Publicidad
Valdivia versus Aránguiz: hay niños presentes Yo opino Créditos: Agencia Uno

Valdivia versus Aránguiz: hay niños presentes


La alta exposición mediática que ha tenido en las últimas semanas, las confrontaciones televisadas y viralizadas entre la modelo e instagramer Daniela Aranguiz y el ex futbolista, Jorge Valdivia. Ha resaltado -como siempre en estas cosas- el morbo de gran parte de la población del país, sobre todo de quienes gozan con las vidas, y más aún, los problemas ajenos.

[cita tipo=”destaque”] Cuando una pareja se separa y hay niños y niñas presentes, ellos sufren y nuestra obligación como padres, familiares y sociedad es cuidar su salud mental y emocional. [/cita]

En la era de la economía de la atención, capturados por las pantallas, donde las redes sociales construyen la opinión pública es justamente desde Instagram el lugar donde comienza y se van desarrollando los detalles de los diferentes capítulos de esta tragicomedia.

La trama, incluso se mezcla con el parlamento y carabineros, y llega a los noticieros de la noche y los medios de comunicación más tradicionales. Por lo que se podría afirmar que todo Chile conoce la situación familiar de los hijo e hija del matrimonio.

Todos sus amigos y amigas, conocidos y familiares manejan detalles de cada momento de esta trama.

A través de comunicados de prensa, ambas partes, con el intricado lenguaje de los abogados y abogadas, se acusan de violencia física y psicológica dentro del hogar que compartían con sus hijos.

Revictimizándolos a través de la prensa y redes sociales, contando ese dolor, que sabemos que las víctimas de violencia reviven cada vez que recuerdan, más aún en una edad donde se está construyendo su personalidad. Debería preocuparnos cómo esta situación atenta contra su salud mental e incluso en contra de su dignidad como personas.

Un comunicado de prensa en temas de violencia intrafamiliar, debe siempre hacernos cuestionar sobre la violencia ejercida a los menores expuestos y de todas maneras alertar a los Tribunales de Familia, a la sociedad y al propio Estado, que se ha comprometido a la protección de la niñez, a través de la Ley de Garantías y Protección Integral de los Derechos de la Niñez y Adolescencia. No se litiga por la prensa, menos en caso donde hay sujetos de protección.

Vemos con sorpresa y estupor el deseo de algunos padres y madres, que están más enfocados a que un juez de la República les valide “su verdad” en lugar de enfocarse en los hijos e hijas en común.

No es momento de opinar del caso en profundidad, teniendo herramientas para hacerlo, preferimos respetar a este niño y niña, que hoy están sufriendo, porque las peleas de sus padres pueblan internet, ese espacio en el que conviven con sus pares: entrevistas, acusaciones y detalles vergonzosos y violentos a cada hora en las “redes”. A ellos solo les enviamos mucho amor y decirles que ya pasará, sus papás los aman, pero están desorientados en su actuar.

No es el primer caso mediático con niños presentes, se vienen varios a nuestra mente, uno en particular que nos impactó, porque una niña estuvo obligada a cerrar su año escolar anticipadamente, por el acoso de las redes y los medios afines a la farándula

A los medios de comunicación, youtubers y medios digitales: entendemos que el morbo “vende” y que para algunos/as es entretención, pero hay niños y niñas involucrados y la ética periodística o incluso la humanidad debiera ayudar para poner límites.

Cuando una pareja se separa y hay niños y niñas presentes, ellos sufren y nuestra obligación como padres, familiares y sociedad es cuidar su salud mental y emocional.

También un llamado a la reflexión del porqué somos tan indolentes, hasta el punto de invisibilizar la niñez, ¿es acaso el adulto centrismo que impera en la sociedad, lo que nos impide empatizar?

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias