Roger Vangheluwe, de 87 años, fue expulsado del sacerdocio por el Papa Francisco luego de que salieran nuevos elementos en su caso por abuso sexual de menores.
El papa Francisco apartó del sacerdocio a Roger Vangheluwe, un exobispo belga que hace 14 años reconoció haber abusado sexualmente de un sobrino suyo, pero no fue sancionado por la Santa Sede.
El Vaticano informó esta semana que Vangheluwe, de 87 años, había sido “expulsado del estado clerical” luego que salieran a la luz “elementos nuevos y graves” en su caso.
El obispo había renunciado a su cargo en 2010, luego de admitir haber abusado de uno de sus sobrinos durante más de 10 años, cuando este era menor de edad. Posterior a ello, reconoció el abuso de un segundo sobrino.
Además, se sumaron acusaciones de antiguos miembros de un hogar de acogida con los que, según los denunciantes, mantuvo encuentros sexuales a mediados de los años ochenta, cuando ellos eran niños.
A pesar de ello, en aquel entonces no fue procesado debido al plazo de prescripción de Bélgica. Cuando se divulgó el caso un grupo de sacerdotes en Bélgica condenó el incidente. Los obispos de aquel país habían pedido por escrito y en persona repetidamente al Vaticano que expulsara al hombre del sacerdocio, sin recibir respuesta.
La embajada dijo en su comunicado que después de escuchar la defensa de Vangheluwe, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe presentó la causa a Francisco el 6 de marzo. Días después, dijo, el papa decidió aceptar la recomendación de pasar a Vangheluwe al estado laico.
En una declaración tras la destitución, la Conferencia Episcopal belga dijo que siempre había considerado “vergonzoso” que a Vangheluwe se le hubiera permitido seguir siendo sacerdote y obispo, a pesar de estar bajo restricciones.
Tras ser destituido, Vangheluwe continuará viviendo en un monasterio, dado que pidió que se le permita vivir en una casa de retiro “sin contacto con el mundo” para dedicarse a la oración y la penitencia.
De esta manera, el “caso Vangheluwe” terminó por convertirse en un símbolo de los escándalos de abusos en el país. De hecho, la Iglesia católica de Bélgica ha recibido en la última década un total de 1.392 denuncias de abusos sexuales, ocurridos en su gran mayoría hace más de 30 años, según los datos actualizados en el último informe publicado por la Conferencia de Obispos de Bélgica en septiembre de 2023.