Publicidad
“Es un genocidio cultural”: Chile no tiene marco legal para la preservación de idiomas indígenas Social

“Es un genocidio cultural”: Chile no tiene marco legal para la preservación de idiomas indígenas

Más de 3 mil lenguas de todo el mundo pueden desaparecer antes del fin del siglo, advirtió en 2022 la Unesco. Por eso se está trabajando en marcos legales en pos del resguardo de este elemento patrimonial invaluable. En Chile si bien existen leyes sobre lenguas indígenas, son insuficientes para promover un resguardo efectivo de ellas, y espacios como las academias indígenas quedan supeditadas a la voluntad política de gobiernos de turno. ¿Cómo impacta esto en la vida cultural de los pueblos? El caso del idioma Rapa Nui. 


Además de la lengua castellana, en Chile se encuentran en uso seis lenguas: yagán, kawésqar, quechua, rapa nui, aymara  y mapuzugun. Las últimas tres cuentan con sus propias academias, espacios en que se desarrollan actividades para la revitalización lingüística para evitar lo ocurrido con la lengua selknam o bien la kawésqar, una tendencia global que preocupa al mundo por la pérdida de un elemento invaluable del patrimonio cultural.

Pero las academias no cuentan con ningún marco legal que promueva y regule su quehacer. Tal y como recoge el documento Derechos lingüísticos de los pueblos originarios en Chile y el proyecto de Ley General (2017) de la Biblioteca del Congreso Nacional, la Constitución Nacional actual no reconoce a los pueblos originarios.

Paralelamente, la Ley N.º 19.253 de Desarrollo Indígena (LDI) sí reconoce su existencia y junto con la Ley General de Educación (LGE) “establecen mandatos y competencias explícitas en materia de derechos lingüísticos”.

A ellas se suman otros decretos en pos de la misma dirección, que derivan en atribuciones a instituciones vinculadas a la educación y los pueblos originarios. No obstante, no existe una norma específica que organice e institucionalice la revitalización y promoción de las lenguas.

“Este año, por ejemplo,  hubo un recorte importante del presupuesto en lengua y educación porque esto queda en manos de decisiones políticas del partido de turno: la promoción de la lengua depende de una lucha de fuerzas políticas y no de una toma de conciencia considerando que ya en chile hay lenguas extintas, como la selknam”, expresó Tu’u Kura Tuki, integrante de la Academia de la Lengua Rapa Nui y trabajador del Museo Rapa Nui.

Asimismo, el estudiante de historia de la Universidad Gabriela Mistral destacó que, hasta la fecha, Rapa Nui es “el único punto del triángulo polinésico que no tiene una institución física para el funcionamiento de la academia”, y los encuentros se realizan en sus casas particulares porque de otra manera no podría seguir operando.

Dentro de las iniciativas que trabajó la academia durante sus más de 30 años de historia, se encuentra el programa de inmersión, un proyecto destinado a la educación de la lengua y cultura Rapa Nui durante los cuatro primeros años escolares. De ese programa participó Kura Tuki en su rol de estudiante, también Ariki Merino, que colabora de manera esporádica con la academia.

“Teníamos clases de lenguaje, de matemática, de historia, todas las materias se enseñaban en nuestro idioma y desde que entrábamos a la sala de clases partíamos también con costumbres,  como dejar los zapatos afuera, que es algo que hacemos”, recordó el estudiante de último año de medicina.

Foto: Municipalidad de Rapa Nui

“Nos sentábamos en círculo y dialogamos, además como la isla se caracteriza por ser católica aprendimos los rezos pero todo en Rapa Nui, y hablábamos sobre distintos temas: quiénes somos, dónde vivimos, cuál es nuestro clan… y así íbamos aprendiendo porque los niños a esa edad aprenden mejor y la idea era no hablar en español en ese espacio”, agregó.

Empero, el programa ha tenido variaciones a través de los años. Asimismo, en otros cursos el idioma existe como una materia, pero sólo tiene una duración de dos horas semanales. Según contaron los integrantes de la academia, la situación se debe a un presupuesto y voluntades “vacilantes” de las instituciones que invierten en este tipo de iniciativas.

Falta de profesores e inexistencia de una carrera profesional universitaria

Uno de los grandes problemas que reconocen la academia y los habitantes de la isla, es la falta de docentes “validados” y por otro lado, la inexistencia de una carrera universitaria especializada, como sucede por ejemplo con carreras de grado en las cuales se egresa como profesor o profesora de lengua y cultura mapuche.

