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Tenedores de bonos soviéticos recuperan en Francia el valor de sus papeles


Los tenedores de bonos soviéticos que se vendieron por primera vez el último año del líder comunista Leonid Brezhnev consiguen en Francia lo que no pueden obtener del presidente Vladimir Putin: dinero.

La Corte Europea de Derechos Humanos de Estrasburgo ordenó el mes pasado a Rusia que pagara a Yuriy Lobanov, un septuagenario de la región de Ivanovo, cerca de Moscú, 37.150 euros (US$46.497) en compensación por los pagarés de 1982 que tenía, unas 140 veces la jubilación mensual promedio. Mariya Andreyeva, una sobreviviente de 95 años del bloqueo nazi de Leningrado, ganó 4.300 euros con los bonos, que se duplicaban como boletos de lotería.

Los valores forman parte de los 25 billones de rublos (US$785.000 millones), equivalente a casi la mitad de la producción económica rusa, que el gobierno dice que aún le debe al público por ahorros soviéticos perdidos. Putin dilata las cosas, y en abril firmó una orden para suspender los pagos de los valores hasta por lo menos 2015. Ahora, armado con dictámenes de la corte, experimentados especuladores se suman a los jubilados en el intento de cobrar.

“Todo esto tendría que haberse resuelto en la década de 1990”, dijo Boris Kheyfets, un especialista en deuda soviética del Instituto de Economía de la Academia de Ciencias Rusa en Moscú. “¿Cómo se hace frente a una deuda tan grande? Todo se derrumbaría de inmediato”.

Un sedán “chic”

Las autoridades soviéticas empezaron a vender los certificados a 20 años en 1982 a 25, 50 o 100 rublos, en parte para rescatar bonos anteriores y también para absorber efectivo de una economía planificada con pocos bienes de consumo. Los Bonos de la Lotería del Estado ofrecían un 3 por ciento de interés y la posibilidad de pagos de hasta 10.000 rublos, dijo Kheyfets. Los principales ganadores tenían derecho a un sedán Volga “chic”, mientras que el segundo premio era un Zhiguli.

A diferencia de otras repúblicas soviéticas que zanjaron deudas similares en los años 90 por una parte de lo perdido, Rusia se comprometió a cubrir el monto completo. El presidente Boris Yeltsin firmó en 1995 una ley que disponía que el gobierno devolviera los ahorros por medio de depósitos bancarios y bonos soviéticos sobre la base del poder adquisitivo de esos valores en 1990. Los pagos comenzaron durante la primera gestión de Putin. Ahora éste se encuentra nuevamente en el Kremlin para un tercer período, y el presupuesto es de un precario equilibrio.

“Es evidente que instrumentar ese plan de devolver los ahorros del público impondría obligaciones exorbitantes al presupuesto federal”, dijo el Ministerio de Hacienda en su último informe de estrategia de deuda, publicado hace 1 año. “Si eso pasara, el estado se vería privado de la capacidad de pagar otros gastos durante un período prolongado”.

El Ministerio de Justicia, que representa a Rusia en Estrasburgo, dijo en una declaración que difundió por fax que respeta todos los dictámenes de la Corte Europea de Derechos Humanos y agregó que el dictamen correspondiente a Lobanov sólo se aplica a los pagarés de 1982. El Ministerio de Hacienda se negó a hacer declaraciones al respecto.

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