La actual concejala de Convergencia Social participará en las primarias del oficialismo el próximo 9 de junio, desde donde emergerá la figura que disputará la alcaldía porteña. A su juicio, ya es hora de oxigenar y hacer un recambio de liderazgo en la ciudad puerto.
La abogada del Frente Amplio (FA), Camila Nieto, se prepara para competir en las primarias municipales oficialistas luego de poco más de tres años como concejala en Valparaíso. Si bien señala que trata de ser justa a la hora de evaluar la administración del actual alcalde, Jorge Sharp, le es imposible desconocer que “la ciudad no está en su mejor momento”. “Ya hemos visto ocho años de gestión de esta alcaldía y me parece que se necesita oxigenar, se necesita recambio en el liderazgo”, afirma.
Al igual que en el resto del país, la crisis de seguridad es uno de los principales focos de preocupación, pero más allá de la coordinación con Carabineros y el Plan de Seguridad Comunal, para Nieto la alarma también radica en el creciente deterioro de Valparaíso. “Tiene que ver con cómo mantienes la limpieza, el orden, la iluminación de la ciudad, para constituir espacios seguros para todos quienes habitamos” y agrega que “ahí efectivamente hay una deficiencia, hay un problema, ya se llegó a un tope con la gestión”.
-¿Cómo ha sido tu experiencia como concejala por Valparaíso y cuál es tu evaluación de la administración del alcalde Jorge Sharp desde ese rol al interior del municipio?
-Bueno, asumimos el rol de fiscalización, por una parte, porque creemos que es bastante importante y con lo que también las personas asocian más a las concejalías. En ese sentido, mi expertise y la profesionalización en el mundo del derecho, al ser abogada, también me proporciona más herramientas para poder ejercer ese trabajo, pero otro aspecto que trabajamos mucho en la concejalía, y que muchas veces se diluye en el histórico rol del concejal, es cómo tú pones al servicio tu trabajo para promover y fortalecer la participación ciudadana. Y eso, en simple, implica una concejalía que ha estado en terreno y desplegada durante estos casi tres años y medio de trabajo.
Entiendo que el rol de un político para poder hacer vocería, para poder comunicar, tiene mucho que ver con empaparse de la realidad de cada comunidad, de cada cerro, de cada sector de Valparaíso. Yo soy de la parte alta del Cerro Las Cañas, sigo viviendo ahí, habito Valparaíso, y por eso también me doy cuenta de que las problemáticas que se tienen en un sector no son las mismas que en otro, a pesar de que también hay ciertos problemas de la ciudad que son transversales. Por eso, siempre nuestro enfoque en la concejalía ha estado muy ligado al trabajo en terreno y a la fiscalización.
Además, hemos también promovido –y esto es un poco salir de la cajita estructurada donde dejan a los concejales y concejalas– líneas territoriales, por ejemplo, de cuidados. Los cuidados fueron algo bien relevante, que nosotras decidimos hablar con distintas organizaciones, realizamos encuentros comunales por cuidados para que las personas, primero, identificaran que tienen un rol de cuidadora, que existe esta palabra, pero también que hay una política pública naciente que tiene que ver con el Sistema Nacional de Apoyos y Cuidados, y eso creo que fue un trabajo muy enriquecedor que nosotras hicimos el año pasado.
Otro rol que instamos desde este trabajo territorial y ocupando las funciones de concejala, guarda relación con generar puentes. Las concejalías no son las personas o individualidades que cortan el queque de lo que hoy día pasa en tu comuna para darle una respuesta a la vecina o vecino, pero sí la concejalía tiene la posibilidad de generar alianzas, generar conversación y gestionar. Por ejemplo, en materia de incendios y de la reconstrucción, específicamente del 2019, tomamos un rol bien importante de poder ponernos a disposición para destrabar ciertos trámites administrativos que han hecho que esa reconstrucción en particular sea lenta.
