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Kilombo negrocéntricxs y la representación de las mujeres y disidencias afrochilenas BRAGA Kilombo Negrocenticxs

Kilombo negrocéntricxs y la representación de las mujeres y disidencias afrochilenas

Natalia Mora Olavarría
Por : Natalia Mora Olavarría Periodista en El Mostrador Braga
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El Mostrador Braga conversó con la representante de la organización Kilombo Negrocénticxs, Francisca Medina, respecto a lo que significa ser mujer afrochilena y la importancia de la representación y los espacios de reflexión en torno al racismo.


El 21 de marzo se conmemora el Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial, fecha instaurada por la Organización de Naciones Unidas en 1966 para combatir el racismo e incentivar a la comunidad a redoblar los esfuerzos para eliminar todas las formas de discriminación racial.

La mayoría de las víctimas de este tipo de discriminación son personas afrodescendientes, indígenas o en situación de migración. La situación se agrava cuando estas son mujeres quienes ven vulnerados sus derechos e integridad en razón de su color de piel o posición.

En Chile, la población afrodescendiente ha tenido escasa visibilidad. Sumado a ello, diversos estudios e instancias internacionales consideran que esta población se encuentra en una situación de desventaja en relación con otros grupos sociales. Por lo mismo, El Mostrador Braga conversó con la representante de la organización Kilombo Negrocéntricxs, Francisca Medina, quien relató lo que significa ser mujer afrochilena, y la importancia de la representación y los espacios de reflexión en torno al racismo y la xenofobia.

Mujeres y disidencias afrodiaspóricas

La afrodescendencia guarda relación con la diáspora africana, es decir, grupos de poblaciones provenientes del continente africano que forzosamente fueron obligados a abandonar sus territorios originarios y que tuvo como consecuencia la presencia de africanos en distintas partes del mundo.

Para Medina, “cuando hablamos de afro-diáspora, es para referirnos a personas afrodescendientes, que provenimos o tenemos esta raíz de África, que descendemos de personas que fueron esclavizadas y traídas a este territorio”. De esta manera se entiende que Kilombo Negrocéntricxs, es una organización de mujeres y disidencias afrodiaspóricas que parte desde la necesidad de visibilizar la violencia racista cotidiana y otros tipos de discriminación.

Kilombo negrocentricxs presentes en la manifestación del 8 de marzo del 2024

Medina explica que el término Kilombo proviene de las personas que fueron esclavizadas, donde “había personas que lograron juntarse y se iban a espacios más alejados de la ciudad y de quienes esclavizaban, allí formaron comunidades de resistencia. Estas tienen distintos nombres, pero en Argentina se les denominaba quilombo”.

De esta manera, esta palabra se convirtió en una forma de “referirse a algo que está desordenado, que no tiene organización”, mencionó Medina, asociando la organización de comunidades afrodescendientes con el desorden y la suciedad. Esto se convierte, por tanto, en un claro ejemplo de palabras que se volvieron de uso cotidiano, pero que conllevan un trasfondo de discriminación y racismo. Por lo mismo, desde la organización decidieron resignificar este concepto, volviendo a hacerlo propio y tomándolo como un signo de lucha contra estas formas de violencia.

La invisibilización y la representación

“Desde la historia tenemos una visión de que la afrodescendencia no es parte del territorio. Se suelen visibilizar mucho más la presencia de otros grupos, por lo que ya desde la raíz identitaria, desde cómo la sociedad chilena se entiende como chilena, lo afrodescendiente no está dentro”, expresó la representante de Kilombo acerca de la invisibilización que sufren.

Para ella, esto constituye una negación histórica, la cual además conlleva que dentro de los movimientos sociales sean vistas y asociadas solo a temas de migración, dado la relación que comúnmente se hace entre la afrodescendencia y personas migrantes.

