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La época dorada del tango regresa en versión reactualizada con la Orquesta Victoria La cita musical es a las 20.30 hrs. en el GAM

La época dorada del tango regresa en versión reactualizada con la Orquesta Victoria

Este viernes 7 y sábado 8 de febrero, desde Buenos Aires, el tango será revivido e interpretado por 11 jóvenes y talentosos músicos argentinos, que en formato de una gran orquesta típica darán una impronta fresca y juvenil a esos clásicos argentinos de ayer y hoy.


Alejandro Drago (piano y arreglos), Pablo Pesci (clarón), Hernán Cuadrado (contrabajo), Alexey Musatov (violín), Maritza Pacheco (violín), Mayumi Urgino (violín), Ernestina Iveninato (violín), Andrés Hojman (viola), Agustín Scheinkerman (cello), Hugo Satorre (bandoneón), Ezequiel Ordóñez (bandoneón) son los 11 músicos que conforman la Orquesta Victoria, un colectivo musical nacido entre los años 2009 y 2010 con el anhelo de experimentar las posibilidades musicales de las grandes orquestas del tango, sin perder de vista la esencia de una orquesta típica.

Pero más allá de la simple reversión de los clásicos de antaño, su concepción del tango defiende la renovación constante del género, aportando pequeñas variaciones originales como la incorporación de nuevos instrumentos como el clarón y otras influencias de estilos como el jazz, la música impresionista francesa, el folclor y la música tradicional de los rincones más recónditos del mundo, aunque sin olvidar la autenticidad e identidad propia y local, clara y personal, de una orquesta típica porteña argentina, fiel a las intenciones musicales de sus integrantes y sin concesiones ante el formato comercial, diferenciándose de ese tango “for export” estandarizado y lucrativo que recorre el mundo al estilo de un crucero.

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Bajo la dirección musical de Ezequiel “Cheché” Ordoñez -músico de una abundante experiencia en el género del tango tanto en Argentina como en el extranjero, y actual bandoneonista de la orquesta-; y el trabajo compositivo de Alejandro Drago, pianista y arreglador de gran talento y sensibilidad, la Orquesta Victoria va tejiendo esa propuesta musical tan propia y única, caracterizada por sostener varias melodías superpuestas a cargo de una orquestación rica y singular. El resultado son arreglos originales, emotivos y muy diferentes entre sí, que sorprenden al público debido a su dinamismo, al carisma y la autenticidad de su interpretación en cada concierto.

En esta segunda a visita a Chile, la Orquesta Victoria vendrá acompañada por Noelia Moncada, cantante de tango de gran proyección en Argentina, y quien conociera a la Orquesta en un concierto en Buenos Aires. “Un día fui a ver a la orquesta que aún no había escuchado en vivo y me encantó… me alucinó… Se los dije al terminar el recital y ahí mismo me invitaron a cantar con ellos. Disfrutamos mucho hacer música juntos… realmente es mutuo”, nos cuenta Noelia desde Buenos Aires. El trabajo en conjunto fue tan bien logrado que desembocó en un proyecto discográfico en curso de Noelia como solista junto a la Orquesta, bajo la producción de “Cheché” Ordóñez.

Para estrechar la relación de la Orquesta Victoria con el público chileno, el equipo de Cultura + Ciudad conversó con uno de los integrantes, el contrabajista Hernán Cuadrado, a pocos días de su llegada a Santiago junto a sus compañeros directo desde Buenos Aires.

La música de antaño, de nuestros padres y abuelos, cada vez está tomando mayor espacio entre las nuevas generaciones de músicos actuales. ¿Cuál fue su principal motivación en cultivar el tango, un género ya consagrado por otros grandes como Discépolo, Manzi, Gardel, Cobian, entre otros maestros?

El tango en cada momento de su historia centenaria tuvo sus grandes exponentes, empezando por el inspirado Arolas, cuando nació y se fijó como género popular rioplatense, un poco más tarde con De Caro, luego Troilo y así sucesivamente. Es una línea que continúa ininterrumpidamente y que hoy en día tiene como a algunos de sus mayores exponentes a Diego Schissi, Sonia Possetti o la OTAG. Cada vez que en cualquier género musical aparece una gran figura, lejos de agotarlo o cristalizarlo, le da más fuerza e inspiración a las siguientes generaciones. La Orquesta Victoria sin abandonar su identidad propia y el lenguaje personal que en permanencia va creando su compositor y arreglador Alejandro Drago, sigue de alguna manera la línea y homenajea -implícita o explícitamente- a orquestas como las de De Caro o Salgán, entre otras.

 ¿Algún eco de nostalgia frente a aquella época dorada de la música y el formato orquestal del pasado?

