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Troika regresa a Atenas para completar su revisión presupuestaria


El primer ministro griego, Antonis Samaras, enfrenta una semana de discusiones en tanto su gobierno de coalición trata de encontrar puntos de afinidad con respecto a dos años más de austeridad para persuadir a los prestamistas internacionales de que mantengan al país dentro del euro.

Está previsto que inspectores de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, conocidos como troika, vuelvan a Atenas el 7 de septiembre para completar una revisión iniciada en julio. Es probable que constaten que los tres socios de la coalición todavía están trabajando en un programa por 11.500 millones de euros (US$14.500 millones) que podría poner a prueba la cohesión del gobierno de Samaras.

“La implementación es clave en Grecia, lo cual significa que la clave reside en que el gobierno sobreviva para implementar el programa”, dijo Athanasios Vamvakidis, estratego principal europeo de divisas en Bank of America Corp. de Londres. “Grecia consiguió un nuevo plan de ayuda, una gran quita y un nuevo gobierno y sigue necesitando más dinero. Si Grecia no puede implementar el programa ya mismo, es probable que la troika infiera que es inútil financiar a Grecia”.

Los rendimientos griegos a diez años son los más bajos en tres meses, en la medida que cedió la preocupación relativa a una salida desordenada e inminente de la eurozona luego de la victoria electoral de Samaras en junio y la creación de un gobierno de coalición favorable al euro. La tasa cayó hasta 21,83 por ciento ayer, por debajo del 23 por ciento a fines de agosto y de un promedio de 27,4 por ciento el año pasado.

El ministro de Finanzas, Yannis Stournaras, se reunió ayer en Berlín con su par alemán Wolfgang Schaeuble. “El punto central es que Grecia implemente totalmente sus obligaciones”, dijo ayer el ministerio alemán en un comunicado después de la reunión.

Juego de poderes

Stournaras se reunirá con la troika el 9 de septiembre en un intento de concretar los recortes en el gasto antes de que los ministros de finanzas de la eurozona se reúnan en Nicosia el 14 de septiembre. Previamente, Samaras necesita llegar a un acuerdo con los responsables de los dos partidos más pequeños, Pasok e Izquierda Democrática, que lo están manteniendo en el poder.

Los prestamistas de Grecia se abstuvieron de realizar préstamos prometidos según dos planes de rescate por un total de 240.000 millones de euros a consecuencia de dos elecciones sin resultados concluyentes en mayo y junio, lo cual desbarató las reformas, frenó las ventas de activos estatales, y generó preocupaciones respecto del futuro del país en el euro integrado por 17 países, llevando a los griegos a retirar sus ahorros de los bancos.

Es probable que el mes próximo se tome una decisión relativa al pago de 4.200 millones de euros que vencían en junio como primer tramo de una transferencia por 31.000 millones de euros, después de que el Parlamento vote el presupuesto, que la troika elabore su informe de avances y que Samaras ejerza presión para obtener más tiempo y así aliviar el impacto de las nuevas medidas.

“No es suficiente que el plan sea aceptado por los tres líderes y la troika”, dijo Lefteris Farmakis, estratego en Nomura International Plc de Londres. “Debe ser aprobado a través del parlamento con una clara mayoría que no ponga en peligro la estabilidad del gobierno. El gobierno está tratando de sintetizar enfoques contradictorios, unidos por un acuerdo postelectoral que no es realista”.

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