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Bailar twerk: una forma de expresión que rompe los estereotipos corporales y promueve espacios seguros BRAGA Créditos: Comunidad Twerk

Bailar twerk: una forma de expresión que rompe los estereotipos corporales y promueve espacios seguros

Muchas mujeres que recién están partiendo en esta danza suelen tener algo en común: cargan con una  serie de inseguridades o baja autoestima. Y es que es muy común para las mujeres experimentar grandes cambios físicos como es haber tenido un hijo, o, por otro lado, hay quienes se encuentran con el conflicto interno de que su cuerpo no es el mismo de antes. Para ellas, el twerk se ha convertido en un espacio seguro para ganar esa confianza,no desde la autocrítica, si no que desde el goce. 


Durante los últimos años, el twerk ha sido un estilo de baile que se ha popularizado ampliamente en todas las generaciones, cada vez es más común ver intervenciones de esta danza en redes sociales, videos musicales y muchas veces en espacios públicos. A pesar del estigma social que existe en torno a este baile, a muchas personas les ha llamado la atención este pegajoso movimiento de caderas. Quienes se han atrevido a incursionar en esta danza han encontrado algo mucho más valioso dentro de su comunidad.

Esto se debe a que diversas mujeres y disidencias han descubierto dentro de esta comunidad un espacio seguro en el cual pueden mover el cuerpo y mostrarlo libre de cualquier tipo de prejuicios, tabúes o estereotipos corporales. Si bien  para variossolo es “mover el poto”, otros han encontrado en el twerk una herramienta para apropiarse de sus cuerpos, confiar en otras mujeres y en sí mismas.

Esto ha sido clave en distintas escuelas de twerking en Chile, ya que permitir que mujeres conecten con su corporalidad y que liberen movimientos de manera independiente y fuerte ha contribuido a elevar su autoestima. Proceso que además de favorecer en el descubrimiento de su sensualidad, instintivamente despierta una sensación de seguridad.

Este es el caso de la Directora de Comunidad Twerk, Almendra Novoa (30), quien hace cinco años se dedica a bailar twerk profesionalmente y que ahora, durante la pandemia, ha encontrado su espacio en esta profesión enseñando a otras mujeres este estilo de baile que no tan solo se trata de un sensual movimiento, sino que ha contribuido a promover el empoderamiento de muchas mujeres a través del autodescubrimiento de su propia corporalidad.

Empoderamiento femenino

La organización Comunidad Twerk está conformado por grupo de mujeres que se unió durante la pandemia para “crear una comunidad donde todas podamos desarrollar nuestras especialidades en el twerk, generando una red de apoyo y un espacio seguro para nosotras y más importante aún, para todas nuestras alumnas”, dice su sitio web. La agrupación reúne a varias exponentes tanto nacionales como internacionales e imparten clases de forma presencial y online.

De acuerdo con Almendra, suele ocurrir que cuando las estudiantes asisten a clases por primera vez -quienes por lo general no tienen experiencia en el baile- no necesariamente buscan ser bailarinas profesionales o tienen las ganas de ir a una clase para aprender cosas más técnicas. Muchas van en busca de un espacio en el que se puedan sentirse más cómodas con su propio cuerpo.

La profesora de la comunidad señala que, esta disciplina le ha ayudado a reforzar su autoestima. “Darte cuenta de que lo que haces es para ti y lo que haces te hace bien a ti -no tan solo físicamente, sino que mentalmente- es lo más importante. Especialmente en un espacio junto a otras mujeres que atraviesan por lo mismo, te hace sentir que no estás sola durante este proceso”.

Esa ha sido la experiencia de la socióloga Constanza Schlayer (31), quien tomó clases en el instructorado de la Comunidad Twerk, ella asegura que este estilo de baile no tan solo la ayudó a mantener buen estado físico, también “me ayudó a estar más segura de mi cuerpo y no tener tanto pudor al mostrarme, una cada vez va agarrando más confianza con su cuerpo y comienza a comprarse hot pants y bodys. Ya no ves tu cuerpo pudor, sino que a través del goce y no es para otro, es para mí. Es todo un cambio a nivel psicológico, en donde siempre te han enseñado a taparte y en este espacio tienes que mostrar tus glúteos para que se vea que se están moviendo porque ese es el efecto visual de la disciplina”.

