Entre el 7 y el 13 de octubre tendrá lugar el más importante certamen cinematográfico de Chile. Entre los destacados para esta versión figuran el documentalista israelita Avi Mograbi, el director francés Alain Guiraudie, y el cineasta argentino Claudio Caldini, junto a los productores estadounidenses Christine Vachon y Ted Hope. Además, comenta su director, la programación de cine chileno trae joyas de gente muy joven.
Veinte años está cumpliendo el Festival Internacional de Cine de Valdivia (FICValdivia), y como cualquier joven que se precie como tal, tiene todo el futuro por delante.
Este año el certamen cinematográfico más importante del país ha buscado volcarse hacia su ciudad. “Esto, porque el festival ya tiene gran prestigio internacional y gran prestigio nacional, y logra copar 30 mil butacas todos los años, pero todavía nos quedan 10 mil butacas más y queremos llenarlas con valdivianos”, afirma su director Bruno Bettati.
La gráfica del festival para este año mata dos pájaros de un tiro, aunque el dicho no suene muy apropiado para la figura que escoge como símbolo: el cisne de cuello negro. Por un lado, con la elección de esta ave se hace alusión a un problema grave ecológico que movilizó a la ciudad, y que representa un triunfo judicial para la zona, como lo es la recuperación del Santuario Río Cruces, lugar donde habitan estos cisnes de cuello negro. Este incidente ha significado una lucha ciudadana por recuperar este santuario natural para la región, que se vio afectado por la empresa Celco.
Y por otro lado, “el afiche también retrata el fin de la vieja industria del celuloide y el inicio de la nueva industria de la imagen digital que, buena o mala, es lo que se viene” afirma el director del FICValdivia. En este sentido, el festival busca recuperar su línea original, ésa del primero, que era «Valdivia, ecología, cine y video». De ahí que el símbolo del festival este año sea el cisne acompañado de las nuevas cámaras digitales de cine.
Dentro de los grandes anuncios que contempla la programación del festival, está la retrospectiva de tres importantes directores: el documentalista palestino Avi Mograbi, documentalista israelita que aborda de manera crítica el conflicto de su nación con Palestina; el director francés Alain Guiraudie, quien con su película de 2013 “Stranger by the Lake” ganó el premio al Mejor Director en la sección Un Certain Regard en el Festival Internacional de Cine de Cannes 2013; y el cineasta argentino Claudio Caldini, el padre fundacional y gran referente del cine filmado en Super 8mm en Latinoamérica (los dos primeros han confirmado su presencia).
En la sección industria se destaca para este año la visita de dos relevantes productores de cine independiente de Estados Unidos: Christine Vachon y Ted Hope, que vienen a dictar una clase magistral sobre producción independiente.
Para esta versión se inaugurará la nueva competencia de cortometrajes Araucanía-Los Ríos. Según explica Bettati, esta sección surgió debido a la cantidad de ficciones que comenzaron a llegar desde Temuco y Valdivia, que fueron muy superiores este año y permitió abrir una competencia especial. Además, debido al éxito de la muestra infantil que viene dándose hace tres años y que ha tenido mucho éxito -con funciones de más de tres mil niños-, se abre una nueva competencia de cortometraje infantil.
Finalmente, el director del FICValdivia destaca dos alianzas importantes para esta nueva versión. Una es con el Consejo Nacional de Televisión, a partir de la cual se exhibirán en una sala series de ficción y series documentales, una novedad total para el festival. Y explica: “Esto en relación al auge de la producción independiente nacional, al éxito que está teniendo en rating en las pantallas, y a la calidad de la producción, que incluso está logrando exportaciones”.
Y la segunda alianza es con la Fundación Imagen de Chile, entidad que se ha convertido en un motor importante de la promoción del cine nacional a nivel internacional. “La Fundación Imagen de Chile considera que el cine, que lo audiovisual, es una de las herramientas más poderosas para posicionar a Chile en el extranjero como marca”, explica Bettati. Y lo grafica con lo que ha pasado con películas como “No” o “Gloria”.
