“Surinam”: Manual virtual para un Chile real

Luego de diez años de trabajo, Los Contadores Auditores pueden ufanarse de ser una marca teatral en sí mismos. Una que comprende estética, punto de vista y marketing en un solo concepto, con el que han fascinado a públicos faranduleros y seducido a otros densos.

Y aunque sus referencias pop y chillonas puedan definirlos como livianos o superficiales, tras sus obras se esconde una dura, a veces cruel e inmisericorde mirada a este extraño país que lucha por querer ser algo que no es, y que han retratado tan certeramente en obras como “La tía Carola” o “Safari para divorciadas”.

En ese sentido, puede resultar menos contingente su nuevo montaje, “Surinam”, el noveno en la trayectoria de los diseñadores teatrales Juan Andrés Rivera y Felipe Olivares. Porque se inspiran en su frondosa imaginería televisiva para dibujar un perfil generacional de aquellos jóvenes sobrealimentados de series y programas y con una difícil adaptación al mundo real, el que (supuestamente) le da sentido y obligaciones a la vida.

Elegida para iniciar el ciclo Teatro Hoy de Fundación Santiago a Mil, “Surinam” se centra en Sócrates (Jaime Leiva), un tímido joven que se dedica a subtitular series (¿Hay algo con menos futuro que esa actividad?) y que descubre que su padre (Jaime Omeñaca), un tipo distante y despreocupado, no es realmente su padre sino que su tío. El verdadero progenitor se perdió en las brumas del exilio europeo y la militancia política, y está convertido en una figura más mítica que real.

El nivel de virtualidad en que se mueve Sócrates, a quien se le aparecen permanentemente algunos personajes de series como “Juego de tronos”, “Breaking bad” y “The Big Bang theory” y quien tiene una novia mexicana que nunca ha visto en persona, tiene su mayor acierto en unos subtítulos proyectados que reproducen su pensamiento y le da más espesor a esta puesta en escena cargada a lo naif, además de unos decorados móviles adosados a algunos personajes que entregan por lejos los momentos más divertidos.

El camino de Sócrates es ira Europa a conocer a su verdadero padre y la mirada cáustica de Los Contadores Auditores satiriza dos tipos de compatriotas: el exiliado devenido en el clásico chanta chileno aprovechando cualquier oportunidad para engañar, y el estudiante “hijo de papá” que pasa una temporada o año sabático y que se disfraza de progresista al primer estímulo. Entre esa fauna estrambótica Sócrates lucha por conectar con sus raíces y entender que a veces la virtualidad resulta un mejor refugio que el mundo real.

Como ya es su sello, el diseño de vestuario resulta un acierto en el trabajo de la dupla y demuestra su sólido background de referentes pop y televisivos. Esta vez le agregan el peso de una banda en vivo que personifica a inmigrantes ecuatorianos en Europa que se hacen pasar por indios norteamericanos, en otro guiño satírico hacia el concepto del inmigrante.

Más “familiares” que en montajes anteriores, Los Contadores Auditores han afinado la capacidad de hacer parecer simple una mirada crítica y extravagante sobre ese complejo entramado llamado Chile sin renunciar al tono chillón, pop y paródico. Un poco al estilo que tuvo Almodóvar como portaestandarte de la llamada “movida española”, a inicios de los 80’. Con la diferencia de que esa movida nunca llegó en propiedad a nuestro país post dictadura, y resultó más bien un deseo o un anhelo de lo que queríamos ser. Algo que el dúo sabe muy bien.

“Surinam”
Compañía: Los Contadores Auditores
Dirección: Juan Andrés Rivera y Felipe Olivares
Dramaturgia: Juan Andrés Rivera
Asistencia de dirección: Carla Casali
Elenco: Jaime Leiva, Jaime Omeñaca, Jacinta Langlois, Elvis Fuentes,Benjamín Bravo y Francisca Muñoz
Diseño integral: Felipe Olivares
Producción: Evelyn Ortiz
Matucana 100, Teatro Principal.
Hasta el 28 de mayo, jueves a sábado, 20:00, Domingo, 19:00