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Rocío Sánchez: “Nuestra vida como mujeres ha sido de lucha constante, por lo que no debemos perder el horizonte y unirnos para reducir la desigualdad que nos afecta” BRAGA Crédito: Aton Chile

Rocío Sánchez: “Nuestra vida como mujeres ha sido de lucha constante, por lo que no debemos perder el horizonte y unirnos para reducir la desigualdad que nos afecta”

La desigual de género ha aumentado considerablemente durante la pandemia, el desempleo, las labores domésticas, la violencia intrafamiliar, son solo algunas de las problemáticas que aquejan a las mujeres del país. Sobre estos temas y más habló desde su expertis, en una entrevista exclusiva con El Mostrador Braga, la abogada penalista, Rocío Sánchez Pérez, quien además sugirió diversas alternativas judiciales que podrían ayudar a reducir estas brechas desde el área legislativa.


Problemas históricos que han afectado a las mujeres, se agudizaron durante la pandemia, marcando la desigualdad de género que aún persiste en nuestra sociedad.

Los roles de género, las labores doméstica, el desempleo, la reinserción laboral, la violencia intrafamiliar, entre otras aristas, han repercutido en la población femenina durante este período de confinamiento, sobre estas áreas y más se refirió en una entrevista exclusiva con El Mostrador Braga, la abogada penalista de la Universidad de Valparaíso, candidata a doctora en Derecho de la misma universidad,  y coordinadora Departamento Derecho Penal Universidad Andrés Bello, Rocío Sánchez Pérez, quien además planteó diversas alternativas legislativas para combatir la desigualdad de género.

“Creo que la pandemia nos ha hecho retroceder en muchos temas, como lo muestran los datos hemos perdido décadas de avances, pero confío en el proceso que las propias mujeres estamos viviendo, de cambiar nuestra percepción sobre nosotras mismas y la sociedad”, dijo la abogada.

Agregando que “ese es el gran motor que nos ayudará a seguir avanzando contra viento y marea. Nuestra vida como mujeres ha sido de lucha constante, por lo que no debemos perder el horizonte y unirnos para reducir la desigualdad que nos afecta”.

¿Cómo es la situación laboral de las mujeres en Chile?

Una de las áreas que más se vio afectada producto del Covid, fueron los empleos. En ese sentido para la abogada “lamentablemente es una realidad que las mujeres trabajamos el doble, incluyendo las tareas que se desarrollan fuera de la casa y todas las funciones domésticas no remuneradas. Por su puesto, si las mujeres todavía mantienen su trabajo siguen con una jornada equivalente al triple que la de sus parejas. Tal como lo señaló un estudio de Comunidad Mujer, el 48,9% de las personas que han pedido su trabajo son mujeres y la inactividad femenina ha retrocedido una década”.

Según la visión de Rocío, “esta será una carga que tendremos que seguir llevando después de la pandemia y requiere profundos cambios. Si los hijos no pueden asistir a los colegios y las tareas de cuidado recaen sobre nosotras, lógicamente no se priorizará por sus trabajos, que además son más mal remunerados en comparación con los hombres”.

Incremento de la violencia intrafamiliar

Una de las peores caras que mostró esta pandemia, fue el incremento de la violencia intrafamiliar (VIF). Según cifras entregadas por el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, durante la cuarentena las llamadas al fono de orientación que implementó la institución, aumentaron en un 70%.

En ese contexto, la abogada comenta que “de acuerdo a la evidencia, el fenómeno se produce porque la violencia al interior del hogar aumenta en situaciones de encierro. En el mundo, 243 millones de mujeres han sido víctimas en el último año, y de acuerdo a los datos mostrados por el Centro de Estudios Justicia y Sociedad de la PUC, en esta pandemia, las víctimas han aumentado desde un 25 a un 100% en países como China, Reino Unido y Estados Unidos. Igualmente, América, como continente, sigue siendo el segundo lugar más riesgoso en el mundo para las mujeres en cuanto a femicidio”.