Respecto a la gestión del alcalde Sharp, ya se han cumplido casi ocho años de la administración y creo que el estado de la ciudad habla por sí solo. Tengo una visión donde trato de ser bastante justa en reconocer lo bueno, porque creo que hay cosas buenas que se han hecho en estos ocho años. Por nombrar algunas, creo que las OMZ (Oficinas Municipales de Zona), que son duplas que trabajan en los territorios, son muy bien evaluadas por las dirigentas. Es muy relevante que el municipio constantemente esté apoyando a las vecinas y vecinos, desconcentrando funciones del municipio y llevándolas al territorio. La Dirección de Género que ha comenzado un trabajo desde el año pasado en adelante, constituyéndose y generando también una propuesta, un programa relacionado con los cuidados, precisamente en un sentido mucho más amplio, también lo evaluamos bien. Y reconocemos que ha habido una disminución del déficit, desde cómo se recibe con 18 mil millones de pesos de déficit, versus actualmente el 2023, si mal no recuerdo, el informe financiero hablaba de que el déficit rondaba los mil millones de pesos.
Esos son elementos buenos que reconocemos. Pero para mí la gestión del alcalde ha tocado techo respecto de cosas que son bien importantes y que a mí me da la impresión que a los porteños y porteñas nos importan mucho, y una de ellas tiene que ver con el estado actual de la ciudad.
A las personas nos importa mucho la seguridad y es un tema nacional. Y la seguridad no solamente pasa por cómo la jefatura comunal propone una buena relación con Carabineros, para que estos puedan sumarse al plan estratégico que tienes de seguridad comunal, sino que, por otro lado, también tiene que ver con cómo mantienes la limpieza, el orden, la iluminación de la ciudad, para constituir espacios seguros para todos quienes habitamos. Hablamos de mujeres, niños, adolescentes, cualquier porteño y porteña. Ahí hay efectivamente una deficiencia, hay un problema, ya se llegó a un tope con la gestión.
-Ha trascendido mucho el tema del deterioro, ¿podrías confirmar entonces que efectivamente hay un abandono de los espacios públicos?
-Sí, yo considero que sí ha existido, la ciudad no está en su mejor momento. Eso obedece a varios factores, por cierto, no podemos olvidar que hubo una pandemia de por medio, un estallido social también, en 2019, pero también hay un tema de gestión y yo creo que es bastante relevante. Hoy día el municipio no tiene fondos municipales tan grandes y, por tanto, dentro de la función municipal tienes que salir a buscar esos recursos postulando a proyectos, por ejemplo, la postulación de los proyectos de la Subdere, al Gobierno Regional, y el cómo gestionas esos recursos es súper fundamental para hoy día sacar de este estado a la ciudad de Valparaíso.
-La figura del alcalde Jorge Sharp emerge desde la matriz del Frente Amplio y hoy día tú eres la precandidata del FA para liderar la comuna. ¿Qué es lo que el FA le puede ofrecer en términos diferenciadores a Valparaíso, a partir de tu candidatura, y cuáles son los ejes programáticos más importantes con los que vas a disputar estas primarias?
-Entendemos igual que el proceso de creación de un programa parte precisamente en el momento de la primaria. Estamos semillando un programa que queremos también sea construido ampliamente. Hay que tener necesariamente una propuesta relacionada con seguridad, con desarrollo económico. Pero también acá quiero hacer una distinción como porteña: hay temas históricos en Valparaíso que no se han logrado resolver en este tiempo, y hay temas que son los contingentes.
Respecto a los temas históricos, tenemos animales abandonados, el tema de los ascensores, el tema patrimonial, el desarrollo económico y local. Esas son temáticas que siempre, desde que yo soy pequeña, las escucho. Y me parece que es importante abordarlas. Y tú las puedes abordar, por un lado, con mejor gestión interna del municipio, porque hoy día postular a los fondos implica tener equipos lo suficientemente robustecidos, pero también una jefatura comunal que esté liderando el proceso de gestión. Porque hay que recordar –y yo creo que esto es lo que podemos ofrecer también– que es importante tener una alcaldía que esté pendiente y a cargo de la jefatura comunal de un servicio que es la municipalidad. Por tanto, hay un rol de gestión que uno no puede obviar, además del rol político que pueda tener la alcaldesa. Eso primero.
Por otro lado, también hay otras necesidades que son actuales, por eso también los ejes programáticos tienen que obedecer a las necesidades que hoy día yo identifico como porteña y que tienen que ver precisamente con seguridad. Y eso hay que abordarlo de manera integral, la seguridad también implica, por cierto, mejor relación con los carabineros para potenciar los despliegues en las patrullas municipales, pero también implica que el Estado pueda llegar, el municipio pueda llegar a sectores donde actualmente no llega.
