Demoró casi tres años en realizarse e involucró a cerca de 80 personas a lo largo de todo el proceso. Puerto Papel, una coproducción entre cadenas televisivas de Brasil, Colombia, Argentina y Chile, ha ganado una serie de reconocimientos desde su estreno a finales del año pasado. No obstante, sus creadores critican la falta de apoyo por parte de las entidades nacionales y afirman que poco ha cambiado en la animación nacional tras sucesos como el premio Oscar que se llevó el cortometraje «Historia de un oso».
Un equipo de unas 80 personas y más de dos años de trabajo, fueron necesarios para producir Puerto Papel, un proyecto de 286 minutos de duración, distribuidos en 26 capítulos y que fue realizado en su totalidad con la técnica de Stop Motion, pero en papel (papermotion). La serie animada cuenta la historia de Matilde, una niña de 12 años que a través de un coco consigue absurdos poderes especiales que van cambiando cada día. Es precisamente su innovadora técnica y su inusual sentido del humor lo que le ha significado su éxito internacional. Puerto Papel ya ha sido traducida al inglés y al portugués, se ha transmitido en diversos países de la región, y su más reciente logro es haberse coronado como ganadora del Festival Internacional de Animación Chilemonos en la categoría de mejor serie animada latinoamericana.
Para Hugo Covarrubias, codirector de la animación, la serie ha sido exitosa debido a una suma de factores, pero donde la técnica ha jugado un rol esencial. Puerto Papel es la primera serie animada de larga duración realizada a través de stop motion en papel, en vez de utilizar materiales más típicos como la plasticina o la arcilla, cuestión que según el director, les permitió innovar en un método más bien tradicional.
Covarrubias, quien lleva más de diez años trabajando con la técnica de Stop Motion, llegó donde sus compañeros de Zumbastico Studios, la productora a cargo de animaciones como Horacio y los plasticines y El ogro y el pollo, y les planteó la idea de utilizar el papel como materia prima. Aunque era algo que jamás habían intentado, el equipo aceptó el desafío de animar en papel. Para hacer menos engorroso el proceso, se apoyaron en la animación 2D para otorgar expresión a las caras de los personajes. Así, a través de una inquietud más bien técnica, se comenzó a moldear lo que sería Puerto Papel.
Luego de definir la estética del programa, comenzaron a discutir ideas para el guión. En un principio buscaban enfocarse en algo más social y contar la historia de un grupo de amigos preocupados de temas ambientales, la serie se llamaría Amigos de Papel y estaría enfocada en un público infantil. Pero decidieron darle un tono más aventuresco al proyecto y terminaron contando los relatos de aventuras y desventuras de Matilde producto de sus inusuales e incontrolables poderes mágicos.
Por más absurdos que parezcan los cambiantes poderes de Matilde, los cuales van desde estornudos que cambian el clima hasta quemar cosas al pronunciar la palabra queso, estos tienen una explicación. Aunque no está explícito, sus poderes sirven como una suerte metáfora sobre la pubertad. Alvaro Ceppi, también codirector de Puerto Papel,explica cómo se asemejan los problemas de Matilde con los de una etapa tan particular como lo es la pubertad.
“Todos los días vamos descubriendo cosas nuevas, crecemos, nos salen cosas en la cara. Nos transformamos como en seres mutantes de alguna manera durante esta etapa. Esa experiencia de que Matilde tenga todos estos poderes distintos y que sean difíciles de combinar con su vida cotidiana, fue lo que nos llevó al concepto de la serie”.
Covarrubias agrega que el hecho de que los contenidos que estén relacionados con la pubertad sirve como apoyo para aquellos niños que no la están pasando bien. “Es una etapa que para muchos niños es difícil de llevar. Aquí está planteado desde el lado de la comedia y esas problemáticas pasan a ser chistes, lo que hace que sea muy entretenido para los niños de esa edad”.
Además de una buena respuesta tanto a nivel de festivales y del público infantil, Puerto Papel ha tenido una acogida positiva por parte de los padres. Una de las cosas que más se le celebra a la serie es su “merchandising social”, al ofrecer la posibilidad, al término de cada episodio, de descargar las plantillas de los personajes y que los niños puedan armarlos en sus casas.
Puerto Papel es un proyecto que cuenta con financiamiento de señales televisivas de Argentina, Brasil y Colombia, además del apoyo de TVN y fondos del CNTV. Aunque Covarrubias reconoce que existe apoyo por parte de los organismos nacionales, asegura que este insuficiente.
“Uno no puede hacer una serie con seis millones de pesos, ni con ochenta millones de pesos. Te da el puntapié inicial para desarrollar tu proyecto, pero ni los canales de televisión ni los fondos dan como para hacer una serie de esta envergadura”, dice el director, quien considera que la industria de la animación sigue siendo muy independiente, sustentada más por las ganas de las productoras de hacer algo que por el apoyo que reciben de entidades nacionales.
Pese al éxito que la serie ha tenido a nivel internacional y el logro de otras animaciones como Historia de un oso, que se posicionó como el mejor cortometraje animado en la última entrega de los Premios Oscar, estos hechos han servido para cambiar la opinión pública respecto a la animación, pero no se han visto reflejados en cambios concretos por parte del gobierno.
Puerto Papel hoy es finalista de alguno de los festivales más importantes de animación en el mundo, como los certámenes Annecy y Prix Jeunesse. Una situación que para los creadores de la serie ya es un logro en sí y que esperan que, ganen o pierdan, sirva como un llamado de atención para que el país invierta más en la industria. “Parece que acá en Chile si no llegas con un premio no estás validado”, lamenta Covarrubias.
Actualmente en Zumbástico están trabajando en los guiones de la segunda temporada de Puerto Papel, y buscando entablar alianzas con algunos productores más para poder dar luz verde al proyecto. Paralelamente, cuenta Ceppi, trabajan en un proyecto que les entusiasma mucho pero del que poco pueden hablar. Se trata de la realización de un corto animado para una de las cadenas más importantes de Europa, el cual están realizando en inglés y durante el próximo mes se debería anunciar.