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Alejandro Filio: «Somos bichos independientes»

El encuentro reúne a Francisco Villa, Alejandro Filio y Santiago Feliú en dos grandes recitales. El primero será hoy en el Teatro Municipal de Valparaíso, a las 20 horas. El segundo se hará el sábado, en el Teatro Providencia de Santiago, a las 21 horas. El trovador mexicano cuenta a «El Mostrador.cl» su visión del desarrollo de esta vertiente musical y su vigencia en la Latinoamérica de hoy.


Un grupo de profundos devotos de la canción latinoamericana, militantes del movimiento La Tropa Cósmica y de otras poéticas ideologías, confabularon incluso por Internet y comenzaron a ensoñar con la idea reunir a sus ídolos.



La historia siguió su curso y lograron agrupar a algunos de los cantautores de trayectoria en el encuentro Tro Vamos… Hacia un Canto de Todos, un ciclo que brindará conciertos el viernes en Valparaíso y el sábado en el Teatro Providencia de Santiago.



El anfitrión será Francisco Villa, quien compartirá los escenarios con Santiago Feliú y Alejandro Filio. Todos ellos con guitarra en mano darán fe a la tradición musical de la misma tendencia que tiempo atrás vio nacer y aún no ve morir a la Trova Cubana, la Tropicalia brasilera y la Nueva Canción Chilena.







La trova mexicana: un canto sin urgencias



Hace un buen tiempo que en México Alejandro Filio empina su voz por un «canto mejor» en apoyo a cambios en su país. Acá mostrará algo de sus diez discos y con el acento bien puesto en los contenidos sociales le cantará al amor y al desamor, en un festejo que dará continuidad a las presentaciones que hizo en Chile hace un par de años atrás.



Ciertamente en la tierra de los sabios toltecas no todo habrá de ser tacos, práctica de deportes de alto riesgo en playas paradisíacas, sensualidad e historias de amores insólitos en tonalidades dietéticas. No. Filio no se suma a nada de eso, sino que opta por otra ruta en la que, con un contundente aporte de temas originales y su peculiar filosofía musical, ha concretado diez discos: Hay Luz Debajo, Filio, En esta Inmensidad, Caín, 1978-1988, La Verdad, Un Secreto a Voces, Hermano Lobo, Cuentos Compartidos y Mujer que Camina.



Medio a medio en el escabroso andar de los artistas que lanzan sus productos por las rutas alternativas, Filio se ve involucrado dando sablazos poéticos al implacable mercado y combatiendo gigantes a punta de armonías.



En ese combate, atrincherado en su guitarra no sólo ha ganado batallas, también, recopila éxitos y el reconocimiento de verdaderos adictos a su música que pueden seguirlo por la web con tal de comprar un disco suyo, como Un secreto a voces, la realización en que catorce artistas de diferentes nacionalidades avalaron sus creaciones, interpretando a dueto con él sus canciones. Entre ellos Silvio Rodríguez, Víctor Manuel, Luis Eduardo Aute, Pedro Guerra, Alberto Cortez, Alejandro Lerner, Vicente Feliú, León Gieco, Juan Carlos Baglietto, Carlos Varela, y Raúl Torres.



«Eso fue un trabajo del año ’94 al ’98. Ellos respaldaron la canción mexicana, que desgraciadamente tiene una imagen tan definida en el mercado. Es decir, o somos Jorge Negrete o somos Thalía y las variantes no existen. Pedimos un poquito de la solidaridad para manifestar que en México se está haciendo una canción importante no sólo en la guitarra y voz de Alejandro Filio», precisó.



Filio compartió con Alejandro Lerner en el Teatro Degollado de Guadalajara, México. Participó en el Festival de la Canción Política en el Teatro Carl Marx de La Habana, Cuba, y fue invitado especial de Silvio Rodríguez al Auditorio Nacional y el Monumento a la Revolución. Ahora integra las huestes de los trovadores que alzarán sus emblemas sonoros en escenarios más sureños.