Ninguno. Nuestra época es musicalmente, con sus grandes diferencias, tan rica como lo fueron los años 40 o 50. Cambiaron los formatos de las orquestas principalmente por cuestiones prácticas y económicas, cuando la música en vivo fue de a poco desplazada de las milongas y clubes de barrio por grabaciones o la radio. Pero con la milonga que viene sosteniendo desde hace más de un año la Orquesta Victoria todos los lunes con entrada libre en Café Vinilo, de cierta manera recuperamos la función que cumplían socialmente esas orquestas: la idea de lugar accesible, de encuentro, esparcimiento y de descubrimiento de la nueva música porteña.

Su propuesta musical se vuelve sumamente interesante, puesto que además de retomar clásicos del tango argentino, la Orquesta incluye una reinterpretación de aquellos temas a través de arreglos y composiciones originales del pianista Alejandro Drago, que innova sin perder la esencia y la estética clásica del tango de antaño. El resultado final, se trata de un trabajo colectivo en función de la propuesta de Drago. ¿Qué otras influencias se convocan en sus composiciones?

Alejandro es un compositor que respira música y con una enorme cultura musical. Se interesa por repertorios tan diversos como la obra de los compositores del impresionismo francés, pasando por los folklores rioplatenses, el jazz o las músicas tradicionales de los rincones más recónditos del planeta. Y toda esta mezcla de conocimientos e influencias, pasados por el filtro de su imaginación, dan los arreglos sorprendentes, emotivos, originales, muy diferentes entre sí, pero siempre inspirados que interpreta la orquesta bajo la dirección musical de Cheché Ordóñez.

¿Cómo ven la acogida del público a esta propuesta juvenil del tango en Argentina? ¿Se corresponde al éxito de convocatoria del público chileno en su primera visita el año 2013?

El tango en Argentina afortunadamente está viviendo un nuevo período de esplendor con un renovado interés en los jóvenes que no se veía desde los años 50. Hay gran cantidad de grupos activos, jóvenes compositores y lugares para escuchar música en vivo con estilos y formaciones muy diversas, prácticamente todos los días de la semana. La Orquesta Victoria de a poco está forjando su reputación y ganando su lugar como joven grupo que tiene algo que decir dentro de ese vasto panorama. Y sin el público nada de eso podría llevarse a cabo. Nuestra primera gira en Chile nos sorprendió de manera muy positiva en ese sentido, cuando sin haber estado previamente en el país hermano, la gente respondió con mucha presencia y entusiasmo e incluso siendo nuestra primera vez ahí, tuvimos un sold out en el GAM de Santiago. Esperamos que en esta gira quienes nos escucharon esa vez renueven su presencia y quieran compartir con amigos la experiencia.

 La milonga de Vinilo

La Orquesta Victoria está ligada a un espacio fundamental en la actual escena musical independiente de Buenos Aires: Café Vinilo, un lugar ubicado en Palermo, con todas las comodidades de una sala de concierto y que además de ser un teatro, es también restaurante, salón de té e incluso un estudio de grabación donde se han gestado varias producciones de connotados artistas con gran proyección en la escena musical Argentina, como Diego Schissi Quinteto, Juan Cruz de Urquiza Noneto, Ensamble Chancho a Cuerda (tres propuestas musicales ganadoras del premio Gardel 2013), además de Marcelo Moguilevsky, Puente Celeste, Yusa, Luna Monti y Juan Quintero, Fadeiros, Adrian Iaies, y la Orquesta Victoria, por nombrar sólo algunos.

Café Vinilo ha sido sede de muchas tardes de ensayo y conciertos para la Orquesta Victoria, lo que ha sido muy beneficioso, puesto que les ha permitido contar con una plataforma estable, algo sumamente importante al momento de querer construir un proyecto sólido y permanente en el tiempo. Cada Lunes, la Orquesta Victoria ofrece su concierto semanal titulado «La Milonga de Vinilo» antecedido por clases de tango a cargo de los maestros en el género más músicos invitados.

Unir el baile a la escucha musical era algo muy usual en los salones de baile y café concert de las décadas previas a los años 60, y que gracias a iniciativas como éstas, comienza a retomarse y construirse casi como una tradición en Café Vinilo. Estas propuestas van más allá de ofrecer un concierto: ofrecen toda una experiencia sensitiva en torno a la música y que el público agradece y busca repetir.

Otra propuesta destacable de la Orquesta Victoria es la escenificación de la música, la «puesta en escena», cuya tarea está en manos de Julián Gómez, encargado de la dirección de arte o «visual» del espectáculo: el manejo de las luces y la escenografía especialmente elegida para la ocasión, y que en esta oportunidad no ha de quedarse en Buenos Aires sino que también estará presente con su arte original en Chile en el GAM.

Este viernes 7 y sábado 8 de febrero a las 20.30 hrs. en el  GAM, la Orquesta Victoria promete una gran fiesta en torno a lo mejor del tango transandino en versión reactualizada.

Entradas en boleterías del GAM y en su página web www.gam.cl

 

 

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