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Día mundial sin tabaco: los riesgos de fumar más allá del sistema respiratorio Salud

Día mundial sin tabaco: los riesgos de fumar más allá del sistema respiratorio

La mayoría de las personas saben que fumar cigarrillos aumenta el riesgo de sufrir cáncer de pulmón y problemas respiratorios. No obstante, pocas son conscientes de que también crece el peligro de padecer afecciones del corazón, como infartos agudos de miocardio, cardiopatías isquémicas, muerte súbita, entre otras.


Desde 1987 la Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora cada 31 de mayo el Día Mundial sin Tabaco, con el objetivo de informar a la población sobre los riesgos de fumar e incentivar la disminución de su consumo.

Y es que una persona muere cada seis segundos en el mundo -según investigaciones de la Organización Mundial de la Salud-, a causa del consumo prolongado de tabaco y los químicos relacionados, como el alquitrán y la nicotina, los cuales pueden aumentar el riesgo de padecer una serie de enfermedades. Si bien el aparato respiratorio es el que se ve más afectado, los efectos nocivos son múltiples en todo nuestro organismo.

En el ámbito cardiovascular existe un mayor riesgo de presentar un infarto, accidentes vasculares y obstrucción de arterias. “En comparación con una persona normal, un fumador tiene 30 veces más riesgo de padecer cáncer pulmonar y cuatro veces más riesgo de presentar un cáncer laríngeo. También son más propensos a desarrollar cáncer en las cuerdas vocales, boca, estómago, páncreas, riñón, vejiga, mama, útero y varios órganos más”, informa la neumóloga de Clínica Ciudad del Mar Mónica Gutiérrez.

Según la última Encuesta Nacional de Salud, un 33% de los chilenos declara fumar cigarrillos, mientras que un 15% de la población afirma estar expuesta al humo del tabaco en el hogar. Pese a que estas cifras mejoraron en comparación con años anteriores, sólo el aire contaminado por esta peligrosa sustancia supone un aumento del 30% de riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

El tabaco es la primera causa de muerte prevenible en el mundo. Es responsable del 90% de los cánceres de pulmón, además de enfermedades coronarias y cerebrovasculares, asimismo, es factor de riesgo de enfisema pulmonar, que es una de las cinco causas más frecuentes de fallecimiento en adultos.

“Además, es importante destacar que más de siete mil fumadores son diagnosticados con algún tipo de cáncer provocado por el cigarro, de los cuales dos mil mueren de esta afección en el pulmón”, agrega el médico broncopulmonar de Clínica Santa María Pedro Peña.

Y un punto no menor son los fumadores pasivos, ya que al año mueren alrededor de 1.900 personas producto de la cercanía permanente que tienen con el tabaco.

Cada año el tabaco mata a seis millones de personas, -según la OMS-, de las cuales alrededor de cinco millones son consumidores y más de 600.000 son no fumadores que se han visto expuestos al humo del cigarro. Es importante señalar que este humo contiene cerca de cuatro mil productos químicos, donde al menos 250 son nocivos, y más de 50 causan cáncer.

“Probablemente los pacientes relacionan el daño pulmonar con la aspiración del humo del tabaco, desconociendo que una vez que los componentes tóxicos de éste, pasan a la sangre, afectan a todos los órganos, fundamentalmente al sistema cardiovascular”, aclara el cardiólogo de Clínica Vespucio Juan Pablo González.

Entre los componentes del cigarro, la nicotina desencadena la liberación de catecolaminas –adrenalina y noradrenalina– que ocasionan daño a la pared interna de las arterias. Este químico también provoca espasmos coronarios, produce alteración de la coagulación, incrementa los niveles de LDL (colesterol malo) y reduce los de HDL (colesterol bueno). “Al mismo tiempo, el monóxido de carbono disminuye el aporte de oxígeno al miocardio, aumenta el colesterol y la capacidad de unirse y formar coágulos”, explica el especialista.

Específicamente, los efectos del consumo de tabaco en el sistema cardiovascular incluyen patologías como enfermedad coronaria, infarto agudo de miocardio, cardiopatía isquémica, insuficiencia cardíaca, muerte súbita, entre otras. Además, aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular, enfermedad vascular periférica y aneurisma de la aorta abdominal.

Incluso las personas que fuman poco o que sólo lo hacen de vez en cuando sufren lesiones al corazón y los vasos sanguíneos. Así, tanto en personas fumadoras como en aquellos que las rodean, se observan ciertos síntomas que indican una salud cardíaca comprometida por el tabaco. El Dr. González explica que hay que estar atentos a: dolor en el pecho -sobre todo cuando está relacionado con esfuerzos físicos o estrés emocional-, dificultad respiratoria (disnea) o cansancio fácil, palpitaciones o arritmias, desmayos o pérdida de conciencia súbita y sin explicación aparente, dolor en las piernas (pantorrillas) al caminar, disfunción eréctil en los hombres (imposibilidad de mantener una erección adecuada).

Además, el tabaco es uno de los principales causantes de infertilidad, tanto en hombres como en mujeres, “está comprobado que provoca una disminución en la producción de espermios en los hombres, mientras que en las mujeres produce una mayor predisposición al cáncer uterino y mamario, y además, puede provocar un adelanto de la menopausia en unos tres o cuatro años», dice la Dra. Gutiérrez.

«Cuando una mujer fumadora además toma pastillas anticonceptivas, el riesgo de sufrir un infarto aumenta 20 veces”, afirma la especialista. Por eso, enumera los beneficios de dejar de fumar:

-Antes de los 50 años, disminuye a la mitad el riesgo de muerte en los próximos 15 años.
-Al año de dejar el cigarro, el riesgo de morir por enfermedad coronaria baja a la mitad.
-A los 10 años de cesación, el riesgo de cáncer pulmonar baja en un 30% a 50%.
-Reduce el riesgo de cáncer de laringe, esófago, páncreas y vejiga.
-Disminuye la posibilidad de presentar enfermedad pulmonar obstructiva crónica, neumonía, úlcera gástrica y duodenal.

Muertes asociadas al cigarro aumentarían con contaminación ambiental

Al estar expuestas a altos niveles de contaminación atmosférica PM 2.5, las personas fumadoras tienen un mayor riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares y diabetes por el efecto aditivo de las partículas que generan. “Esto se debe a que la combustión del cigarrillo y la contaminación comparten moléculas PM 2.5, las cuales pueden llegar directamente al torrente sanguíneo y provocar daños inflamatorios en la pared de las arterias”, explica el médico broncopulmonar de Clínica Santa María, Dr. Pedro Peña.

De hecho, según un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona publicado en la revista Environmental Research, la combinación de estos factores provoca 32 muertes adicionales por dichas patologías. Asimismo, los autores de esta investigación enfatizan que reducir el tabaquismo tendrá un mayor impacto en la disminución de la mortalidad que la reducción de la exposición a la contaminación.

Aunque en Chile no hay un registro de las personas que han muerto por esta asociación, el especialista sostiene que al estar expuestos a altos niveles de contaminación, podría aumentar este tipo de riesgos.

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