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Centro Inclusivo de Reciclaje: el cuidado medioambiental de personas con discapacidad intelectual Inclusión

Centro Inclusivo de Reciclaje: el cuidado medioambiental de personas con discapacidad intelectual

El proyecto, que está en etapa piloto, capacita y emplea a personas con discapacidad intelectual para el reciclaje de residuos electrónicos.


“La inclusión y el cuidado del medioambiente son pilares imprescindibles si queremos hacer de Chile un país más equitativo», dijo la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, al visitar el primer Centro Inclusivo de Reciclaje en Chile.

«Me alegra poder visitar esta planta, pionera en el país, que integra nuestra visión del desarrollo sustentable, incluyendo a personas con capacidades diferentes y el reciclaje y la reutilización”, agregó sobre la iniciativa que valoriza residuos electrónicos y da oportunidades de empleo a personas con discapacidad intelectual.

En el centro desarrollado por Kyklos junto a Fundación ConTrabajo y con el auspicio de Entel, se busca formar en régimen a 32 personas con discapacidad intelectual al año. Hoy, en su etapa de marcha blanca, son siete jóvenes que trabajan y se capacitan para separar residuos como plástico y papel, para luego pasar al reciclaje de electrónicos.

La jornada empieza con clases durante una hora y media, para incrementar sus competencias laborales. Después de la capacitación comienza su jornada laboral. El programa que durará nueve meses y los preparará para el mundo del reciclaje y para otras oportunidades laborales.

Residuos electrónicos

En Chile, cada año se generan 168 mil toneladas de residuos electrónicos que contienen valiosos materiales como oro, plata o zinc, pero se valorizan sólo el 3,4%. Gracias al Centro Inclusivo de Reciclaje, estos elementos podrán ser valorizados y reutilizados como materia prima, evitando que acaben en un vertedero.

“Cada chileno genera cerca de 10 kilos de basura electrónica y se proyecta que, el 2027, suban a casi 14 kilos por persona. Por eso es fundamental crecer en nuestra capacidad de valorización de estos productos, pero con una mirada inclusiva, que tenga un impacto social, medio ambiental y económico», recordó la ministra.

“El proyecto busca transformar problemas medioambientales en una oportunidad a generar un modelo de Triple Impacto: social, al impulsar la inclusión laboral; ambiental, al dar valor a residuos; y de economía circular, al generar un nuevo ingreso para personas con discapacidad y evitar que materiales terminen en vertederos y puedan ser reintegrados como materia prima”, explica el director ejecutivo de Kyklos, Hernán Hochschild.

El Centro además ofrece a las empresas un modelo sostenible de cumplimiento de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP 20.920) y de la Ley de Inclusión Laboral (21.015).

Incorporación laboral

Esta combinación de formación teórica y práctica permite preparar a los jóvenes para ingresar al mundo regular del trabajo. Una vez finalizado el programa, el centro incorporará a nuevos grupos de trabajadores con discapacidad intelectual.

“Mediante un equipo de terapeutas ocupacionales, educadores y psicólogos, vamos haciendo un proceso de acompañamiento que incluye una sala de clases dentro del Centro Inclusivo de Reciclaje”, explica María José López, directora ejecutiva de Fundación ConTrabajo.

“Al mismo tiempo vamos trabajando con las familias y también otros aspectos que son incidentes en la vida laboral, como la salud física y mental o el desarrollo de propósitos de vida. Es un acompañamiento integral para que el trabajo y la inclusión social sea efectiva y posible”, añadió.

“Este es mi primer trabajo y estoy muy feliz de poder trabajar aquí. Me siento muy feliz de poder trabajar en lo que más me gusta y lo que me hace feliz, que es el reciclaje y el cuidado del planeta tierra. Le agradezco mucho a Kyklos, Fundación ConTrabajo y Entel por darme la oportunidad”, dijo Montserrat Mena, una de las trabajadoras del Centro.

Conciencia social

El impulsor del proyecto es Kyklos, empresa B que a través de cultura ambiental busca la cohesión social, que se encarga de juntar los residuos a través de contenedores instalados en colegios, de la logística para que los materiales puedan llegar al mercado del reciclaje, y de la implementación del centro.

Esta experiencia inclusiva es parte de la implementación del Programa ConFuturo de Fundación ConTrabajo, organización que ha intermediado procesos de inclusión en más de cuarenta empresas con una tasa de permanencia laboral del 94%.

El centro está inspirado en el modelo que desarrolla Bill Morris en Estados Unidos a través de Bluestar Recyclers, organización que ha transformado la chatarra electrónica y la discapacidad en una oportunidad de inclusión social y cuidado medioambiental.

Allá Morris ya cuenta con tres centros, en los que recicla más de 3 millones de toneladas al año y ha aportado a la inclusión de 50 personas con discapacidad.

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