 

Promoción del autoestima a través del twerk

Por otra parte, las instructoras de la Comunidad Twerk han tenido que asesorarse desde el área de psicología -la cual incorporaron a la organización- ya que relatan que muchas mujeres llegan con un montón de inseguridades y con baja autoestima. Les es muy común recibir a estudiantes que acaban de experimentar grandes cambios físicos, como es haber tenido un hijo, muchas se encuentran con el conflicto de que su cuerpo no es el mismo de antes. Otras han lidiado temas de salud mental como la depresión o, por otro lado, hay quienes buscan una forma alternativa de entrenamiento y desean sentirse cómodas utilizando la ropa que quieran en un entorno seguro para mujeres.

Novoa asegura que uno de los grandes desafíos para aquellas que están recién partiendo esta danza es reforzar su autoestima, ya que asegura que, para muchas de sus estudiantes, el simple hecho de poder usar ropa que les acomode sin ser juzgadas por sus compañeras por la forma en la que se ven, reafirma la sensación de una buena experiencia. “Al principio, algunas llegan con sus calzas largas, buzos y todas tapadas, después se dan cuenta que el buzo sobra. La otra semana vamos todas con short, después con hot pants y la siguiente nos empezamos a sacar fotos. Al tiempo, se empiezan a olvidar de ese rollo y se comienza a formar esa especie de burbuja segura”.

De la misma forma se han dado los espacios en los que Constanza ha practicado esta disciplina, los que se han caracterizado por ser bastante participativos y de contención, “a nadie le importa si se me ve la estría, a nadie le importa que se me vea el rollo. A nadie le importa porque estamos todas gozando, disfrutando y bailando. No te juzgan por cómo te ves o cómo bailas, cada una avanza a su ritmo y no te comparas con las demás. Esa es la lógica”.

 

La hipersexualización de twerk

Para muchas personas, el twerk era algo totalmente desconocido hasta el año 2013, cuando este estilo de baile se hizo reconocido internacionalmente después de la presentación de Miley Cyrus en los premios VMA de MTV. Sin embargo, los orígenes del twerk datan de mucho antes en las danzas africanas, como en el ‘baikoko mapouka’, y existen en todo el mundo difuminadas por la diáspora africana. 

Este estilo de baile -como se le conocen hoy en día- era bailado por disidencias y mujeres negras buscando incomodar y provocar a fines de los 80´s y principios de los 90´s. Fue aquí en este hemisferio donde siempre estuvo a manos de mujeres bastante hegemónicas que no necesariamente tenían algún nexo con los orígenes. Tras la occidentalización de esta disciplina, a diferencia de sus orígenes -donde era aceptado que todas las edades y géneros la practicaran- fue fuertemente estigmatizada y sexualizada.

En muchos casos, quienes practican esta disciplina consideran que han tenido que enfrentar el estigma por parte de quienes están por fuera de la comunidad, quienes creen que es un baile que mujeres practican para llamar la atención de los hombres. Almendra señala que antes “lo aceptado era ser sexy para hombres, te aseguro porque lo viví. El primer año que hice en twerk, entre haciendo eventos en discoteque donde el espectáculo de twerk se vendía como algo atractivo para los hombres, ahí todos lo aplaudían, pero si queremos hacer lo mismo sin tanto maquillaje, sin tanta producción, con un peto, un short y un buzo. Entonces no es aplaudido y tampoco aceptado”.

Es más, uno de los grandes estigmas con los que ha luchado la comunidad es contra la definición que se le otorgó a esta disciplina en el diccionario de Oxford, la cual señala que este es “un baile de música popular realizado de una forma sexualmente provocativa, que utiliza movimientos de empuje de caderas y de la parte inferior, en una posición en cuclillas baja”.

Lo mismo opina la practicante de twerk, Constanza Schlayer, quien indica que si bien es un estilo de danza que ayuda a la expresión de la sexualidad femenina, esta sigue siendo “una definición bastante machista”, ya que parecería que la percepción visual es mucho más importante que la técnica que utiliza, la cual es mucho más compleja que como se le define.

A pesar de todos estos estigmas, Almendra señala que el twerk, para las mujeres que lo practican es mucho más que eso. “Es una disciplina que empodera, que abre espacios, que genera autoconocimiento, es una danza que pueden practicar todas las personas y todos los cuerpos. Que además permite una evolución que uno tiene en cuanto a la seguridad. La estigmatización del twerk como disciplina, si bien es algo que yo creo que va a ser bastante difícil de erradicar al 100% siento que se han abierto los caminos”.

 

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