Respecto a la competencia chilena de este año, que sólo tiene seis títulos, dice que trae joyas, y joyas de gente muy joven. “Viene una camada nueva de realizadores en la selección chilena este año. Y eso se va a reflejar también en los títulos chilenos seleccionados en la competencia internacional. Afirma que el festival ha puesto el foco hacia el estudiante y hacia el que se formó académicamente en cine, pues históricamente un tercio de la población que acude al evento son estudiantes de cine audiovisual de todo el país, en particular de Valparaíso, de Temuco, de Concepción. Por lo que esta vez habrán muchos trabajos representativos de la nueva camada de directores en las competencias”.
La novedad para Bettati en esta versión radica en que entre el material de TV a exhibir, la competencia regional y la competencia chilena “se nota un progreso, un avance muy fuerte en la calidad de la ficción que se está haciendo”.
El FICValdivia como punto de encuentro para la industria del cine
Siendo Valdivia un festival periférico, se ha buscado posicionarlo como punto de encuentro de los profesionales del cine. Derribando las barreras centralistas (Santiago es Chile) y geográficas (Valdivia está lejos dentro de Chile), el certamen valdiviano se ha consolidado como un lugar convergente tanto para realizadores como productores no sólo chilenos, sino también para distribuidores de cine latinoamericano.
“Tratando de conectar las patas de la cadena industrial, hemos logrado que más o menos 20 películas al año sean premieres latinoamericanas. Vale decir, los directores y productores escogen Valdivia para lanzar la película, en América Latina. Entonces, eso ha ido generando un magnetismo por el festival importante, porque es en Valdivia donde se dan un montón de películas por primera vez. Y en ese sentido el público que va a Valdivia es un público relevante para los productores y directores que deciden estrenar ahí; es un festival de estrenos”, explica Bettati.
Valdivia, la capital del cine chileno
Con el tiempo, Valdivia es de las pocas ciudades que puede disputarle a Santiago cierta hegemonía cultural, sobre todo en materia de cine.
En palabras de Bettati, Valdivia fue la primera ciudad que recibió los efectos de una política estatal de potenciar la realización audiovisual desde el 2001, y es esa política la que está ofreciendo resultados ahora, 13 o 14 años después. Destaca también su capacidad operativa para producir, pues es una ciudad que ofrece buenos servicios hoteleros, gastronómicos y financieros, y tiene increíbles locaciones a corta distancia, por lo que constituye una buena plaza para producir obras visuales prácticas.
Se acaba Sanfic, se viene el FICValdivia
Bettati es claro en diferenciar un festival de otro: “SANFIC es un festival masivo, que tiene el potencial de llegar a miles de personas porque está en la capital… tiene un potencial que Valdivia nunca va a tener y al que no aspira. En cambio el potencial de Valdivia es el del estreno, de que está lo mejor del año, el descubrimiento de películas, la innovación creativa”.
A partir de lo anterior hace un llamado y una crítica a los medios, a los avisadores. Dice: “Siempre van a preferir un evento en la capital que en una región, porque encuentran que el de la región va a tener menos repercusión. Eso ha sido siempre un egoísmo de parte del mundo privado en relación a los auspicios, que espero ojalá cambie, porque así se pueden lograr eventos sólidos, y construir identidades regionales fuertes. Hay que revertir esa política en este sentido y animar a los santiaguinos a salir de su ciudad”. Aunque recalca que pese a todo, el festival alcanza pauta nacional e internacional.
El buen pie actual del cine chileno
A juicio del director del FICValdivia, el cine chileno está pasando por un gran momento, que no se daba desde 1968. No sólo por el reconocimiento internacional ni por el hecho de que en cada festival importante dentro y fuera de Chile hay una película chilena en selección, sino por la evidente maduración del sector: «hay más películas, más directores, más técnicos y, por ende, más producto para circular, de alta calidad y para gustos diversos».
“El cine chileno es muy ecléctico. Tiene para todos los gustos. No es un cine que responda a un solo canon, a pesar de que algunos quieren enclaustrarlo en un canon y el cine chileno se resiste, y eso es evidente. Y por ende el esfuerzo que queda ahora es el esfuerzo de la circulación: cómo lograr que las películas estén disponibles para la mayor cantidad de chilenos”, concluye Bettati.
Por último, comenta que en su visión, ya se ha logrado derribar el prejuicio de que el cine chileno es aburrido y que “el público chileno está expectante de ver qué trae de nuevo el cine chileno, y en ese sentido hay que prestarle atención a la nueva generación. Gran parte de lo que va a haber en Valdivia este año”.