Opinión
Argentina posee vastos recursos de gas y petróleo no convencional. El gas de ese país podría reemplazar una buena parte del GNL e incluso al carbón en la generación de electricidad en Chile, produciendo una descarbonización a bajo costo para nuestro país.
Argentina, posee los segundos recursos de hidrocarburos no convencionales más grandes del mundo, y se encuentra empeñada en desarrollarlos. Las reservas de gas natural (GN) en el país vecino son suficientes para el suministro completo de ambos países por un largo período, y pareciera que los productores argentinos están aprendiendo rápidamente la aplicación de la tecnología de fracking, con la consecuente reducción de costos en la producción del shale gas y tigh oil.
El éxito de los desarrollos en el vecino país, también podría traer buenas noticias para Chile. En efecto, ambos países tienen construida una gran infraestructura de interconexión gasífera. De modo que es importante revisar el potencial de exportación de GN de Argentina y analizar su impacto en el sector generación en Chile, en particular, su competitividad con el carbón y el gas natural licuado (GNL).
Usando los actuales precios del carbón, GNL, y GN, comparamos la competitividad de corto plazo entre las centrales termoeléctricas ya existentes en el Sistema Eléctrico Nacional. Para ello revisamos los costos evitables de operación de las centrales a carbón y de las turbinas en ciclo abierto o combinado, usando GNL o GN. Al modelar las curvas de oferta de las centrales termoeléctricas mostramos cómo el GN compite con el GNL y el carbón.
Al existir disponibilidad de GN de Argentina, éste es capaz de reemplazar una parte importante del GNL y compite ajustadamente con una parte del parque de centrales a carbón más eficiente del sistema. Al incluir los cargos ambientales, los ciclos combinados a gas natural se vuelven aún más competitivos y desplazan una mayor capacidad disponible de las centrales a carbón. Sin embargo, si el precio del carbón cae por debajo de cierto nivel, el GN argentino no será capaz de reemplazar la generación de las centrales a carbón, requiriéndose un aumento en los cargos ambientales, principalmente en el cargo a las emisiones de CO 2 .
Así, el GN de Argentina es una opción eficiente de suministro en el corto plazo, con al menos una disponibilidad de intercambios estacionales. Pero, esta opción de suministro más barato, está altamente sujeta a la estabilidad política de ese país y al cumplimiento de los intercambios acordados. Si bien, los impactos de una interrupción en el suministro del GN no tendrían la misma gravedad que la década pasada, pues podrán ser cubiertos con GNL de reserva, reducciones intempestivas del suministro podrían impactar los costos marginales del sistema eléctrico chileno.
Adicionalmente, la cercanía de los costos de operación entre las centrales termoeléctricas, sugiere la relevancia de incorporar los cargos ambientales en la planificación de la operación que realiza el Operador del Sistema, en Chile es el Coordinador Eléctrico Nacional. La incorporación de estos cargos permitirá una comparación ambientalmente eficiente entre las tecnologías, y que el gas barato de Argentina reemplace al carbón en la generación de electricidad.
El estudio completo se puede adquirir en la Librería BdE.
