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China crea esclavos inmobiliarios entre quienes buscan tener una propiedad


Sherry Sheng, una mujer policía de 29 años de Shanghái, se compró un sacón de piel negra de 4.000 yuanes (US$642), haciendo un gasto importante por última vez antes de empezar a pagar la hipoteca de su primera vivienda.

Sheng es parte de una generación de la clase media que los medios chinos llaman “fang nu”, o esclavos inmobiliarios, referencia a la vida entera de trabajo que necesitan para saldar sus deudas. Toman hipotecas aun cuando el gobierno mantiene restricciones a las propiedades para hacer bajar precios que casi se han triplicado desde que China en 1998 lanzó una ofensiva para elevar el número de propietarios de viviendas privadas.

“Es un gusto que me doy porque nunca podría darme semejante lujo cuando el mes que viene empiece a pagar los créditos para la vivienda”, dijo Sheng, que pagó 1,1 millón de yuanes por el departamento de un dormitorio en los suburbios del oeste de la ciudad y dedicará alrededor del 70% de su salario para pagar la hipoteca.

En su afán de tener vivienda propia, la creciente clase media china contribuyó a un repunte de los precios de las propiedades a partir del segundo semestre del año pasado. Estos subieron un 1% en enero respecto de diciembre, el mayor aumento en dos años, según el sitio web de propiedades SouFun Holdings Ltd. Los precios de las viviendas en Pekín y Shanghái subieron 2,3% respecto de diciembre.

Los precios promedio por metro cuadrado en las cien ciudades que sigue SouFun son cinco veces más altos que el ingreso mensual disponible promedio. Un apartamento de 100 metros cuadrados (1.076 pies cuadrados) hoy cuesta unos 40 años de ingresos anuales, según SouFun y los datos del gobierno, mientras que los salarios aumentaron a más del cuádruple desde 1998.

40 años

Sheng pudo comprar su apartamento de 50 metros cuadrados después de tomar préstamos por un total de 770.000 yuanes a través de una hipoteca a veinte años de Agricultural Bank of China Ltd. y un crédito a quince años de un fondo local para la vivienda. Sus padres la ayudaron con el anticipo del 30%. Tendrá que pagar unos 4.000 yuanes mensuales por la vivienda que, a una hora de metro de la histórica zona de Bund de Shanghái, costó 16 veces su salario anual, sobre la base del precio del apartamento y sus ingresos.

Los propietarios de viviendas en China suelen emplear del 30% al 50% de sus ingresos mensuales para pagar la hipoteca, dijo Wu Hao, gerente de la entidad de préstamo de Bacic 5i5j Group, el segundo mayor agente inmobiliario de viviendas existentes de Pekín. La firma aconseja a los clientes mantener los pagos mensuales por debajo de un tercio de sus ingresos.

La “pauta general” entre los bancos chinos es que el salario de un prestatario debe ser por lo menos el doble de su cuota mensual; de lo contrario se les pide que presenten documentos que certifiquen la existencia de activos como propiedades, automóviles o seguros para demostrar su capacidad de pago de la deuda, dijo Wu. Emplear el 70% de los ingresos mensuales para pagar la hipoteca es “muy excepcional”, dijo la ejecutiva.

“El término esclavos inmobiliarios es bastante razonable porque coloca una gran carga sobre los hombros de los propietarios de viviendas si los pagos superan la mitad de sus ingresos”, opinó Liu Li-Gan, economista de Hong Kong que trabaja para Australia New Zealand Banking Group Ltd.

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