lograr la igualdad de género y mejorar las condiciones de vida de las mujeres; garantizar el acceso a la energía limpia, de bajo costo y sostenible para todos y la construcción de infraestructura resistente, promoción de la industrialización sostenible e integradora y fomento de la innovación.

Para la gerente de Sostenibilidad y Relaciones Comunitarias de Enel Chile, Antonella Pellegrini, esta iniciativa es un modelo de prueba que se puede replicar en otros lugares. “Este proyecto de pequeña escala, es tremendamente relevante por el alcance que puede llegar a tener, ya que estamos probando tecnología off grid y su implementación a una realidad extrema como la de la localidad de Ollagüe, y que por cierto se podría replicar en otras zonas apartadas”, indicó. Y agregó que “es un ejemplo de innovación tecnológica al servicio de la calidad de la vida de las personas, especialmente en las economías y sociedades más vulnerables”.

La planta fue cedida a la Municipalidad de Ollagüe, que administra su operación, con la colaboración de un comité supervisor compuesto además por EGP y Minera El Abra. EGP es responsable de la optimización de su rendimiento, monitoreando y experimentando con nuevas soluciones para la integración de múltiples tecnologías renovables y almacenamiento electroquímico.

La comunidad local está a cargo del mantenimiento de rutina, empleando personal local, entre ellos a mujeres que fueron certificadas como Ingenieras Solares Barefoot por el programa de entrenamiento de electrificación rural de EGP en alianza con la ONG India Barefoot College.

 

 

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