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Pedro Lemebel gana premio de literatura José Donoso 2013 El premio asciende a 50 mil dólares, es otorgado por la Universidad de Talca y el año pasado recayó en el mexicano Juan Villoro

Pedro Lemebel gana premio de literatura José Donoso 2013

Una irreverente y provocatica conversación, no exenta de buen humor, se produjo entre el presidente del jurado y el escritor al ser contactado vía telefónica en momentos de la conferencia de prensa, cuando se anuciaba al ganador de este año, la que retrata con claridad la figura del escritor chileno premiado.


Pedro Lemebel

Pedro Lemebel

 

Javier Pinedo: Aló, Pedro Lemebel. Te habla Javier Pinedo de la Universidad de Talca, no sé si te acuerdas de mí…

Pedro Lemebel: Sí, nos conocimos…

J.P.: Sí, parece que nos conocimos… Bueno, Pedro, seré breve: estamos rodeados de varios amigos tuyos aquí y te queríamos contar que el Premio José Donoso fue otorgado en estos momentos a tu obra, a ti mismo

P.L.: ¡Qué buena onda!

J.P.: Te felicitamos y estamos dando el anuncio…

P.L.: Oye, ¿de cuánto es?

J. P.: Es una medalla y un diploma y 50 mil dólares.

P.L.: (no se entiende) Me voy a poner tetas (risas)

J.P.: Te alcanzan para varias (risas)

Éste es el diálogo que sostuvo Javier Pinedo, presidente del jurado del Premio Iberoamericano de Letras José Donoso, con Pedro Lemebel al contactarlo por teléfono durante la conferencia de prensa que anunciaba al ganador del premio de este año. Este diálogo pícaro y divertido, provocativo e irreverente, retrata con claridad la figura del escritor chileno premiado.

Y fue así que el jurado compuesto por Rafael Gumucio, el Dr. Juan G. Gelpí (Puerto Rico), la Dra. Francine Masiello (EE.UU.), Carolina Sancholuz (Argentina), María Ángeles Pérez (España) y F. Javier Pinedo (Chile) otorgó el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso 2013, instituido en 2001 por la Universidad de Talca, al escritor chileno de “Háblame de amores», el último libro de crónicas de Pedro Lemebel editado el año pasado.

Previamente, el jurado había expuesto las razones de por qué Lemebel era merecedor de este premio. Para Carolina Sancholuz, en Argentina Lemebel es un autor “sumamente conocido y reconocido, muy leído que ha establecido un diálogo con su presencia porque ha visitado muchas veces Argentina y hemos podido ser espectadores de sus performances… Ha hecho una contribución enorme a establecer un diálogo sobre la crónica urbana latinoamericana: con Monsiváis, con Poniatowska, y con la crónica caribeña; hay también la interrelación entre la fotografía y el texto literario. Y por supuesto su obra es una intervención política e ideológica respecto de las reivindicaciones de las diferencias de género sexual, de las minorías étnicas, la reivindicación de sustrato indígena. Es un autor sumamente convocante y de alta sensibilidad social. No es menor que sea un autor de Chile el premiado en este momento particular de la coyuntura política y de la conmemoración de los 40 años del golpe y tenemos ahí tristes experiencias compartidas en el Cono Sur y su prosa representa mucho de eso también”.

Otra integrante del jurado, Francine Masiello, profesora de la Universidad de Carolina en Berkeley, expresó: “la obra de Lemebel es tema de tesis en las universidades de Estados Unidos, es conocida … e incluso se le han rendido homenajes en Harvard y Berkeley con una alta convocatoria de público, así como su obra ha sido traducida y muy leída por un público fuera de la academia. Tan leída, que ‘Tengo miedo torero” en palabras de la jurado ha llegado a ser best seller en Estados Unidos.

Según Rafael Gumucio a la hora de concederle el premio a Lemebel el jurado pensó en premiar la obra de alguien “que está en la frontera de un género que es muy discutido hoy y que tiene mucha relevancia, la crónica, escrita con todo el afán artístico, con todo el poder de la palabra desde una pertenencia, de una existencia alterna compleja, de identidades cruzadas”.

Expesó a la vez que el jurado había tenido en mente cierta semejanza entre Lemebel y Donoso (el escritor chileno que le da nombre al premio), quien “también conoció y escribió sobre estas fronteras de identidad sexual y sociales, de esta mezcla exclusiva entre lucha de clases y vida sexual”. Para Gumucio la obra de Lemebel le resulta “que son como dos fisuras, dos fallas en las que él ha llegado a ser un sismógrafo absolutamente vivo… un sismógrafo de una sociedad en ebullición”.

Para Sergio Parra, poeta y dueño de la librería Metales Pesados, y quien se declara el “único amigo heterosexual de Lemebel”, se mostró muy feliz de que se le haya otorgado este premio pues le habían sido muy esquivos, y expresó que el reconocimiento a su literatura está por sobre la contingencia, y así lo demuestra la calidad de su obra: “Su aporte a la literatura chilena está en el registro de la escritura de la crónica. Ha abierto nuevas voces y ha tenido una gran influencia en la poesía y narrativa de autores jóvenes. Le ha dado voz al movimiento sexual, a las minorías en este país. Es un escritor que siempre está mirando la sociedad y que nunca le ha dado la espalda, así como es un hombre que ha estado siempre del lado de los derechos humanos y de la justicia e igualdad social y que siempre está manifestando su apoyo a las reivindicaciones sociales de su país.”

Parra también destaca su figura más allá de la literatura, como activista gay y artista social, al encabezar con Francisco Casas “Las Yeguas del Apocalipsis”, el último movimiento en Chile más importante de la performance, “el que refleja también su visualidad en su escritura”. Asimismo resalta que ha sido un escritor cuya obra está marcada por la contingencia. “Cada lector le da su contingencia a sus textos. Pocos escritores tienen esa suerte de que se le acerque la gente en las calles a darle las gracias por su escritura, porque se identifican con ella”.

Faride Zerán, crítica literaria y Premio Nacional de Periodismo 2007  opina que «el prestigio de este premio está a la altura de la obra y de la voz irreverente, corrosiva y única de Pedro Lemebel, un grande de la crónica latinoamericana comparable a Monsiváis. Si la crónica captura el aire de su tiempo para luego subvertirlo, Lemebel es un maestro del género  iluminando la marginalidad urbana y batiéndose contra la pacatería y la censura. Pero no sólo se le puede reducir a la crónica. En la novela ‘Tengo miedo torero’ confronta con ironía el amor de la ‘loca’ con  el joven militante, destacando el contexto de los tensos y horribles años ochenta en Chile y fustigando con humor la homofobia y el machismo de la izquierda de esos tiempos».

La obra de Lemebel está compuesta por los libros de crónicas «La esquina es mi corazón” (1995), «Loco afán” (1996), «De perlas y cicatrices” (1998) y «Adiós Mariquita Linda» (2004), y la novela «Tengo miedo, torero». Su último libro, también de crónicas es «Háblame de amores» (2012).

Entre los últimos ganadores de del premio José Donoso se cuentan el español Javier Marías (2008), el mexicano Jorge Volpi (2009), la chilena Diamela Eltit (2010), el nicaragüense Sergio Ramírez (2011) y el mexicano Juan Villoro (2012).

 

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