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Cienciología, el culto al que pertenece el “opinólogo” Alberto Plaza y habría influido en los divorcios de Tom Cruise ¿Secta o religión?

Cienciología, el culto al que pertenece el “opinólogo” Alberto Plaza y habría influido en los divorcios de Tom Cruise

Las nuevas generaciones reconocerán al cantautor por transformarse en comentarista de redes sociales y casi columnista de El Mercurio, que ya le ha publicado tres explosivas cartas. Reconocido perteneciente a la iglesia de Cruise y John Travolta, dice que él vino a hacer feliz a la gente con su música. Pero estos últimos meses, más bien ha hecho discutir a la opinión pública.


1985. Que Cante la Vida suena en todas las radios. Alguien de alrededor de 30 años o más con seguridad puede tararear la famosa melodía compuesta e interpretada por un joven llamado Alberto Plaza. “Que se eleven las voces / en una canción / se junten las manos / se logre la unión”, decía uno de los coros. Ese mismo año, Tom Cruise protagoniza Legend, un película dirigida por Ridley Scott, que lo catapultó a la fama mundial.

32 años después, Plaza parece haber colgado su uniforme de cantautor para devenir en un opinólogo de redes sociales y casi columnista estable de El Mercurio, diario que ha publicado tres explosivas cartas del músico que se han regado como bomba por la web. “Los flaites se han apoderado de Viña”, decía en la primera, donde acusó a los humoristas Chiqui Aguayo y Juan Pablo López de realizar un “linchamiento al decoro”. Menos de un mes después, publicó otra que generó revuelo: Sobre las Mujeres, reflexión contra las feministas, que ostenta un completo desconocimiento sobre el tema con frases como «en el diccionario aparece machismo con una connotación negativa y feminismo con una positiva” o “hay un pequeño porcentaje que está logrando que se instale el tema de la igualdad de género como una ‘lucha de género’, como una ‘guerra de sexos’”. La última carta, publicada este jueves, hace alusión nuevamente a una de las causas del feminismo, la despenalización del aborto. Esta vez, escribiendo contra la causal de violación, diciendo que “abrirá la puerta a que muchas mujeres que queden embarazadas sin ser forzadas, vayan a hacerse un aborto argumentando que lo fueron”.

¿Desde cuándo el hombre que le cantaba al amor, a la libertad y a las mujeres se convirtió en un tipo que genera acaloradas discusiones a través de sus escritos y videos? ¿El cambio de Alberto Plaza vino con su entrada a la polémica religión o secta (depende del país, se le considera incluso estafa) llamada cienciología y que fue creada por un escritor de ciencia ficción llamado Ron L. Hubbard?

Al menos, en el caso de Tom Cruise y sus relaciones personales, sí. La investigación realizada por el premio Pulitzer Lawrence Wright, quien publicó en 2013 Going Clear: Scientology, Hollywood and the prison of faith, un best-seller (Seamos claros: Cienciología, Hollywood y la prisión de la fe), da interesantes detalles. Tanto que posteriormente, ese libro se transformó en un documental, que fue presentado con ovación en Cannes y que exhibió la cadena HBO, después de que unos 160 abogados dieron el visto al director, Alex Gibney.

Aunque la Cienciología lo niega, los ex miembros aseguran que la iglesia mantiene una política llamada “desconexión” y que obliga a los fieles a separarse de los familiares que no practican la fe. Siguiendo esta línea de actuación, la organización sería responsable del divorcio entre Tom Cruise y Nicole Kidman. Marthy Radmnun, antiguo alto cargo de la iglesia, relata en el documental las tácticas que se llevaron a cabo para separarlos. Kidman, que siempre se mostró distante al culto, era una ‘fuente de problemas potencial’ (ellos utilizan en estos casos las siglas PTS) por haber sido criada en el catolicismo y por tener un padre psicólogo (cabe recordar que uno de los archienemigos declarados del culto es la psiquiatría, a la que culpan del Holocausto). Para lograr su ruptura, y según cuenta Radmnun, pincharon el teléfono de la actriz, empezaron a auditar (interrogar) a Cruise con mayor insistencia y llegaron a poner a los hijos de ambos en contra de su madre para que Cruise pudiese retener la custodia.