Y una tercera patita –que para mí es muy relevante, porque es una función que solamente la hace el municipio– tiene que ver con la limpieza, con el ornato, con el embellecimiento de la ciudad, con la iluminación. Por tanto, el cómo tú generas condiciones para hacer que tu ciudad se sienta segura. Y, por cierto, eso se relaciona mucho con una vocación de Valparaíso que es muy relevante, que tiene que ver con el turismo. El eje de cómo puedes potenciar el desarrollo económico local está también muy ligado con aquella materia prima que tenemos en nuestra propia identidad, que tiene que ver con el turismo.
-El tema de la probidad y transparencia a nivel municipal va a marcar este año electoral a propósito de los cientos de casos de corrupción que se investigan a nivel nacional. ¿Cuál es tu lectura respecto a esta problemática y cuáles deberían ser los estándares para los partidos y para quienes buscan liderar las comunas en los próximos años?
-Efectivamente, lo que hemos visto todas las ciudadanas y ciudadanos es que ha habido un modus operandi de cómo ciertos sectores de la política se han relacionado con los municipios. Casos emblemáticos como Maipú, como Vitacura, entre otros, donde se perpetúa un modelo de entender que los recursos municipales no están destinados solamente para las personas y el bien común, sino que también para beneficiar a ciertos sectores. Y yo creo que no hay que dejar margen de duda para decir que la transparencia y la probidad son fundamentales. Eso no es solamente un eslogan, al que todos y todas van a adherir, por cierto, porque es un proceso de campaña, sino que también debe implicar medidas concretas.
Hoy día potenciar la Dirección de Control, por ejemplo, que es el órgano contralor interno que tiene toda municipalidad, resulta fundamental. También está ad portas de convertirse en ley una reforma integral a las municipalidades, a las corporaciones, donde vienen modificaciones a las Direcciones de Control, entendiendo que estas no son nombradas a dedo por el alcalde, no son de su confianza y, por tanto, es un contrapeso que se puede potenciar, además de las atribuciones que pueda tener el Concejo Municipal. Pero lo cierto, y lo digo como concejala, hoy en día uno mira y espera que la Dirección de Control pueda tener a los funcionarios y funcionarias técnicamente competentes para que a ti te puedan ayudar a cumplir con el rol de fiscalización, porque, si no, se hace muy complejo.
Por otro lado, la planificación resulta vital, porque si tú planificas todo el proceso de compras, te puedes preparar para lo que van a ser licitaciones, tratos directos y eso te permite no estar a última hora y, por tanto, correr riesgo de no estar aplicando correctamente la normativa relacionada con las compras públicas. Cuando tú no aplicas una normativa correcta siempre vas a dejar un margen de duda ahí y es posible también de fuga, porque escasea el control.
Lo que quiero decir es que transparencia, probidad, no solamente tienen que ser un eslogan, sino que también se tiene que materializar en robustecer los espacios de control. Por ejemplo, una auditoría. Si nosotros llegáramos a la alcaldía de Valparaíso, tiene que ir sí o sí, independientemente de que podamos ser más o menos de un sector del progresismo, tiene que existir una auditoría, para que realmente se pueda ver cómo está la situación financiera del municipio internamente.
-Independiente de que la candidatura que salga de las primarias va a ser una candidatura que va a alinear al oficialismo en general, ¿por qué a tu juicio el Frente Amplio debiese llegar a la alcaldía de Valparaíso?
-Porque hoy día Valparaíso necesita un proyecto alternativo. Ya hemos visto ocho años de gestión de esta alcaldía y me parece que se necesita oxigenar, se necesita recambio en el liderazgo, porque la situación en la que hoy día estamos, que no es nuestro mejor momento, nos requiere a todos y todas. Y que nos requiera a todos y todas, implica que tú tengas una persona a la cabeza que sea convocante y que esté comprometida con gestionar realmente las soluciones para las necesidades de tu comunidad, y no solamente tener una vocería política.
Creo que eso es hoy día lo que nosotras ofrecemos. Ofrecemos mantener aquello bueno que se ha hecho, pero mejorar con participación y con apertura, lo que debemos construir entre todos y todas para poder sacar adelante e impulsar nuevamente a Valparaíso. Y con mucha honestidad, porque hoy día creo que la situación en la que nos encontramos va a requerir de mucho tiempo, de mucho diálogo, y la participación de distintas actorías. Por eso creo que es tan relevante no tener un líder que segmente tanto, y que podamos trabajar por convocar. Eso es lo que hoy día Valparaíso necesita, sin perder de vista, por cierto, las transformaciones sociales que están en la base.