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“Mansplaining”: la práctica machista que deslegitima la opinión de las mujeres BRAGA Crédito: Energepic.com en Pexels

“Mansplaining”: la práctica machista que deslegitima la opinión de las mujeres

Días atrás, el periodista Mauro Viale avergonzó públicamente a su compañera de trabajo Liliana Caruso en vivo en el noticiero argentino A24, donde debatían en torno a la posible partida de Lionel Messi del FC Barcelona, allí el comentarista interrumpió a Caruso y dentro de sus dichos la cuestionó preguntando “¿Qué me quiere explicar una mujer a mí?”. Lamentablemente estas prácticas donde el hombre se siente con la atribución de explicar algo sólo por su género asumiendo que las mujeres no pueden, son más comunes de lo que pensamos, pero están naturalizadas y se expresan como micromachismos diarios. Ante este panorama, las psicólogas especialistas en el área laboral, Daniela Navarro Guerrero y Maria Fernanda Suárez López, conversaron con El Mostrador Braga para ahondar sobre el llamado “mansplaining” en el ámbito del trabajo.


El mansplaining, viene de las palabras en inglés “man” y “explaining”, lo cual significaría en español “hombre explicando”, atribución que suelen tomar algunos hombres cuando por ejemplo están en un reunión de trabajo, y un compañero interrumpe a su colega mujer, para “explicar mejor” un tema, ya que ella “no tendría las competencias”.

Este término es conocido popularmente tanto en Chile como en el mundo como mansplaining, palabra que se viene escuchando hace unos pocos años y que revivió en torno a la polémica que se vivió en Argentina donde el periodista Mauro Viale avergonzó públicamente a su compañera de trabajo Liliana Caruso, en vivo en el noticiero A24, donde debatían en torno a la posible partida de Lionel Messi del FC Barcelona, allí ambos tuvieron un dialogo desagradable, donde Viale desacreditó la opinión de su compañera sólo por ser mujer.

En esa ocasión el periodista dijo “te voy a contar la filosofía del fútbol, porque ustedes son mujeres…”, Caruso por su parte le dijo “sí, ya lo sé, no tiene nada que ver que sea mujer”. Lamentablemente Viale volvió a atacar y le respondió “No entendés de fútbol. Vos sos varón, escúchame que te quiero explicar, jugás al fútbol, te comés 8 goles y se terminó la vida. ¿Qué me quiere explicar una mujer a mí?”.

El diálogo continuó con el periodista explicando a su compañera la situación, ya que ella no sabría de fútbol por ser mujer. Lamentablemente estas situaciones son cotidianas y suelen pasar desapercibidas, se dan en distintos espacios, familiares, sociales, pero suelen ser más visibles en los empleos. Es por eso que las psicólogas especialistas en el área laboral, Daniela Navarro Guerrero y Maria Fernanda Suárez López, conversaron con El Mostrador Braga acerca de esta temática, por qué se da y qué hacer para mejorar.

La psicóloga, jefa de Desarrollo Organizacional, Daniela Navarro, explica que el mansplaining se produce cuando “hombres deslegitiman opiniones, corrigen, trata de explicarle, o sobre explican generalmente a una mujer, algo que ella está explicando con conocimiento del tema, y le quitan valor a la opinión, asumiendo tienen un conocimiento mayor y más profundo del tema”.

Para la psicóloga esta es “una práctica sexista común y naturalizada, que se expresa como un micromachismo, hemos aprendido de forma cultural que lo masculino tiene un lugar de preponderancia por sobre lo femenino, asignándole un lugar subordinado a la mujer, a sus opiniones, a su trabajo y a su rol en diversos ámbitos”.

En este sentido, “es común verlo en el ámbito laboral, en los equipos de trabajo, cuando una mujer propone algo u opina sobre un tema, que un compañero o un superior jerárquico vuelva a hablar del tema, como si las ideas fueran suyas o explicando nuevamente la idea en un tono de voz más alto a partir de lo dicho por la mujer”, agregó la experta.

Diferencias en las jerarquías laborales

Generalmente los cargos altos de poder en las empresas son ocupados por varones, sin embargo para la psicóloga María Fernanda Suárez, esta no sería una causal para que se den estas situaciones, porque “el machismo está instalado aun en la sociedad. Al hablar de este concepto englobamos en lo práctico, en el día a día como se van generando las relaciones entre hombres y mujeres. Pero hay situaciones en que vemos cómo la mujer, solo por el hecho de ser mujer le cuesta un poco más que al hombre ser considerada y no por las capacidades que tengan, sino solo por el hecho de ser mujeres, nos califican constantemente frente a estereotipos impuestos por la sociedad”.

Para Suárez “el mansplaining, no sólo es a nivel de cargos altos, se dan independientemente al cargo que posean”, ya que “muchas veces somos testigos de mujeres que tienen cargos altos dentro de una organización, y les cuesta mucho ser validadas, sobre todo por sus compañeros hombres. Tendemos a creer que hay ciertos cargos que deben ser ocupados por hombres y es solo por el discurso instalado que hemos escuchado a lo largo de la vida, por lo tanto creo que el machismo esta a la base de este concepto que viene a reflejar la forma en el que los hombres tal vez inconscientemente lo hacen u en otras ocasiones también de manera consciente”.

