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Mujeres como parte de las diversidades y disidencias: las violencias que nos cruzan BRAGA

Mujeres como parte de las diversidades y disidencias: las violencias que nos cruzan

Javiera Morales
Por : Javiera Morales Coordinadora Regional del Biobío de Fundación Iguales.
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Las mujeres que disiden de la heteronorma enfrentan múltiples formas de discriminación. Aunque se aprobó recientemente el proyecto de Ley Integral, es crucial que se implemente de forma interseccional.


Es interesante la reflexión de las mujeres como parte de las diversidades de sexo y género, pues normalmente se analizan estas categorías como espacios separados.

Pensar en las mujeres que disiden de la heteronorma hace evidente que sobre nosotras se generan y entrecruzan distintas categorías de discriminación. Están aquellas que todas hemos vivido solo por el hecho de ser mujeres, pero también aquellas que vulneran a las personas de las diversidades, a la comunidad LGBTIQA+. Esto genera que seamos invisibilizadas o vulneradas aún en espacios de invisibilidad. Las olvidadas de los olvidados.

El panorama para nosotras ciertamente es desolador. Existen pocas o casi nulas cifras y estadísticas que se levanten específicamente para observar, prevenir, sancionar y erradicar las violencias hacia mujeres diversas desde el Estado, y si bien desde observatorios y ONGs enfocadas en diversidades sexuales existe un acercamiento a la materia, faltan recursos para el levantamiento de estos datos de cara a un mejor tratamiento de las violencias que nos afectan. Por lo mismo, es relevante lo ocurrido con el proyecto de ley integral de protección contra la violencia de género.

Recientemente aprobado y despachado por el senado, el boletín 11.077-07 tiene como objetivo prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra toda mujer en razón de su género. El texto legal busca una protección amplísima a todas las mujeres, independiente de su orientación sexual e identidad de género, lo que sin duda es un avance importante para las mujeres que son parte de las diversidades sexuales y/o de género.

Que se trate de una normativa integral, que revise el fenómeno de la violencia hacia las mujeres y su entorno, considerando a sus hijos e hijas, espacios laborales, en educación, en salud, etc., requiere que esta visión integral se comunique con las distintas formas de entendernos mujeres, comprendiendo que integral no tiene por qué ser universal u homogéneo. En efecto, integral se refiere a los distintos espacios y situaciones en que podemos encontrarnos en un plano social y personal, público y privado.

En ese sentido, esperamos que esta relevante ley sea implementada de forma interseccional, entendiendo que si no logra una ejecución que haga parte a la diversidad de mujeres que existimos, y no se enfoca en categorías especialmente vulnerables, como la orientación sexual e identidad o expresión de género, se mantendrá la violencia hacia aquellas que escapamos de lo normativo, de lo universal, de lo general.

Naturalmente, para atender el especial enfoque de diversidades y disidencias que necesitamos para observar el fenómeno de la violencia de género hacia mujeres con una orientación sexual, identidad de género o expresión de género no normativa, se requiere un tratamiento reforzado. En ese sentido, esperamos con ansias la promulgación y publicación del proyecto que modifica y fortalece la Ley 20.609, que establece medidas contra la discriminación (boletín 12748-17), conocida como Ley Zamudio, que se encuentra en segundo trámite constitucional. Se requiere además que sea implementado correctamente, con un enfoque interseccional y en comunicación con la Ley de protección integral. Solo de esa forma vamos a avanzar en espacios realmente seguros y libres de violencia para mujeres diversas.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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