En una entrevista, el animador hizo un balance de su extensa carrera, le preguntaron por la situación mundial que ha destapado decenas de abusos en Hollywood, por la TV chilena y por su famoso juego de robarle besos a las modelos en los 80. “Alguna esas bromas mías pudieron propasarse y alguna vez alguna de esas bromas mías pudieron propasarse y sobre eso siempre me disculpo. Me disculpo ahora mismo”, dijo.
Mario Kreutzberger se confesó en la edición de hoy del suplemento de Reportajes del diario La Tercera. En la entrevista realizada por la periodista Carla Ruiz, al primer animador de la televisión chilena le preguntaron por la ola de acusaciones de acoso sexual que se han destapado a nivel nacional e internacional, lo que dio pie para que el mandamás de la Teletón, hablara sobre las acusaciones que han pesado sobre él a lo largo de extensa carrera.
“A mí me han acusado de acoso y te puedo decir que desde eso han pasado 15 años y que fue falso. Participé en el Congreso en la redacción de la ley de acoso, porque cuando a mí me acusaron no existía esa ley. Me han acusado de varias cosas y te puedo decir, responsablemente, que todos lo hicieron por el uso y el abuso de mi nombre para extorsionarme económicamente”, explicó de entrada.
Luego entró en las diferentes idiosincrasias de Chile y Estados Unidos, puntualizando que en el país del norte un beso en la mejilla durante la despedida es considerado acoso: “Para nosotros un beso en la mejilla no es acoso, entonces tenemos percepciones distintas de acoso según los países. Yo, por ejemplo, creo que acoso es utilizar tu posición para conseguir favores sexuales”.
Y cuando en los 80 trataba de robarle un beso a la modelo en Sábados Gigantes, Don Francis dice que “no tomo eso como acoso. Quizás los tiempos han cambiado y hoy día por mi edad no lo puedo hacer, porque se vería muy feo”. Y agrega más adelante: “Cuando hice las bromas, las hice desde el punto de vista simpático, picaresco, como un juego, porque ese robo de un beso no tuvo ninguna consecuencia que no fuera una risa del público en su casa. Lamentablemente, cuando tú improvisas y estás en vivo, a veces te propasas, porque te cebas con el aplauso, te cebas con la risa… Es difícil de entender para uno que no hace este trabajo. Don Francisco es un personaje que lo único que quiere es entretener a la gente”.
Tras contar que su personaje, el animador, es distinto a Mario Kreutzberger y ha cambiado con su edad, hace una especie de mea culpa: “Lo que hago en un escenario es algo que no haría nunca en la vida privada, soy tímido en la vida privada. Es difícil de explicar, porque con esto no me quiero disculpar. Tampoco quiero decir que alguna vez alguna de esas bromas mías pudieron propasarse y sobre eso siempre me disculpo. Me disculpo ahora mismo, incluso, cuando me he comportado más allá de lo que me corresponde, por ejemplo al entrevistar a alguien, yo después públicamente me he disculpado”.
Al cuestionarlo sobre si fue testigo y qué haría si lo fuera de alguna conducta impropia, Kreutzberger dice que no lo haría: “Nunca lo he visto y tampoco lo acusaría yo, porque no soy un acusador. Digamos que me mantendría al margen de eso, para decir la verdad. Aunque la acosadora fuera una mujer”, asegura.
Otro de los temas a los que se refirió fue el aborto. “Creo que el aborto es algo muy importante, es un derecho de la mujer (…) con ciertas características. Yo las tres causales no las domino muy bien, pero yo creo que la mujer tiene que tener derecho sobre su cuerpo, pero también responsabilidad, y también creo que cuando hay una vida, esa vida se tiene que proteger”.