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Teleseries chilenas: Personajes de comedia en situaciones de drama y mucha sobreactuación Crítica de Televisión

Teleseries chilenas: Personajes de comedia en situaciones de drama y mucha sobreactuación

Laura Landaeta
Por : Laura Landaeta Periodista, autora del libro "Don Francisco: Biografía no autorizada de un Gigante" y de "Reina de Corazones"
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Las telenovelas, según el legendario Arturo Moya Grau, son historias simples, con ribetes increíbles y dramas cotidianos. Sencillas y básicas, pero un arte. El arte de seducir con la nana ciega que logra ver, la joven pobre enamorada del millonario y las familias en conflicto. Un malo bien malo y una buena que llega a ser tonta de buena. A las teleseries turcas parece sobrarles eso, mientras que a la chilenas de los grandes canales (TVN, C13, CHV), lo que les sobra es mala mezcla de actores, libretos fomes y caricaturizaciones excesivas.


Hace rato que los canales conocidos como los tres grandes (TVN, Canal 13 y Chilevisión) están en franca decadencia gracias a parrillas programáticas mediocres. Falta de originalidad en sus propuestas, programas copiados de formatos extranjeros y no muy bien hechos, pocas ideas, poca novedad…. En resumen, parece que a algunos les quedó grande el saco y arrastran no sólo con falta de competencia para sus cargos sino además con despidos, números rojos, propuestas carísimas y sin resultados positivos, reciclaje de rostros poco cercanos y un largo etcétera.

Pero eso no es todo, a estelares poco novedosos y con baja sintonía se suma la que quizás sea la más dura estocada que puedan recibir los dos emblemáticos del melodrama nacional: La semana pasada, TVN y Canal 13 perdieron en el horario de las teleseries de la tarde en forma desastrosa frente a un Mega que ha sabido imponerse por su capacidad de equipo.

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Y claro, porque lo que le sobra a Mega es confianza en quienes ahí trabajan. Pituca sin lucas no es en absoluto una novedosa propuesta. Sin embargo, cumple muy bien con el ritmo, el humor, el drama y el romance que una telenovela nacional debe tener para ser exitosa.

Al otro lado del cuadrilátero, la estación de Luksic no supera los 7 puntos promedio con Valió la pena y el canal estatal no llega ni a 4 con Caleta del Sol. Son tiempos difíciles, tiempos en que no se justifican esos sueldos millonarios a creativos a quienes de ingeniosos sólo les queda su título.

[cita]¿Será que la calidad de nuestros productos dramáticos para televisión es tan deficiente y está tan al debe que preferimos remontarnos a los orígenes del género y comprarnos historias conservadoras, cartuchas, carentes de sensualidad y llenas de clichés como las novelas turcas que arrasan en raiting, o será acaso que la involución que vivimos en lo cotidiano, con ejemplos tan patéticos como el de Prohibidencia, se está haciendo parte también de nuestro gusto televisivo?[/cita]

Y es que quizás la clave está en eso, en el trabajo de equipo. María Eugenia Rencoret ha sabido armar lealtades a toda prueba y cuenta con guionistas, actores, vestuaristas, maquilladores y un selecto grupo de profesionales que hace la pega. Y la hace bien.

Mientras que en Canal 13 se duda de las capacidades de liderazgo de Alexis Zamora, quien hasta hoy no ha hecho nada para destacarse como director de programación y que está detrás de todos y cada uno de sus desventurados estrenos de 2014; TVN saca a Alex Bowen de su cargo creyendo que con eso se soluciona una crisis mucho más grande y que por primera vez en su historia reciente los lleva a marcar 3.5 puntos de promedio en el horario de las 8 de la noche (el viernes pasado). Y claro, mucho se ha escrito sobre la televisión descarnada que no da segundas oportunidades… Pero señores, lo suyo no era ir tras Bowen, era la falta de compromiso, el poco apoyo interno, la soberbia con que se enfrentó la fuga de gran parte del equipo a Mega el año pasado.

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Cristián Arriagada, Lorena Bosch y Francisco Pérez-Bannen

Y bueno… Hablemos de Canal 13. Claramente su propuesta fue desacertada desde su nombre en adelante. Nadie puede pensar que Valió la pena es un buen nombre… Es como decir: Es lo que hay. Cero atractivo.

Eso, por cierto, sin contar que está protagonizada por el trío con menos ángel de la historia (Lorena Bosch, Francisco Pérez-Bannen y Cristián Arriagada). Dos actores profesionales y un buen prospecto de actor en lo individual pero que como grupo se potencian en la fomedad. Sin duda si los hubiesen acompañado otros colegas habrían lucido mucho más. Mala mezcla. Pésima. Mucho mejor sus personajes secundarios aunque, por desgracia, no son suficientes para levantar una historia rebuscada y poco seductora.

Y en TVN, el conflicto de la termoeléctrica, una realidad que a muchos chilenos nos importa bastante; se convierte en una parodia aburrida y sin ritmo, que no hace más que quedarse en la caricatura. Personajes de comedia en situaciones de drama y mucha sobreactuación. Tanto así que lograron lo impensado: aburrirnos con la angelical Carolina Arregui y no reírnos con Renata Bravo.

Y Mega sigue pegando batatazos con sus noches turcas, llenas de personajes conservadores, con historias que rayan en la estética ochentera pero que nos devuelven al origen del género melodramático. Y ojo, no necesitan mostrar ni un solo escote o un beso cuneteado para ser líderes. Basta con una historia bien contada, donde el drama no cesa y el público cae rendido.

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Las teleseries, según Arturo Moya Grau, uno de los grandes del género; es una historia simple, con ribetes increíbles y dramas cotidianos. Es simple, es básica, pero es un arte. El arte de seducir con la nana ciega que logra ver, la joven pobre enamorada del millonario, las familias en conflicto y los amores imposibles que se vuelven posibles. Un malo bien malo y una buena que llega a ser tonta de buena. Y los turcos nos están dando clases con su “Fatmagul” y “Las mil y una Noche”.

¿Será entonces que la calidad de nuestros productos es tan deficiente y está tan al debe que preferimos remontarnos a los orígenes del género y nos compramos historias conservadoras, cartuchas, carentes de sensualidad y llenas de clichés, o será acaso que la involución que vivimos en lo cotidiano, con ejemplos tan patéticos como el de Prohibidencia, se está haciendo parte también de nuestro gusto televisivo?

Y en una vuelta de tuerca impensada, TVN promociona “El Señor de la Querencia”. Sí, la misma protagonizada por Julio Milostich, quizás el más pérfido villano del culebrón chileno después de Nice, la nana loca de Ángel Malo.

Y claro, dicen que el reciclaje es un buen camino luego del fracaso. Si no, pregúntenle a Vasco Moulian y su Santo de cabecera, Homero Simpson.

Pero el costo es alto… Sobre todo en lo humano.

Esperaría un arranque de genialidad y no tirar la esponja de esa manera. Esperaría profesionalismo y fe en su equipo, en sus grandes guionistas, en sus productores. Directores con capacidad de líderes y un poco más de humildad.

Pero, ¿es idea mía o se están quedando cortos?

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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