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Carmen Galdames, escritora: “Para mí el feminismo es libertad” BRAGA Planeta / Valentina Rojas

Carmen Galdames, escritora: “Para mí el feminismo es libertad”

Antonia Sepúlveda
Por : Antonia Sepúlveda Periodista en El Mostrador Braga.
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“El amor acaba” desafía las normas y estereotipos con una protagonista liberada sexualmente, explorando la complejidad de relaciones no convencionales, y reflexionando sobre el poder, el consentimiento y la identidad femenina.


El amor acaba es la segunda novela de la escritora nacional Carmen Galdames. La historia explora las contradicciones y vicisitudes de Sara, una mujer que decide terminar su matrimonio sin muchas explicaciones; las infidelidades forman parte de su vida cotidiana y disfruta del sexo sin tapujos con cualquier persona que esté dispuesta a entregarse. En esta encrucijada conoce a Juan, el otro protagonista, el vecino del departamento de sus padres. Sara, al verlo salir postrado en una camilla con paramédicos, el llamado de la muerte genera curiosidad en ella.

Pese a que nos encontramos con una personaje femenina que, en la mayoría de las novelas de amor romántico, se nos presenta como la antagonista, Galdames reivindica los errores y deseos de Sara, descargándola de aquella concepción negativa. No nos encontramos frente a personajes perfectos ni mucho menos deseables; sino que se busca representar lo alterno, lo distinto, o lo que la literatura clásica nos ha hecho creer que es lo “diferente”.

“Siempre pensé que habría sexo en este libro porque es un elemento central en la conexión entre los personajes principales. Quería escribir sobre una mujer que se sintiera libre sexualmente, sin culpas ni restricciones, disfrutando sin reservas. Sara representa esa libertad, aunque su relación con el sexo es compleja, ya que lo utiliza como una forma de evasión y, al mismo tiempo, de conexión emocional. Creo que es importante que las personas, especialmente las mujeres, puedan vivir su sexualidad sin miedo al juicio o la censura. Esta representación contribuye a la discusión sobre la autonomía del cuerpo y el empoderamiento femenino al desafiar las normas sociales que intentan controlar y limitar la expresión sexual de las mujeres”, comentó la autora en conversación con El Mostrador Braga.

 -¿Cómo crees que el hablar sin tapujos sobre la sexualidad desafía el canon literario clásico?

Creo que hablar sin tapujos sobre la sexualidad, rompe el tabú y la vergüenza que rodean el tema. En mi escritura, busqué representar la sexualidad de manera honesta y directa, mostrando las experiencias y deseos de los personajes sin filtros. Esto puede ser provocativo y desafiante para algunos lectores, pero también es liberador al permitirnos hablar abiertamente sobre un aspecto fundamental de la experiencia humana. Desafiar el canon en la literatura es importante para generar discusiones y reflexiones más profundas sobre la sexualidad y el placer.

 -En cuanto a la relación entre Sara y Juan, ¿cómo crees que la novela contribuye a la discusión sobre relaciones no convencionales?

 -La relación entre Sara y Juan es compleja y desafiante. A lo largo de la novela, vemos cómo el poder va cambiando entre los personajes y cómo Sara, a pesar de no estar enamorada, tiene el control en la relación. Esto desafía las concepciones tradicionales de poder y género en las relaciones, y nos lleva a reflexionar sobre las diferentes formas en que se pueden establecer dinámicas de poder y consentimiento en contextos íntimos.

 -¿Cómo crees que la novela desafía la visión del amor romántico que a menudo se presenta en la literatura, especialmente en lo que respecta al personaje de Sara?

 -La novela desafía la visión del amor romántico al presentar una relación entre Sara y Juan que no se ajusta a los estereotipos. A diferencia de la narrativa tradicional en la que la mujer está profundamente enamorada y el hombre es más distante, aquí vemos a Sara como una mujer independiente que busca su propia satisfacción y libertad emocional. Esto desafía la idea de que el amor romántico es la única forma válida de relación y nos lleva a cuestionar las expectativas y parámetros que rodean el amor y la intimidad.

 -¿Qué opinas sobre el papel de la mujer en la literatura contemporánea y cómo crees que tu novela desafía o refleja este quiebre de las normas de género en este contexto particular?

 -Creo que el papel de la mujer en la literatura contemporánea está cambiando y evolucionando, pero aún hay desafíos en cuanto a la representación y la voz de las mujeres en la escritura. Con mi novela, busqué desafiar los roles tradicionales de género al presentar personajes femeninos fuertes y sexualmente libres. Sara es un ejemplo de esto, ya que representa una mujer que vive su vida según sus propios términos, sin conformarse con los roles tradicionales de género. Al mostrar la complejidad y la diversidad de las experiencias femeninas, creo que mi novela contribuye a ampliar el espectro de voces y perspectivas en la literatura contemporánea.

-¿Cómo pensaste la exploración de fantasías sexuales para romper con lo políticamente correcto en la literatura?

-Es necesario que las personas tengan la libertad de explorar sus fantasías sexuales sin sentir miedo ni culpa. En mi novela, muestro cómo Sara y Juan se aventuran en juegos de roles y fantasías, desafiando las convenciones sociales y disfrutando de su intimidad de una manera auténtica. Creo que es saludable vivir nuestras fantasías y no reprimirnos por miedo al juicio o la censura. En cuanto a lo políticamente correcto en la literatura, creo que es importante explorar temas que puedan incomodar o provocar reflexión. A veces, el miedo a lo políticamente incorrecto puede limitar la creatividad y restringir la libertad de expresión. Para mí, la literatura debe ser un espacio para la rebeldía y la exploración, donde podamos atrevernos a ser nosotros mismos sin temor al castigo o la condena. Creo que esta libertad es esencial para el feminismo, ya que nos permite redefinir y celebrar nuestra propia sexualidad y placer. Para mí el feminismo es libertad.

 -El personaje de Juan se ve envuelto en una funa, ¿por qué decidiste explorar la temática de la funa en la novela?

 -Decidí explorar la temática de la funa en la novela porque me pareció relevante para la trama y para el desarrollo de los personajes. La funa es un fenómeno social complejo que puede tener consecuencias profundas en la vida de las personas, y quería examinar cómo afecta a los personajes y sus relaciones. Al mostrar las diferentes perspectivas sobre la funa y sus implicaciones sociales, creo que la novela abre un espacio para la reflexión y el debate sobre la justicia, el poder y la responsabilidad en nuestras interacciones sociales.

 -¿Cómo abordaste la contradicción humana dentro de la propia protagonista?

 -La abordé mostrando sus dudas, sus miedos y sus conflictos internos a lo largo de la historia. Creo que la contradicción es una parte fundamental de la experiencia humana y es importante representarla de manera auténtica en la literatura. Los personajes complejos y contradictorios son más realistas y más interesantes de leer, ya que nos permiten explorar las múltiples facetas de la condición humana y reflexionar sobre nuestras propias contradicciones y ambigüedades.

 -¿Cuánto de ti pusiste dentro del personaje de Sara y qué opinas sobre el concepto de autoficción en la literatura?

 -Creo que inevitablemente hay partes de mí en el personaje de Sara, así como en otros personajes de la novela. Como escritora, es imposible separar completamente mi propia experiencia y perspectiva de la creación de personajes y tramas ficticias. Sin embargo, también hay una distancia entre yo como autora y los personajes que he creado, y parte del proceso creativo implica explorar y desarrollar estas diferencias. En cuanto al concepto de autoficción, creo que puede ser una herramienta poderosa para los escritores, pero también es importante tener en cuenta los límites.

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