Este no sería el único caso en que la cienciología actuó contra una mujer de Cruise, según ha trascendido los últimos años. El documental de Alex Gibney saltó el capítulo de seis años de Katie Holmes, se cree que fue porque cuando Katie solicitó la custodia exclusiva de Suri hizo suficientes declaraciones de que quería proteger a su hija de la iglesia y Gibney no sentía la necesidad de incluirla en la película porque podía perjudicarla. De todos modos, los medios llaman al acuerdo de divorcio “la peor pesadilla de Katie Holmes”.

Entre otras cosas, los cienciólogos claramente no querían que se filtrara era el hecho de que Katie, que estaba preocupada de que Tom supervisara sus llamadas también, pudiera escapar de la religión por lo que usó un teléfono celular desechable para llamar a abogados de tres bufetes en tres estados diferentes. Este movimiento la ayudó a preparar su caso sin que Cruise supiera que quería el divorcio. Cuando Cruise y Holmes se separaron en junio de 2012, los tabloides informaron que Katie temía que Tom quisiera enviar a Suri a Sea Org, una facción estricta dentro de la Iglesia de Cienciología. Mientras esos rumores se arremolinaban, Katie presuntamente alquiló un apartamento secreto en NY para mantener a Suri a salvo, o al menos lejos de los comentarios.

Finalmente habrían firmado un acuerdo de divorcio, en el que por supuesto intervino la Iglesia de la Cienciología. Ahí se especificaba que Holmes no podría hablar del actor tras hacerse efectiva la separación por un período de 5 años y tampoco podría hacer pública ninguna de las relaciones que mantuviera a posteriori durante el mismo tiempo. Esta cláusula de divorcio sería la culpable de que Katie no pudiera hablar sin tapujos de su romance con Jamie Foxx, a pesar de que absolutamente todo el mundo en Hollywood sabe de la historia de amor que ha nacido entre ambos. «Katie firmó una cláusula en su acuerdo de divorcio, que le prohibe hablar de Tom Cruise o salir con otro hombre públicamente durante los cinco años que siguen su divorcio», comentó una fuente cercana a la ex pareja. «Ella tiene derecho a salir los hombres, pero no puede hacerlo públicamente, ni debe dejar que ninguno de sus novios se acerque a su hija, Suri», agregó la misma fuente. Esos sí, para cumplir estas extrañas peticiones Katie habría tenido su compensación: 4.8 millones de dólares para su hija Suri y otros 5 para ella. Unas cantidades que podrían serle reclamadas por el actor si incumpliera el contrato de divorcio.

Lo que sí es una constante en el documental, son las acusaciones de abusos sobre los derechos humanos. Spanky Taylor, ex publicista, ex miembro y responsable de que John Travolta se uniera al culto, relata cómo la obligaron a realizar «tareas forzosas» mientras estaba embarazada y cómo le arrebataron a su bebé para «abandonarla en su cuna empapada en orina, antihigiénica y rodeada de moscas». Motivo por el que decidió abandonar la organización. La película también aporta testimonios de tortura física y psíquica y esclavitud infantil en dos de las insignias de la organización, los Sea Org Boats, barcos en los que se dice que se practica el lado paramilitar de la organización y los campos de prisioneros en los que se castiga a los oficiales de la iglesia.

Los líderes no salen bien parados. Sobre Ron L. Hubbard, fundador de la Cienciología, se dice que maltrataba físicamente a su mujer y llegó a secuestrar a la hija de ambos, dejándola en Cuba al cuidado de una mujer mentalmente enferma. El perfil de su nuevo líder, David Miscavige, que estuvo 10 años al servicio de Hubbard y alcanzó el liderazgo en 1987, es el de un hombre ambicioso de poder, obseso con los fondos económicos de la iglesia y que ejerce graves abusos sobre sus miembros. La película, no obstante, omite la desaparición de su mujer, Michele, a la que no se ha visto en público desde 2007 y que nunca más se supo de ella.

Alberto Plaza, ya radicado en Estados Unidos y durante una visita a Chile el año 2009, aseguró: “Estoy mucho más contento, mucho más feliz, más en dominio de mí mismo, más en causa sobre mi vida. Lo que hace la Cienciología al ser humano es que le devuelve la conciencia de su propósito en la vida, o sea lo hace recordar a qué vino a este mundo y con esa certeza le da las herramientas para retomar ese camino y ponerte en causa». En su caso particular, recalcó que vino «a cantar, vine a hacer canciones, vine a hacer feliz a la gente, ese es mi propósito, así lo tengo considerado». La verdad, es que estos últimos días, no ha hecho feliz a mucha gente con sus explosivas y provocativas declaraciones.

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