Además afirmó “categóricamente digo que el endurecimiento de las leyes no permite reducir estos delitos. El panorama internacional nos muestra que la mayoría de los países ha creado regulación y aumentado fuertemente las penas, pero la violencia no disminuye”.

“Está comprobado que la ley penal no inhibe la comisión de delitos, no tiene un efecto preventivo, por lo que creer que solo con endureciendo disminuiremos la cantidad de agresiones, termina condenándonos a dejar de lado la investigación de las verdaderas causas que generan la violencia, esas estructurales que no se borran con el codo, sino que necesitan un trabajo social profundo y a largo plazo que desmonte estos enclaves patriarcales”, concluyó sobre este tema.

Trabajo doméstico no remunerado

En cuanto a las labores domésticas, como limpieza y crianza, se acentuaron durante la cuarentena, donde las mujeres no solo debían teletrabajar, sino que además tenían la carga de las tareas del hogar. Para la abogada en este punto “la solución al problema debe ser legal, pero también social”.

“El problema planteado nos obliga a repensar cómo tratar a las personas que se dedican a labores de cuidado o domésticas. Históricamente ese trabajo ha estado encargado a las mujeres, por supuesto sin remuneración asociada. Según la OIT, en el mundo las mujeres desarrollamos el 76,2 porciento del trabajo de cuidados. En Chile, el desempleo de las mujeres ha aumentado de un 8 al 10% en comparación con el mismo período el año pasado. Tal como lo recordó Alejandra Zúñiga esta semana, una buena herramienta jurídica consiste en fijar una renta básica universal, que especialmente beneficiará a las mujeres que se dedican a estas tareas sin remuneración y que, lamentablemente, de seguro aumentarán en número. Ello se podría crear por ley o incorporar en la nueva constitución”, añadió.

Además para Rocío “debemos trabajar proyectar la forma de incentivar seriamente la contratación femenina en los períodos en que estamos siendo afectados por el COVID y, en el largo plazo, trabajar en cambiar la concepción de que solamente las mujeres podemos dedicarnos al cuidado de nuestros familiares, robusteciendo todas las prestaciones estatales para permitirnos salir de nuestos hogares siendo apoyadas por diversas instituciones. No olvidemos que la propia experiencia nos demuestra que el afecto y las tareas domésticas pueden ser desarrolladas por todas las personas, independiente de su género, pero necesitamos un apoyo reforzado en esta nueva etapa”.

Brechas de género presentes en otras áreas

A juicio de la profesional “las diversas políticas implementadas a nivel nacional han resultado insuficientes para las mujeres que se han disminuido o perdido sus remuneraciones”.

“¿Cómo se puede justificar la falta de perspectiva de género en la entrega de materiales de higiene íntima a las mujeres que integran grupos vulnerables? Las primeras cajas con alimentos que se entregaron no incluían toallitas higiénicas, ni desodorante. A pesar de que Jyoti Sanghera, jefa de asuntos sociales y económicos en la Oficina de Derechos Humanos de la ONU  señaló que el estigma en torno a la menstruación y la higiene menstrual es una violación a la dignidad que todas las personas detentamos, seguimos omitiendo este proceso natural. Estos productos son caros y para ellas terminan siendo artículos de lujo, pero lamentablemente eso no ha sido incorporado sistemáticamente en la política pública”, enfatizó Sánchez.

Además se refirió a otro problema que no ha sido abordado por las políticas públicas,  ya que “dentro de las más afectadas son las mujeres privadas de libertad en centros penitenciarios en Chile, que deben aplicar una lógica de supervivencia. En una entrevista contaban que si tienes cinco toallas higiénicas y la regla te dura 10 días tienes que cortar la toalla. Eso es francamente inaceptable. No puede ser que la solidaridad y sororidad femenina sea la única que permite que ellas cuenten con implementos que el Estado debería entregarle a todas las que lo necesiten”.