“El Estado no está formando profesores, llevamos más de 5 años intentando validar a educadores tradicionales, queremos usar nuestras letras del grafemario y tenemos una lucha de años con el registro civil, pero no hay respuestas”, subrayó Tu’u Kura Tuki.

Foto: Elige Cultura

Ante la falta de una carrera profesional, quienes enseñan el idioma son profesores o personas de otras carreras que manejan el idioma gracias al aprendizaje vía herencia familiar o bien a lo aprendido en los programas de inmersión, que empezaron en los primeros años del siglo XXI. Sin embargo, es el decreto 301 del Ministerio de Educación el que valida ese trabajo.

“Validar significa codificar el trabajo para con ello contar con derechos, como vacaciones pagas, pero con los profesores de Rapa Nui eso no sucede y les pagan a través de proyectos, los contratan un par de meses y después quedan a la deriva”, explicó Kura Tuki.

“Ninguna institución pública se encarga de la lengua como tal”

Desde Conadi Rapa Nui reconocieron esta problemática histórica de un pueblo que ha sido avasallado en distintos periodos de su existencia. En la institución, convinieron que existe una deuda cultural para con los pueblos indígenas dado que “el foco de recursos ha estado principalmente en tierras, el desarrollo, emprendimientos y lo último es cultura y educación”, subrayó la encargada de la Unidad de Cultura y Educación de Rapa Nui, Vai Tiare Rapu.

Foto: Memoria Chilena

En este sentido, la trabajadora de la institución aceptó que no existe un marco legal específico de regulación de la preservación y revitalización de lenguas indígenas y el trabajo entonces, depende de articulaciones voluntarias de espacios como el Ministerio de Educación, Conadi, Junji, Integra y otros espacios.

“Institucionalmente estamos trabajando todos de manera separada, también concuerdo que tiene que haber una mayor coordinación”, sentenció. Y agregó que en el fondo “es un problema de todos” y a la vez “no es un problema de nadie” en el plano institucional.

En esta línea, la funcionaria reconoció el valor del trabajo de la academia de la lengua que, siendo una corporación, ha laborado durante décadas por la preservación del idioma.

Siempre dependiendo de la inversión voluntaria de las instituciones vinculadas al tema, la academia dejó incluso de trabajar con el Estado por al menos cinco años.

“No hay ninguna institución pública que se encargue de la lengua como tal y ese rol lo ha cumplido en este caso la academia, y como está institucionalizado el deber de aportar recursos, esto lo hacen instituciones como CONADI, pero esos aportes no cubren el año completo de trabajo”, aclaró Rapu.

Esta falta de presupuesto tiene dentro de sus consecuencias que programas como el de inmersión no puedan ejecutarse y actualmente algunos cursos sólo sean de educación bilingüe, es decir, que se eduque en español y rapa nui.

Otro de los problemas de la academia rapa nui es también la lentitud en las asignaciones de fondos que de un momento a otro pasaron a depender de la municipalidad. Y paralelamente, la falta de centralización de las decisiones burocráticas, también tienen sus efectos por ejemplo en la formación de docentes.

“Este ha sido uno de los elementos que requerimos desde hace años, pero es súper difícil porque no contamos con los recursos necesarios para crear una carrera universitaria, el presupuesto varía todos los años y a veces no tenemos el suficiente, pero sabemos que es una necesidad”, aseguró Vai Tiare Rapu.

Desde la academia, en conjunto con Conadi, el Ministerio de Educación y otras entidades se llevan a cabo diversas actividades para la revitalización del idioma, como producción de libros y material didáctico, programas educativos y encuentros de concientización pues reconocen que “el alma de un pueblo es su idiosincrasia, su lengua y desde ahí nacen los pueblos y se mantienen en el tiempo”.

“En el fondo, no tener una política pública efectiva en este aspecto es de alguna manera un genocidio de los pueblos porque estamos dejando morir la espiritualidad, la lengua, la identidad de un pueblo”, recalcó la funcionaria de Conadi.

Para el estudiante de medicina próximo a egresar y ejercer en la isla, Ariki Merino, “es lindo escuchar personas hablando Rapa Nui” sobre todo “si son jóvenes” porque las nuevas generaciones perdieron el idioma con notoriedad. Por eso su motivación es aportar desde su ejercicio como lo hacen otros trabajadores de la salud locales.

“Ojalá el idioma estuviera en todas las instituciones”, remarcó.

Finalmente, Tu’u Kura Tuki expresó que el idioma es también sentido de pertenencia, tradición, un sello que te marca por donde quieras que vayas” y al mismo tiempo es “una bandera de lucha por derechos lingüísticos, sociales, culturales y patrimoniales”, valoró.

Publicidad

Tendencias