«El interés que hay por introducirnos al público chileno no tiene una planificación comercial. Lo hacemos por comunicarnos con los chilenos con este canto en común que hay entre todos los latinoamericanos», explicó.



– Acá su canto no es muy difundido…



– Honestamente, con excepción de España, esta música no es difundida en ningún lugar del mundo. En todas partes esta música no tiene credibilidad para los comerciantes, no tiene seguridad. Seguimos siendo parte de los «productos» que ellos no tienen en sus catálogos. De ahí que mi carrera sea independiente y que haya tantos que no la hayan podido hacer todavía.



– ¿Y cómo puede sobrevivir entre las multinacionales?



– Con mucha fe en lo que hago y un gran apoyo de Maru Gallardo – su pareja-. Ahora tenemos negociaciones con casas de discos interesadas en distribuir lo mío, pero ese no es nuestro objetivo porque si lo fuera no habría estado tanto tiempo en este género. Hay muchos que se han distorsionado, que se han vuelto baladistas, rockeros, cumbieros, en fin. La necesidad los ha llevado a la desesperación y a la distorsión de su propia obra.



– ¿Reconoces un movimiento latinoamericano de trovadores o lo ves como algo particular?



– Cada país ha tenido su momento histórico y político que ha dado como resultado el surgimiento de portavoces del sentimiento popular, y de esto sale la canción. Esta canción no pretende ser algo similar a lo que es Ricky Martín o cualquier «producto». En Chile fue Víctor Jara. En Argentina León Gieco denuncia las jugarretas turbias de los gobiernos. Así también México, en los momentos de cambio que vive, está requiriendo un portavoz del sentimiento en lo que respecta a la participación de la gente en el cambio social. Lo mismo hizo Silvio Rodríguez cuando se manifestó a favor de la revolución cubana.



– Hay mucha gente que cree que ya no es válido este canto



– Lo que pasa es que ya no tenemos motivaciones tan urgentes como las hubo en otro tiempo. Cada gobierno ha tenido que ser un poco más discreto por la velocidad con que corre la información. No es que nos hayan restado pretextos para cantar, tenemos intenciones de manifestar las inquietudes de la gente, despertar la sensibilidad, la memoria y la conciencia. No es un canto tan urgente, pero sí es muy importante.



Contenido literario



El disco más reciente de Filio es Mujer que Camina, donde habla de la participación de la mujer en el cambio social y los retos económicos en el desarrollo del continente.



«La mujer funge un importante papel de motor en la canción latinoamericana. Es un disco con canción romántica en que la mujer no se toma como instrumento de inspiración, sino como una pareja al lado del hombre que escribe. Como dijo Mario Benedetti: ‘en la calle codo a codo somos mucho más que dos’, y no como le dijeron a Napoleón: ‘detrás de él había una gran mujer'».



Y como buen trovador que se precie, Filio anda cargando historias de amor, desamor, denuncias, protestas y bastante de lo que habita dentro de la gama de lo posible y lo creado.



«Todo lo que abordo trata de ser la interpretación del sentimiento popular contemporáneo. Ya no inventamos historias de taxistas que vienen con rubias, con la ingenuidad que puede tener Ricardo Arjona. Se trata de manifestar cuestiones más reales. Proponemos la canción de la manera más auténtica».



– El canto social está enraizado en algunas vertientes folclóricas, al menos así sucede en Chile. ¿En su caso también es así?



– Tengo muchas influencias del son jaliciense, del jarabe, por ejemplo en el tema «Caín», una canción que habla de las víctimas en la sierra de Chiapas en el ’94. En mi planteamiento viene con alguna fusión con el son jarocho, que manifiesta ideas rítmicas, con algo de fusiones de rock o de balada. La importancia no es tanto el proyecto musical sino que el contenido literario.



Filio no es el único representante de los trovadores mexicanos: se unen a él Fernando Delgadillo, Gerardo Peña, Silvina Tabuch, Alejandro Chávez, Gerardo Pablo, y muchos más.



«Todos estamos trabajando por la meta del canto mexicano, pero con ninguna unificación. Somos bichos independientes».





Vea algo de la discografía de Filio



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