Con motivo del aniversario del natalicio Pablo Neruda, Demarka S.A. le entregó a la artista Soledad Urzua la responsabilidad de ilustrar los doce poemas de la agenda 2005 con que esa editorial continúa la serie dedicada a la creación poética, las casas y las colecciones del Premio Nóbel de Literatura. Lugar: Centro Cultural de Las Condes.
"Estuve un buen tiempo trabajando en la poesía de Neruda antes de poder sacarme de encima la imagen del poeta oscuro, empapado por la lluvia, con voz de ultratumba, de fotografías en blanco y negro; el que nuestra generación conoció en el colegio, las películas y los libros. Sólo entonces sus poemas, los menos típicos, comenzaron a aletearme y apareció un Neruda coincidente con mi pintura, en la que capturo el color de la mujer, la fragilidad varonil, la belleza del instante", asegura la artista.
Soledad Urzua Edwards decidió innovar en la pintura a partir de las invitaciones que diseña para cada una de sus exposiciones. A los 26 años, para su primera muestra individual, repartió un set de postales con sus cuadros para "sembrar mi arte desde antes de la inauguración".
Cuando, en Las Casas de Lo Matta, mostró las imágenes con que ilustró la poesía de un ciego, la invitación iba en la solapa de un libro que explicaba "el trabajo de imaginar los colores en las palabras de un hombre que no los conoce".
Ahora, invita a su nueva exposición con un calendario del año 2005, producto de que Demarka S.A., le entregó la responsabilidad de representar a la generación de 30 años, los que nacieron justo después de la muerte de Pablo Neruda, para ilustrar los doce poemas de la agenda 2005 con que esa editorial continúa la serie dedicada a la creación poética, las casas y las colecciones del Premio Nobel de Literatura.
"Hasta antes de iniciar este trabajo, Neruda para mí era un ser familiar, tan cercano y tan lejano como la bandera de Chile. Ahora tengo pudor de pensar que él pudiera ver mi interpretación de su obra aunque sueño con que, como sibarita que fue, se deleitara con cada pincelada mía sobre sus metáforas", señala Urzua.
Hija de pintora y arquitecto, 30 años, casada, una hija, ex alumna de la Universidad Finis Terrae y el Colegio Villa María, la artista compartirá el espacio de la Corporación Cultural de Las Condes con Mario Toral y Luis Poirot, dos grandes contemporáneos de Pablo Neruda.
Soledad Urzua Edwards sobre los cuadros de la exposición
«Soneto XVII»
«En el hombro del joven escritor se apoya su amada. Atrás, la sombra y el alma de Neruda adulto porque el poema dice él la ama entre la sombra y el alma. Es el único óleo en el que dejé ver algo de la imagen real del poeta».
«Mariposa de Otoño»
«Intencionalmente las mariposas son, en este cuadro, unas joyitas perdidas que brillanÂ… a veces, como dice Neruda. Intencionalmente, la persona mira hacia fuera y un árbol ingresa a la escena. Todo, para dejar espacio al campo visual del otoño, que es amplio».
«El Tigre»
«Sé que este poema de Neruda es mucho más fuerte que mi cuadro pero sucede que rescaté el intervalo de sus primeros versos, previos a la pasión, cuando él, cual tigre, la acecha y ella, virgen todavía, ignora la llegada del amor desgarrador».
«La Primavera»
«Este cuadro venía descrito con detalles por Neruda yÂ… lo repetí exacto: entre agua y luz, la primavera inaugurada, la semilla sabiéndose crecida, la raíz mirándose en la corola y, todo, hecho por un pájaro sencillo desde la rama de una rama verde»".
«A la tristeza II»
«Quizás la mujer del cuadro soy yo, que recibo la lluvia para resucitar. Yo, como Neruda lo describe, necesito angustiarme para volver a centrarme. Esta poesía me ayudó a comprenderlo mejor, y, como mi generación no se da tiempo para leer, este trabajo me permite ser puente entre Neruda y los jóvenes».
