Publicidad
SACO5: El espejismo sonoro que convierte a Antofagasta en el Cairo Teresa Solar inaugura hoy su obra, llamada “Fata Morgana, paisaje cairota”

SACO5: El espejismo sonoro que convierte a Antofagasta en el Cairo

Teresa Solar es una de las artistas que hoy expone su obra, la única de carácter exclusivamente sonoro, que superpondrá el paisaje acuático de la ribera del río Nilo al horizonte portuario de Antofagasta. “Me gusta la idea de un paisaje fantasma, un paisaje creado a través de la memoria, intangible, que no está vinculado a la imagen”, expresa la artista.


La obra de Teresa Solar es el único trabajo sonoro que se presentará en la Semana del Arte Contemporáneo de Antofagasta SACO5, que tiene como temática central el fenómeno de la emigración y que, por lo mismo, cuenta con artistas que han vivido en carne propia esa experiencia.

Fata Morgana, paisaje cairota es el título de la propuesta artística de Teresa, que consiste en la creación de un espejismo sonoro que superpondrá el paisaje acuático de la ribera del río Nilo al horizonte portuario de Antofagasta, reproduciendo como sinfonía discordante las diferentes melodías y canciones de las barcas en El Cairo.

“La idea es posar un fantasma sobre el muelle de Antofagasta, trayendo sonidos especiales de El Cairo que recrean una serie de barcas de recreo que utilizan locales y turistas para salir a pasear por El Nilo. Cada una de estas barcas lleva una música más alta o estridente, algunas tradicionales y otras contemporáneas, pero todas con diferentes ritmos y vocalistas que se juntan con el paisaje, con el ruido de El Cairo” expresa Teresa, quien considera que su obra tiene un fuerte paralelismo con la ciudad de Antofagasta, “pues ambas están cercadas por el desierto y ambas emigran hacia el mar”.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

El paisaje sonoro que pretende evocar los sonidos del El Cairo fue generado artificialmente, es decir, no fue recogido en la propia ribera, ya que la pieza no pretende ser estrictamente documental, sino también una narración que está filtrada por la creadora del proyecto. “Los temas escogidos tienen que ver con mi familia, con mi infancia, con bodas a las que fui…La obra adquiere la forma de una historia sonora mía, propia. Represento la herencia migratoria y cómo esa herencia también es una herencia conflictiva”, señala, haciendo hincapié en que, al recibir de su madre un lenguaje y una cultura, se produce un dolor de ruptura, “un conflicto entre la nueva nacionalidad y la anterior”.

El desierto, como espacio político, social y militar, produjo una fascinación en Teresa, quien ha perseguido ese lugar en sus trabajos artísticos. Ahora, en la exposición que se inaugura hoy en el contexto de la Semana del Arte Contemporáneo SACO5, el público podrá disfrutar de una pieza sonora que, sin pisadas y sin voces, crea una suerte de carcaza que, para ser completada, debe incluir la presencia humana. “Lo interesante es cuando entra el visitante al muelle y se genera esa presencia. Si no te lees el texto, no sabes que se trata de ruidos de El Cairo, pero quien conozca la fonética árabe reconoce la música árabe, y esos ritmos se contraponen, se dislocan entre ellos y esa sensación abstracta no te pone en El Cairo, pero sí en una gran ciudad árabe”, comenta.

Al analizar su propia obra, Teresa rescata la figura de las barcas –en las que se juntan locales y turistas– convencida de que la experiencia migratoria no es solo la figura del emigrante, sino también la del turista. Esto se relaciona, asimismo, con la forma de relacionarse con la cultura de su madre. “Vuelvo a El Cairo y se supone que encuentras un núcleo familiar que te trata con sus códigos, pero tú no encajas porque no eres de ahí, y lo ves desde afuera, desde la visión del turista, desde el personaje que recibe impresiones mucho más generales y descarnadas de lo que pasa en esa realidad”, expresa.

La emigración en Antofagasta

En Antofagasta, son los colegios municipalizados los que reciben la mayor cantidad de niños emigrantes (en una ciudad que alberga el 10% de la población emigrante en Chile), en ciudades como Tocopilla y Mejillones. Durante los últimos tres días, se han dictado siete conferencias en diversos liceos, donde la visión de la emigración es diversa. “Tú sientes que en algunos colegios se toca el tema, hacen talleres y mesas de trabajo, son conscientes de la problemática y lo enfrentan de una manera responsable. Pero en otros liceos, el profesor solo dice ‘la discriminación es algo malo’ y eso es todo. Y, en el peor de los casos, simplemente se toma como un mal ‘que nos tocó’ y que tenemos que lidiar con ello porque no nos queda otra”, comenta Dagmara Wyskiel, directora de SACO5.

Una de esas charlas fue dictada por Teresa, en la ciudad de Tocopilla, donde había un gran número de niños inmigrantes, especialmente de segunda generación, que están heredando las culturas foráneas y también están interactuando con un paisaje que es, en palabras de Teresa, “bastante agresivo para ellos, pues el fenómeno migratorio es duro aquí”.

Flavia Introzzi, curadora de SACO5, comenta que la marginalidad y la falta de integración son características propias del fenómeno de emigración en Chile, especialmente en una ciudad minera que tiene un modo de producción y de trabajo que se relaciona más con el siglo 18 y 19 que con la modernidad actual. “A los niños les cuesta hablar del tema, no vi esa curiosidad típica, era algo tabú decir que se es de otro país, pues genera burlas. Hubo una niña que, durante la conferencia de Teresa, dijo que era boliviana y los niños de más atrás se rieron… Definitivamente es un conflicto”, reflexiona.

Uno de los puntos más conflictos lo alcanza el retrógrado sistema de enseñanza que caracteriza a algunos liceos, donde por norma están obligados a aplicar el mismo programa de educación estandarizado y analizado por el ministerio de Santiago, el cual se envía indistintamente desde Arica a Punta Arenas, sin pensar en que hay contextos distintos y particulares, climas diversos, multiculturalidad, etc. En Antofagasta, según Wyskiel, hay una urgencia por desarrollar un programa específico, que se adecúe a la realidad de la región y que cuente con especialistas del área y profesores con experiencia y vocación.

“Por ejemplo, en uno de los liceos más clásicos de la ciudad, me contaron que hubo una huelga de profesores de historia. Ellos están obligados a exigir que sus alumnos de primero medio sepan qué paso el 18 de septiembre, quién es Bernardo O’Higgins, Arturo Prat, pero cómo lo van a hacer si el 60% de sus estudiantes son emigrantes. Esos niños tienen sus propios héroes y acontecimientos, pero el profesor está obligado, por norma, a enseñar exclusivamente los contenidos del SIMCE”, expresa Wyskiel.

Publicidad

Tendencias