A pesar de que se reconocen avances, estos parten desde los movimientos sociales y las propias organizaciones afrodescendientes como Kilombo, quienes han tenido que instalar el tema. “No es algo que está visibilizado, sino que una tiene que ir, luchar y pelear el espacio para que el resto diga claro, ellas también están”.

Para Kilombo significa un avance importe que este año, por primera vez en el Censo, se incorporó una pregunta para determinar el origen étnico afrodescendiente. Esto luego de múltiples gestiones realizadas durante años, por parte de las organizaciones afrodescendientes de la Región de Arica y Parinacota.

Esta medida permitirá tener una estimación del número de la población afro que habita en Chile y conocer sus condiciones de vida. “Para nosotras el censo representa una oportunidad para visibilizar que estamos, cuántos somos y dónde estamos y de esta manera justificar y pelear por nuestros derechos frente a las políticas públicas y el Estado”, mencionó Medina.

Reconocer las características de la comunidad afrodescendiente en Chile resulta importante para arrojar cifras respecto al estado y condición de estas y que así la organización pueda darle visibilidad al tema. “Las cifras de otros países de Latinoamérica arrojan que la comunidad afrodescendiente es la que más precarizada se encuentra, no tienen acceso a estudios o a servicios básico, allí es donde radica la urgencia de saber las características de la población”.

La autoidentificación como persona afrodescendiente es la base de la pregunta incluida en el Censo. “Una se identifica con una comunidad por los rasgos que tiene, pero otro aspecto importante es lo cultural, por ejemplo, qué prácticas culturales hay en mi familia, cómo me siento respecto a mi identidad”, señaló Medina.

El racismo como principal dificultad

La violencia racista, entrelazada con la discriminación de género, se vuelve una de las principales dificultades para las mujeres afrodescendientes en términos de igualdad de género y derechos. Casos como los de Joane Florvil, una mujer, madre, migrante haitiana y afrodescendiente que falleció tras ser detenida por estar acusada de abandonar a su hija menor de edad, son ejemplos para la comunidad afro de racismo y discriminación.

“El racismo manifestado en el Estado, en la policía, en instituciones públicas y privadas, van generando una serie de barreras y vulnerabilidad que cada vez van profundizando la precarización de las personas”, sostuvo la representante de Kilombo. Para ellas, el caso de Joane Florvil es un ejemplo de xenofobia y racismo, a lo que se le suma la falta de preparación de las y los profesionales en torno a la migración. 

Equipo de la organización Kilombo Negrocentricxs

Por lo mismo, desde Kilombo aseguraron que “la interculturalidad debe ser un elemento que abordemos dentro de las instituciones”. Para ello, afirmaron que es importante crear espacios reflexivos. “Es crucial que las personas puedan reflexionar y reconocer su racismo internalizado. Desde ahí recién podemos pensar en el cambio. Si este proceso previo del reconocer no está, es difícil que algo pueda cambiar”

Es allí donde radica la importancia de que las comunidades afrodescendientes trabajen en conjunto con la institucionalidad. “No podemos trabajar con las personas si es que la institucionalidad no cambia, y no podemos colaborar con esta si no sabemos qué está ocurriendo en las calles y poblaciones”, explicó Medina.

“No es fácil reconocerse afrodescendiente, porque muchas veces una lo aprende desde el racismo. Te das cuenta de que eres afrodescendiente porque sufres racismo y ahí comienzas a tener conciencia de que eres distinta”, mencionó.

Por último, desde la organización Kilombo negrocénticxs insistieron en la importancia de generar espacios para compartir en comunidad. “El nombre Kilombo no es al azar, sino que viene porque como organización generamos lazos y vínculos fuertes entre nosotras, el cual es difícil tener con una persona que no vive la misma experiencia de racismo”, sostuvo Medina.

“Hacemos un llamado como organización a generar alianzas a aquilombarnos y acuerparnos, además de contenernos. Ya el mundo y la sociedad para nosotras es hostil, por lo que es enriquecedor tener espacios de contención”, finalizó.

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