Durante el fin de semana entrevisté a varias jóvenes que participaron en las marchas convocadas por el colectivo #LasTesis. Recogí frases como “parece que son un colectivo teatral que quería poner pensadoras olvidadas…”; “me llegó el llamado por whatapp, entiendo que es un grupo interdisciplinario de Valparaíso..”.“Me llegó un mensaje por redes sociales y luego por varios redes, invitaban a participar de la performance de un colectivo”.
El instructivo de la manifestación «Un violador en tu camino», es muy sencillo y en su versión en redes sociales invita a las comunidades de todo el mundo a diseñar su propia versión: LasTesis convoca a grupos de mujeres y disidencias para realizar intervención con la letra y música de Un violador en tu camino, durante el día viernes 29 de noviembre desde sus propios territorios, donde sea que estén, idealmente restando y/o incorporando elementos que la conviertan en su propia versión, siendo un total éxito la convocatoria a nivel nacional y mundial. El miércoles volvimos a ver a miles de mujeres sobre 40 años que se reunieron en el frontis del Estadio Nacional para corear el tema, el llamado fue sencillo, llegar vestidas de negro y de pañoleta roja.
¿Es relevante quienes están detrás de este movimiento? ¿Son ellos en realidad quienes lo manipulan? ¿Cómo se logra que un abanico tan amplio de miradas, de clases sociales, de formas de ver el mundo se organice y en menos de una semana sean Trendit Topic mundial?
[cita tipo=»destaque»] El mensaje aparece como con una sola voz fuerte y global y es un producto cultural creado a partir de la libertad y la autonomía. El mensaje conecta con otras mentes conectadas en red, y la aceptación inicial da paso a un movimiento.[/cita]
La digitalización de toda la comunicación ha generado un cambio radical en las formas de apropiación ciudadana. En su esencia quien esté detrás del movimiento no es relevante. Los actores son colectivos, sin papeles, sin jerarquía, sin líderes. El mensaje aparece como con una sola voz fuerte y global y es un producto cultural creado a partir de la libertad y la autonomía. El mensaje conecta con otras mentes conectadas en red, y la aceptación inicial da paso a un movimiento.
Alberto Castells, sociólogo y economista, da cuenta de este cambio fundamental y destaca que en realidad las formas tradicionales de organización social ya son parte de la historia. Antes conectar a muchas personas u organizaciones tenía límites físicos, requería de líderes y de un ideario y cronograma al que adherir. Hoy las redes digitales no tienen límites de tiempo y espacio y pueden reconfigurarse constantemente. La tecnología no determina la acción social, sino que permite un tipo de organización completamente nueva.
Al igual que el movimiento #METOO, el colectivo LASTESIS entregó ese mensaje inicial que fue clave porque tocó una tecla emocional que en este caso, es el abuso sistemática e institucionalizado hacia la mujer. El mensaje clave entonces pasó a la red y luego esa red entregó de vuelta el mensaje viralizado. El colectivo aportó lo relacionado con la estética, el lugar, el título y la canción. Luego no asume ninguna responsabilidad sobre el producto, porque es el movimiento social quien lo legitima.
En mayo fui invitada a la ONU a analizar los desafíos de los líderes sociales frente a la cuarta revolución industrial. El diagnóstico sentido del ecosistema mundial fue que gran parte de las instituciones políticas actuales ya tienen más de 200 años y están en crisis. Se dijo que deberíamos asumir “lo antes posible” el hecho que la mayoría de instituciones están condenadas a la desaparición haciéndonos ver que esperar una transformación era ingenuo. En esa reflexión, no habíamos tomado nota de la dimensión social de la revolución digital que hizo que esa tensión reventara y diera paso a una improvisación institucional dramática. Ahora bien, la híper-fragmentación social producto de esta nueva forma de organización es una amenaza a toda forma tradicional de organización política. El problema, es que aún no vemos ni instituciones ni liderazgos capaces de canalizar esta versión 4.0 de la humanidad.