Proyectan su íntegro funcionamiento durante el segundo semestre de este año
Comenzará por la comuna de Santiago, pero se extenderá a comunas de toda la región de extremo a extremo. Es Bikesantiago, un proyecto gestado gracias a la unión de privados, municipios y el gobierno regional, que busca entregar un medio de transporte intercomunal que llegará a 2.100 bicicletas en 140 estaciones esparcidas por la capital.
Al igual que países de Europa y Latinoamérica, llega a Chile una red de bicicletas públicas sustentables, Bikesantiago, que tiene como objetivo generar un sistema de transporte que una las comunas de Santiago, Providencia, Vitacura, Lo Barnechea, Estación Central, Independencia, Recoleta, Ñuñoa, La Florida, Maipú, San Miguel, San Joaquín, Maipú y Lo Prado.
La iniciativa se lanzó este martes 24 de febrero en la comuna de Santiago, pero se proyecta su íntegro funcionamiento durante el segundo semestre de este año.
De esta forma los vecinos y usuarios de Santiago tendrán una nueva alternativa para trasladarse por la ciudad y sumarse a los más de 2 mil viajes diarios que ya se realizan a través de Bikesantiago. La iniciativa es producto de una alianza público-privada, en la que son parte Bcycle Latam, operador de Bikesantiago y subsidiaria de Trek Internacional, y Banco Itaú, junto con los municipios de Santiago y la Intendencia de la Región Metropolitana.
El servicio está disponible para todos los capitalinos, que deben inscribirse en el sitio web www.bikesantiago.cl o directamente en los puntos de atención en las principales estaciones. El costo mensual de la suscripción es de $ 4.990 y da derecho a usar las bicicletas de forma ilimitada durante el día, en tramos de hasta 30 minutos cada uno. Funciona de lunes a domingo desde las 6:30 hasta las 23.00 horas, en verano, y hasta las 22:30 horas, en invierno, y se está evaluando que a futuro pueda funcionar las 24 horas.
En un evento que contó con la presencia de la alcaldesa de Santiago, el intendente de la Región Metropolitana, el ministro de Medio Ambiente y representantes de la empresa Bcycle Latam y Banco Itaú, gestores del proyecto, se dio inicio a la primera etapa de Bikesantiago, con 18 estaciones en la comuna de Santiago. El trazo considera los hitos de Plaza de Armas, Palacio de La Moneda, Teatro Municipal, la Casa Central de la Universidad de Chile, el barrio Lastarria y Bellas Artes, además de Santa Isabel y República.
“En una ciudad tan segregada estamos dando un servicio que supera las barreras de comunas ricas y comunas pobres. Estamos haciendo una política seria para promover una manera de moverse más sustentable. Y además, estamos promoviendo la intermodalidad, la idea es que las personas puedan combinar la bicicleta con el transporte público, con la caminata y con el automóvil privado”, declaró Carolina Tohá, alcaldesa de la comuna de Santiago.
“La expansión del sistema público de bicicletas es el mejor ejemplo de que podemos hacer proyectos como ciudad integrada y dejar de ser las 52 islasque son las comunas de la ciudad. Hoy 14 comunas juntas van a tener un sistema de bicicletas, sólo hay una comuna que se quedó fuera, pero el resto ha querido sumarse”, señaló el intendente Claudio Orrego, respecto al programa autónomo que generó la comuna de Las Condes. Desde esa municipalidad explicaron que Bikesantiago no se presentó a una licitación realizada anteriormente por Las Condes. “De todos modos, esperamos que en un futuro los sistemas estén integrados, así como con otros sistemas que pudiesen implementar las demás comunas”, indicó una fuente.
El sistema considera estaciones sustentables que se cargan a través de paneles solares. Desde ellas se podrán retirar y entregar las bicicletas con cambio de tres velocidades, luces LED, frenos de disco y monitoreo en tiempo real vía GPS, entre otras características. La idea es que los usuarios puedan sacar una bicicleta y trasladarse de una comuna a otra, por medio de las estaciones dispuestas. De este modo, cuentan con 30 minutos para llegar hasta la próxima parada, donde deben renovar para continuar el viaje.
Sin embargo, desde la organización de microempresarios de la bicicleta, La Cleta Itinerante, reconocen algunas carencias en materia de seguridad.
“Todos estos son pasos que se están dando en torno a una mejor movilidad urbana y metropolitana, pero todo tiene sus falencias. Respecto al tema de seguridad, las bicicletas no se entregan con ningún tipo de protección, por lo menos con el casco que es lo obligatorio según la ley, pero son cosas que se deben ir mejorando con el tiempo”, afirma Felipe Órdenes, representante de la entidad.
El sistema de bicicletas públicas, que ya funciona en Brasil y que en Chile comenzó desde 2013 con Vitacura y Lo Barnechea, requiere previa inscripción y contar al menos con una Cuenta Rut de BancoEstado, tarjeta de crédito o débito para optar a la membrecía del programa.
Alejandro Powell, jefe de Bcycle Latam, expresó que “es muy relevante para nosotros poner Bikesantiago a disposición de los vecinos, las personas que trabajan en el centro o deben atravesarlo rumbo a otras comunas porque sabemos que se trata de la forma más rápida, económica, segura y amigable con el medioambiente de trasladarse por la ciudad, además de los enormes beneficios que tiene para la calidad de vida de las personas”.
Bicicultura es una organización ciudadana sin fines de lucro que trabaja para gestar en Chile condiciones favorables para la bicicleta, buscando humanizar y democratizar las ciudades. En los inicios del proyecto Bikesantiago,sus gestores se acercaron a la organización para plantear la iniciativa y evaluar en conjunto su viabilidad, recibiendo el entusiasta apoyo de Bicicultura.
En 2006, para la primera versión del Festival Internacional de Bicicultura de Santiago, esta organización trajo expertos internacionales en programas de bicicletas públicas, pero la recepción del público fue de escepticismo: todos daban por sentado que en Chile se robarían las bicicletas o las destrozarían.
“Hemos estado apoyando desde el inicio. Nos parece clave que en nuestra ciudad exista un sistema de bicicletas públicas grande, que funcione realmente para fines vehiculares, que permita a la gente utilizar la bicicleta como medio de aproximación al transporte público, o bien para hacer sus trámites del día. Es un aporte indispensable a una ciudad de buena calidad de vida”, afirma Amarilis Horta, directora de Bicicultura.
En este sentido, la líder de esta organización ciudadana explica que el transporte de una ciudad es un sistema complejo, que los habitantes necesitan de toda una gama de soluciones distintas y complementarias. Entre ellas destaca la necesidad de dar facilidades a la compra, subvenciones y créditos para que la gente tenga su propia bicicleta, contar con bicicletas públicas regionales, y que las empresas e instituciones tengan sistemas de préstamo de bicicletas a sus empleados.
Desde Bicicultura destacan Bikesantiago como un paso para crear y masificar una cultura de la bicicleta. También reconocen un rol activo del gobierno por estimular los vehículos de dos ruedas como medio de transporte, entre los que resaltan la reforma a la ley de tránsito, la construcción de una red de conectores entre las ciclovías existentes y la mejora de sus estándares.
“En todo el mundo la experiencia de las bicicletas públicas ha sido favorable, aunque por cierto como todo lo nuevo no exenta de roces y problemas iniciales. Nosotros hemos estudiado el tema, estos sistemas han ido creciendo y perfeccionándose, ganándose el aprecio de la gente y llegaron para quedarse. Están haciendo un aporte real al surgimiento de una nueva cultura de convivencia, entre motorizados y vehículos a energía humana”, concluye la directora de Bicicultura.
