Según el Ministerio de Medio Ambiente, se estima que el 58% de la “bolsa de basura” de los hogares chilenos chilenos está compuesta por por restos de verduras, frutas y poda.
“Evitar que los residuos vegetales terminen en rellenos sanitarios tiene varios efectos positivos”, expresó en junio la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, cuando anunció que la cartera que dirige presentaría al Congreso un proyecto de ley de Residuos Orgánicos.
Esta iniciativa -que ya inició su discusión legislativa- propone soluciones para evitar que los residuos de este tipo terminen en vertederos, disminuyendo la necesidad de crear nuevos o expandir los existentes, además de evitar la presencia de metano que esto produce, el cual es 21 veces más potente que el dióxido de carbono.
A ello se suma que el compost generado sirve como abono para la tierra y le brinda múltiples beneficios y nutrientes, reduciendo la necesidad de fertilizantes químicos y promoviendo prácticas agrícolas más sostenibles y respetuosas, parte de una economía
circular.
En este contexto, se establecen incentivos y obligaciones para fomentar la recolección segregada de los restos de verdura, frutas, poda, entre otros. Según cifras del ministerio, se estima que el 58% de la “bolsa de basura” de los hogares chilenos está compuesta por estos elementos y sólo el 1% de los residuos orgánicos que se producen en el país son valorizados.
El proyecto contempla diversas acciones, donde los municipios desempeñarán un rol activo: tendrán la responsabilidad de ofrecer sistemas de recolección puerta a puerta de los restos vegetales, implementar camiones especializados en el reciclaje de orgánicos y
promover proyectos de compostaje a nivel comunitario.
Aunque la ley aún no ha entrado en vigencia, cinco comunas ya están gestionando sus residuos, destacándose entre ellas Zapallar, Vitacura y Providencia.
Zapallar ha liderado durante dos años un programa integral en la gestión de residuos orgánicos, dirigido desde el área de Sustentabilidad de la comuna. Este programa abarca educación ambiental, logística eficiente y revalorización de residuos orgánicos en una planta local, donde luego es devuelto a la comuna en compost de alta calidad para sus áreas verdes y jardines.
Asimismo, se establecen diferentes puntos de recolección en diversos sectores, para que localidades cercanas y la población flotante puedan participar a través de los Dropp Off. La iniciativa se ha convertido en un referente en la región, destacando el compromiso continuo con la sostenibilidad. A lo largo de estos dos años, se han revalorizado hasta el mes de diciembre 478 toneladas de orgánicos, lo que equivale a evitar 239 toneladas de Co2.
Vitacura ha realizado un programa integral de residuos orgánicos que abarca logística, educación ambiental y revalorización. Con más de un año y medio de implementación exitosa, se ha fomentado la participación ciudadana para lograr una gestión
sostenible de los residuos. Durante este periodo se ha logrado revalorizar hasta
diciembre 253 toneladas, lo que equivale a 123 toneladas de Co2.
Providencia se destaca por la implementación de puntos Dropp Off, donde los vecinos se reúnen cada sábado desde hace más de tres años. Estas iniciativas han transformado los desechos orgánicos en compost de alta calidad, contribuyendo activamente a la visión ministerial de una gestión de residuos más responsable.
Las tres comunas trabajan colaborativamente con organizaciones locales y ciudadanos comprometidos. Están abiertas a nuevas ideas y propuestas que promuevan la sostenibilidad y el cuidado del entorno, conforme a las directrices ministeriales y al nuevo Proyecto de Ley de Residuos Orgánicos que entrará en vigencia.
Son muy pocas comunas en Chile las que tienen este tipo de programa que la ley pretende establecer como obligatorio. Se suman a las ya nombradas La Pintana y Santa Juana.