Ante la necesidad de agua potable, la desalación del agua de mar surge como una importante alternativa. Esta solución, que elimina las sales y sólidos disueltos del agua de mar, contribuye a combatir la escasez hídrica y a garantizar el consumo y la sostenibilidad del agua como recurso.
Más de 210 mil habitantes de la Región de Atacama pueden afirmar que tienen asegurado el suministro de agua potable para consumo humano al menos durante los próximos 40 años. Esto, gracias a la planta desaladora de agua de mar más eficiente de Chile, que se ubica en Caldera y que opera el grupo Aguas Nuevas, a través de su filial Nueva Atacama.
Las comunas de Copiapó, Tierra Amarilla, Caldera y Chañaral son las beneficiadas con dicha planta, que fue reconocida mundialmente por Global Water Awards 2022 y acreedora del premio “Integración Nexo Agua-Energía” entregado por el Congreso Vostock 2024, debido a sus características sostenibles e innovadoras.
Esta experiencia es parte de las exposiciones durante el primer congreso internacional sobre desalación que lidera la Asociación Chilena de Desalinización (Acades), el cual reúne a más de 400 asistentes bajo el lema “Nuevas Fuentes de Agua para Chile”, y que se está desarrollando hasta este 21 de marzo.
Uno de los expositores de la empresa es el gerente de Planificación y vicepresidente de Acades, Alberto Kresse, quien valora “informar algunos conceptos respecto a los proyectos de desalinización. Por ejemplo, sus costos y el financiamiento. Necesitamos conciencia compartida de la necesidad de avanzar con dichos proyectos, para seguir creciendo como país y así generar una fuente de respaldo estable a largo plazo”.
En la instancia también estará presente el gerente regional de la filial nortina de la planta de Caldera, Sergio Fuentes, quien señala la importancia de “poner en valor el gran aporte de las tecnologías de la desalinización y compartir las diferentes experiencias de la industria con esta innovadora técnica”.
Nueva Atacama ya cuenta con dos años de trayectoria en desalinización de agua de mar, lo que ha permitido demostrar que “es una fuente confiable y segura para el abastecimiento de agua potable en las ciudades. Ejemplo de ello es que la planta de Caldera nos ha permitido tener certeza hídrica a largo plazo y entregar un servicio continuo en la región que es muy valorada por la comunidad”.
La experiencia de Aguas Nuevas, grupo controlado por la empresa japonesa Marubeni y con operaciones sanitarias en cinco continentes del mundo, se basa en sus 20 años operando servicios sanitarios con sus cinco filiales presentes en 59 localidades con realidades climáticas y ambientales muy diferentes en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Atacama, La Araucanía, Los Ríos y Magallanes.
La empresa cuenta con la operación de 12 plantas desaladoras, 54 plantas de agua potable, 45 plantas de tratamientos de aguas servidas y 4 plantas hidroeléctricas en el desierto.
Además de la planta desaladora de Caldera, también destaca la planta osmosis inversa de Lluta en Arica que fue la primera de la región y el futuro proyecto de la planta desaladora de mar de Arica que cuenta con el apoyo del Gobierno Regional de Arica y Parinacota.