“Entiendo que en Senado se presentó un Proyecto de Acuerdo para la distribución gratuita de estos productos, pero lamentablemente el Ministerio de la Mujer no ha recogido el llamado urgente. A pesar de ser un tema sanitario. Espero que todas tomemos más consciencia de esta grave inequidad, el privilegio que tenemos de contar con los productos de higiene, y exijamos prontamente la entrega gratuita a todas quienes los necesitan”, añadió.

Sugerencias  para reducir las brechas desde el derecho

Rocío Sánchez comenta que sigue confiando en la justicia como herramienta para hacer cambios sociales, pero se teme que el proceso es lento, ya que “depende de un cambio cultural, pero ha habido fallos en el último tiempo que ayudan a mantener la esperanza. Por ejemplo, en la Corte de Apelaciones de Valparaíso se dictó una sentencia, redactada por la Ministra Donoso, en que se aplicó directamente la CEDAW (Convención para la Eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer) en que se dejó en libertad a una mujer embarazada –con una gestación de alto riesgo– por el riesgo de contagio en la pandemia. Con ello quiero decir que hay un nutrido cuerpo de normativa en el Derecho internacional de los Derechos Humanos que permite nivelar la cancha. Lo que debemos es exigir que esas disposiciones se apliquen directamente y no queden como meras decoraciones. Para ello la totalidad de integrantes del Poder Judicial y todas las instituciones que intervienen en el sistema de justicia, sobre todo las que pertenecen al Estado, necesitan una profunda capacitación en materias de equidad de género”.

Además señala que a eso se suman una serie de instrumentos que han tenido lugar en otros países, en materia laboral, tributaria y sanitaria, que “debemos revisar para analizar sus resultados y la posible instalación en nuestro país”.

La paridad de género en la nueva Constitución, ¿ayudaría a disminuir las brechas de género?

Sobre el proceso constituyente que está a la vuelta de la esquina, la abogada señaló que “solo si gana la convención constitucional. Solamente ahí se aplicará la regla paritaria. Cuando se introduce la paridad en un sistema electoral se busca acelerar un proceso de cambio social. En el fondo, como decía Bobbio, es una herramienta para corregir una desigualdad”.

“Históricamente por muchas razones las mujeres no hemos sido electas en cargos públicos, entre las más duras está que los partidos políticos no llevaban candidatas mujeres, o bien si lo hacían no presentaban a las más competitivas. A eso se suma una lógica interna partidista bastante machista”, agregó la experta en leyes, añadiendo que “tal como señalaba Ruth Bader Gingsbourg ‘a medida que las mujeres alcanzan el poder, caen las barreras. A medida que la sociedad ve lo que las mujeres pueden hacer, habrá más mujeres afuera haciendo cosas y todos estaremos mejor por eso’”.

Es por eso que para Sánchez, “en el proceso constituyente necesitamos que la voz de las mujeres esté claramente representada en la convención, pues permitirá disminuir la histórica invisibilización de nuestras necesidades en las políticas públicas y en el ejercicio de derechos, sobre todo en los derechos fundamentales. También incentivará a que en el futuro sea totalmente natural que las mujeres nos encontremos en espacios de toma de decisiones”.

Finalmente la abogada opino que “las mujeres feministas podemos hacerlo mejor en materia de punitivismo. Con ello me refiero a que podemos pensar en soluciones distintas a la cárcel para resolver la comisión de ciertos delitos. Desde los años sesenta Ángela Davis ha cuestionado la lógica de la cárcel, pero parece que nos hemos olvidado de sus enseñanzas. Creo que llegó el tiempo de que reflexionemos sobre eso y propongamos soluciones nuevas, más justas y menos discriminatorias, basadas en nuestra propia realidad latinoamericana. Debemos cuestionar el populismo penal, que solamente encubre la negligencia de las autoridades en la solución de los problemas de fondo. Así podremos eliminar uno de los pilares básicos del sistema patriarcal que nos controla”.

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