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Violencia digital: la usurpación de identidad y su impacto en mujeres, niñas y adolescentes BRAGA Créditos: Pexels

Violencia digital: la usurpación de identidad y su impacto en mujeres, niñas y adolescentes

Natalia Mora Olavarría
Por : Natalia Mora Olavarría Periodista en El Mostrador Braga
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El robo de identidad en redes sociales y la difusión de imágenes íntimas falsas genera graves consecuencias emocionales en sus víctimas, vulnerando su identidad. La diputada Consuelo Veloso conversó con El Mostrador Braga acerca de las posibles sanciones legales para esta práctica.


El 9 de febrero se conmemoró el Día Internacional del Internet Seguro, con el objetivo de promover el uso seguro, respetuoso y responsable de las tecnologías digitales. Esta tecnología, a pesar de las herramientas positivas que nos brinda, trae consigo prácticas que perpetúan disparidades de género, creando nuevas formas de opresión contra las mujeres y las niñas. Una de las formas de violencia de género que se hacen presentes es la difusión de imágenes íntimas falsas y la usurpación de identidad.

La suplantación de identidad para crear cuentas falsas en redes sociales, que incitan a pinchar links redirigiendo a páginas donde supuestamente se vende contenido de carácter erótico o sexual, es una práctica que se hace presente en las plataformas web de manera común. Estos perfiles falsos son, en su mayoría, de mujeres jóvenes, en algunos casos incluso menores de edad, quienes son víctimas de esta práctica donde hacen uso no autorizado de su imagen.

Quien comete la agresión realiza capturas de pantalla o robos de imágenes no autorizadas, publicándolas en el perfil falso -comúnmente en la red social Instagram- como propias. Por lo general, las fotografías usurpadas son de jóvenes en bikini, o con ropa ajustada y corta. Por otro lado, los nombres de usuario tienden a ser parecidos al original de la persona que es víctima, cambiando detalles mínimos para hacerse pasar por ellas.

El fin de estas cuentas es incitar a los usuarios a pinchar en links adjuntos en la biografía de los perfiles falsos, donde se vende supuesto contenido sexual en páginas como OnlyFans.

Paulette, de 22 años, fue víctima de esta práctica, cuando utilizaron sus imágenes para crear una cuenta que se hacía pasar por ella para vender contenido. “El perfil tenía fotos mías con short y tops que en ese momento tenía en las historias destacadas de mi cuenta de Instagram, junto con una descripción que incitaba a hacer clic en un link adjuntado en donde yo, supuestamente, vendía contenido”, señaló en su testimonio.

La usurpación de identidad en redes sociales es una práctica común que afecta principalmente a mujeres, incluso menores de edad. Imagen: Pexels.

Por otro lado, a Amara, de 22 años, le ocurrió esto más de una vez. “En el perfil había fotos de partes de cuerpos de mujeres -trasero, pechos, cintura- sin mostrar ningún rostro, acompañado de imágenes mías que habían sacado de mi cuenta personal. Supe de la existencia de la cuenta falsa porque empezó a seguir a quienes yo seguía, incluyendo a profesores de la universidad, lo cual me dio una vergüenza enorme”, manifestó.

Luego de que esto le ocurriera, Amara indicó que se sintió asustada y pasada a llevar. “Sentí que utilizaban mi cuerpo e imagen como medio de ganancia, como un objeto sexual”, expresó.

Respaldo legal

Ante lo común de esta problemática, en Chile se presentó en julio del 2023 un proyecto de ley que busca modificar el Código Penal, para sancionar la usurpación de identidad realizada a través de redes sociales.

En el documento se menciona que “existen suplantaciones de identidad muy comunes, como aquella consistente en el robo de fotografías a adolescentes o mujeres jóvenes, y la utilización de estas para crear perfiles de redes sociales falsos (sobre todo Instagram o plataformas como OnlyFans), los cuales ofrecen contenido sexual o servicios sexuales, ya sea con la intención de estafar o de mancillar la honra de la persona suplantada”.

La diputada Consuelo Veloso, quien forma parte de este proyecto de ley, mencionó en conversación con El Mostrador Braga que quienes son víctimas de esta práctica “se ven afectadas emocionalmente al descubrir que su identidad ha sido utilizada sin su consentimiento para actividades indebidas. Esto porque pueden enfrentar daños graves a su reputación y privacidad, ya que se están compartiendo contenidos falsos o comprometedores en su nombre”.

Actualmente, esta práctica no está sancionada como delito, por lo cual, la principal solución es la denuncia de la cuenta falsa a través de la misma plataforma donde se presenta la usurpación.

El código penal actual “contempla disposiciones relacionadas con la usurpación de nombre, pero no está adaptado a los tiempos actuales”, señaló la diputada, y agregó que lo que se busca con este proyecto de ley es “ampliar el tipo de suplantación de nombre contenido en el artículo 214 del código penal”, estableciendo esta problemática como delito.

De esta manera, quienes son víctimas del robo de identidad para crear cuentas con estos fines se ven protegidas y respaldadas por normativas legales.

Diputada Consuelo Veloso, quien es parte del proyecto de ley que busca sancionar esta práctica. Imagen: Instagram.

“Esta actualización del código penal es esencial para adaptar la legislación a los desafíos actuales que presenta la era digital y enviar un mensaje claro de que la suplantación de identidad en línea es un delito que será castigado con todo el rigor de la ley, un resguardo para todas las personas, pero en especial para las mujeres que son quienes mayoritariamente se ven afectadas por la suplantación vinculada a su sexualidad”, manifestó Veloso.

Menores de edad

“Cuando tenía 15 años crearon un perfil falso con mis imágenes, ese fue el primero de varios. A los 17 años editaron y manipularon digitalmente una foto mía haciendo parecer que estaba desnuda. Me sentí horrible. La imagen editada estaba circulando en un grupo de WhatsApp donde había muchas personas, esto me hizo sentir muy insegura y desconfiada. Quise denunciar a PDI, pero no quedó en nada, me dijeron que no podían hacer mucho”.

Lo anterior corresponde al testimonio de Catalina, quien fue víctima varias veces de la usurpación de su identidad en redes sociales y a quien incluso le difundieron una imagen falsa cuando aún era menor de edad. Esto tuvo repercusiones psicológicas que atentaron contra su confianza y seguridad.

Al respecto, la diputada Veloso manifestó que cuando se trata de menores de edad, la situación se vuelve “aún más grave y preocupante, puesto que se trata de niñas y adolescentes en pleno desarrollo que ya tienen que lidiar con lo que implica ser mujer en una sociedad que te sexualiza desde pequeña”.

“En este caso, literalmente se explota la sexualidad de las personas, especialmente de las mujeres, para beneficio económico, en las redes sociales”, mencionó la diputada, quien considera este tipo de prácticas como una utilización del cuerpo de las mujeres como un objeto de consumo para la obtención de ganancias.

“La explotación sexual de menores de edad es un delito grave, y las autoridades ante aquello deben intervenir. La pregunta es: ¿Cuáles son los requisitos para que se considere que existe tal vulneración? Sin duda, esperamos que este espacio público virtual también sea considerado un lugar donde el Estado y la justicia tiene que entrar a regular para la protección de las víctimas”, agregó.

Por último, se exhibe que los efectos de esta forma de violencia van más allá del ámbito digital, dado que agrava las desigualdades y representa una amenaza para los derechos y la seguridad de las mujeres, niñas y adolescentes, tanto en línea como fuera de ella.

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