“Una práctica que viene desde la infancia”

A juicio de la psicóloga María Fernanda Suárez, “el machismo viene instalado desde la infancia, ya que es en la infancia donde se enseña equívocamente que los hombres son buenos para ciertas actividades y las mujeres para otras. Cuando somos niños aprendemos como relacionarnos con el mundo, y también como validarnos ante el mundo, por lo tanto hay que enseñar a las futuras generaciones con el ejemplo en cómo nos comunicamos, este punto es fundamental a la hora de generar que hombres no caigan en el mansplaining, ya que creo que esta práctica se construye desde la infancia, con la creencia que las mujeres están determinadas en habilidades, gustos y conocimientos”.

En tanto para Navarro, “esta conducta se produce como expresión de la cultura patriarcal. La cultura se encuentra a la base de la socialización de hombres y mujeres, que “naturalizan” el relacionarse con construcciones sociales basadas en el género. Generando relaciones de subordinación entre lo femenino y lo masculino; y de división sexual del trabajo, asignando roles diferenciados a hombres y mujeres, asignando modos de ser y de actuar, roles, en general estereotipos, que confieren determinados status; Los cuales otorgan de forma ilusoria mayor valor a lo masculino por sobre lo femenino. En la practica el hombre por sobre la mujer en un estado de dominación y sometimiento”.

Consecuencias del mansplaining en las mujeres

Daniela Navarro advierte que las consecuencias frente al mansplaining, podrían ir desde “producir emociones no agradables y de difícil manejo, como la tristeza, la rabia y la frustración, facilitando conductas poco adecuadas al entorno laboral”.

“Lo que puede afectar directamente en el desarrollo laboral y personal de las mujeres, que producto de estas situaciones  se pueden sentir inhibidas para opinar o proponer ideas, o incluso tener actitudes que dejen de manifiesto el conflicto generado a nivel emocional al ser descalificadas, por lo que de todas maneras estas situaciones y vivencias interfieren en el desarrollo laboral y personal, obstaculizando las posibilidades de desplegar todas sus capacidades, su creatividad, y como consecuencia ver mermadas sus oportunidades de promoción desarrollo o promoción a otros cargos y/o responsabilidades”, agregó Navarro.

Esta práctica también se da a temprana edad, por lo que podrían repercutir de igual manera en el futuro profesional y personal de las niñas que vivan este tipo de situaciones, así lo afirmó Suárez, quien señaló que “la construcción de cómo nos vamos desarrollando como mujeres, claramente viene desde la infancia. Si una niña está expuesta constantemente a situaciones de mansplaining, desde su núcleo familiar, que son las personas que deben, desde el amor aportar a construir a una persona fuerte, segura y por sobre todo consciente de sus potenciales, claramente se ve interferido. Esto ocurre no sólo por el hecho de que sea esa niña quien reciba situaciones de cuestionamiento constante, sino también a cómo ven las interacciones dentro de su núcleo familiar. Y es desde este cimiento como ella se va a reconocer y comportar frente a la sociedad”.

¿Cómo se podría mejorar esta situación en los ambientes laborales?

Ante esta interrogante la psicóloga Daniela Navarro señaló que “se requiere de forma urgente detener el mansplaining y contar con una educación no sexista que promueva la igualdad, el respeto, la equidad de condiciones para el desarrollo de las personas independiente de su identidad de género, esto para todos los ambientes de socialización ya sea en lo laboral, académico y/o doméstico. Esta será la base para generar relaciones de respeto, promover y permitir el despliegue de las capacidades de las personas sin sesgo por su género. Ayudaría al mismo tiempo la formación de los directivos y trabajadores/as en temas asociados con enfoque de género, incorporando esta mirada en sus políticas de empresa que permitan resguardar la igualdad de oportunidades a todos sus trabajadores, sin excepción”.

De igual manera Navarro destacó que “en los últimos años, la mayor conciencia respecto de estos temas, ha permitido que mujeres individual y colectivamente tomen conciencia de esta realidad, la visibilicen y asuman de forma activa respuestas frente a ellas, por ejemplo, organizándose planteando en los comités paritarios que se tomen resguardos al respecto. O haciendo presente en la conversación “no necesito que me expliques lo que ya sé”.

En tanto su colega María Fernanda Suárez afirmó que “como psicóloga creo que la única manera de mejorar estas situaciones es hacerlas conscientes, es decir antes de realizar capacitaciones, se deberán generar focus y sesiones que permitan exponer las situaciones en las que se da el mansplaining, ya que creo que la mayoría tanto hombres y mujeres no son conscientes de estas prácticas, pero sí de las consecuencias. También deben existir políticas públicas que propicien la educación con perspectiva de género.

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