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Mario Breuer, el productor leyenda del Rock Latino: “La música chilena tiene una madurez que les permite muchos canales de expresión” Más de 2.500 discos se han creado bajo su producción

Mario Breuer, el productor leyenda del Rock Latino: “La música chilena tiene una madurez que les permite muchos canales de expresión”

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En el marco de una visita a Chile por cuatro días para dictar talleres sobre producción musical, este afamado productor conversó con el Mostrador Cultura+Ciudad sobre el estado del arte en Chile, la calidad de la música nacional contemporánea, sobre la utopía de generar nuevos movimientos musicales, y el escenario para los autores con la penetración del streaming.


Más de 2500 discos llevan su impronta. Un buen número de ellos hoy son considerados como la columna vertebral del rock argentino siendo algunas de estas creaciones trasandinas, las más importantes del último tiempo.

Porque hablar de Mario Breuer es recorrer obligadamente, todo un mapa de aciertos e historias concadenadas de todo lo que hoy se conoce como Rock Latino.

Partió hace más de 30 años y se ha dedicado a reinventarse constantemente, no permitiendo que el paso del tiempo y los avances tecnológicos, le quiten la autoridad sobre el tema que aún conserva intacto dentro de los círculos de entendidos.

Y en el marco de esta constante reinvención,  es que lo encontramos con una corta visita que hizo a nuestro país para dictar el pasado 07 y 08 de agosto los dos talleres sobre producción musical en Sala Master Radio Universidad de Chile en Santiago, y el 09 y 10 en el Parque Cultural Valparaíso (ex Cárcel).

Sin perder la oportunidad para establecer una conversación con una de las leyendas vivientes de mayor autoridad en esta parte del mundo, le preguntamos cómo ve la escena musical nacional contemporánea en comparación a la que se hacia a mediados de los años 80 y 90.

“A mí me parece que la escena de la música en Chile hoy, la música “contemporánea” por llamarlo de alguna manera, o popular moderna, realmente ha crecido mucho. Cuando empecé a trabajar en Chile, no tanto con el primer disco de Sol y media noche, si no que con el “Doble Opuesto”, o “Se remata el siglo”, me acuerdo que el camino estaba por hacerse. De hecho, recuerdo que, en su momento, Alejandro Sanfuentes que era el Manager de La Ley, Jorge Melibosky que estaba a cargo de marketing en una época en Poligram y después en Sony, teníamos una especie de plan muy fuerte de involucrar a los medios con la música chilena, porque no pasaban música chilena”.

-¿En qué consistía ese plan?

-Había dos o tres grupos que eran populares como “Los Electrodomésticos” y “Los Prisioneros”, pero eran cosas muy sueltas, no era un movimiento y yo veía que habían muchos grupos, muchas bandas en Chile y que era el momentos que ellos crecieran. Entonces estuve durante varios años trabajando y siempre ocupándome un poco de eso, de tratar de jerarquizar a nivel popular y a nivel empresa lo que es la música de Chile. Y veo que eso funcionó porque con los años empezó a andar muy bien y de hecho el “Doble Opuesto” fue un disco que tuvo mucho éxito y después empezaron a salir muchos discos, recuerdo que a fines de la década de los 90′ y a inicios de los dos mil, cada vez me llegaba más y más trabajo para masterizar, para mezclar y lo que iba viendo, es que poco a poco la música chilena “moderna”, “popular”, se fue popularizando mucho. Encontró muchas vías de expresión y aparte que se ha profesionalizado.

-Eso porque la música chilena encontró muchas vías de expresión, supongo

-Claro. Así lo veo yo. Veo mucha cantidad de artistas muy interesantes en Chile con mucha proyección en todos los ámbitos. Hacer un grupo popular que haga cumbia como “Chico Trujillo” o cuando se llaman “Bloque depresivo”, que no son precisamente los mismos, pero habla un poco de eso, como pasa con Anita Tijoux también, ella hace una cosa ya no desde querer demostrar nada, sino desde el placer, como una madurez diría yo. Eso es lo que encuentro, que han entrado ya hace algunos años en un estado de madurez que les permite hacer en muchos campos, muchos estilos, una música que está muy bien y muy reconocida no sólo en Latinoamérica, sino en el mundo.

-¿Crees que es posible volver a articular, por decirlo de alguna manera, cómo se vivió en los 90 el movimiento del rock sudamericano en español?

-La respuesta es un poco difícil porque estas cosas ocurrieron en dos siglos distintos y dos siglos son muy diferentes en cuanto al consumo y la distribución de la música. Hoy por hoy, generar un movimiento es casi imposible. La suerte que tuve yo de haber pertenecido a una época en donde muchos de los discos que hice llegaron a ser famosos. Hoy es una utopía decir que este año vamos a hacer en Argentina tres grupos que van a tener el año que viene mucha incidencia dentro de Latinoamérica. Es una utopía. Esto ocurría de 10, 15 grupos antes, y no digo sólo de Argentina, sino que de distintos países que estaban generando música pero que eran movimientos muy consistentes. Hoy la forma de consumo y distribución de la música plantea reglas del juego muy diferentes, entonces me parece que sí, que Chile está generando una generación de músicos muy interesantes que se perpetran un poco a nivel mundial, y yo no sé qué va a pasar, a dónde van a caer estos artistas dentro de diez años. Si hoy es posible crear en el mundo salvo muy raras excepciones, una carrera musical que vaya a durar treinta, cuarenta años.

-En lo que te ha tocado ver, ¿cuánto duran los artistas de ahora?

-Yo he visto un patrón en el que incluyo artistas que han vendido mucho en los últimos 10 años: vendieron mucho en un par de años, y pasaron a ser parte del recuerdo. Por eso digo que en el siglo pasado se generaban movimiento que en este siglo parecen no poder generarse y no pueden hacer, por decirlo de alguna forma, generar una invasión de música en Latinoamérica como fue en algún momento con el rock argentino, que después pasó un poco también a manos de otros países. De hecho, Chile tiene grupos como “Los Tres” que son grupos de rock emblemáticos en prácticamente toda la región. Como han sido artistas colombianos y como lo han sido artistas mexicanos, en un momento. Yo creo que hoy las reglas del juego impiden generar esto.

– ¿Hoy día la música responde más a nichos?

-Yo creo que la música hoy no tiene ni siquiera la capacidad de invadir barrios. Efectivamente la música hoy pertenece más a los nichos. Están los que les gusta esto y los que le gusta lo otro, y los que le gusta lo tercero. Antes escuchábamos entre «2 Minutos» y Charly García y te encontrabas por ahí con la misma gente. Incluso entre los «Redonditos de Ricota» y «Soda Estéreo», es más, trabajé para ambos y aunque eran grupos diferentes era mucho más mezclado y compartido. El punk es el punk, el hardcore es el hardcore, el bolero clásico es el bolero clásico y el bolero moderno es el bolero moderno. Entonces me parece que hoy está todo mucho más celularizado y son muchos movimientos pequeños que gracias a la globalización y al Internet permiten ser conocidos en estos países.

-¿Cómo te imaginas el mercado musical en los próximos años en vista que la gente compra cada vez menos discos?

-Yo creo que la música de alguna manera, físicamente, ya desapareció. Los vinilos me parecen un manotazo de ahogado de las compañías discográficas y un ver de hasta dónde podemos sacarle jugo a un negocio que fue rentable hasta 1999, un negocio creciente y que a partir de ese momento decayó. Creo que el consumo va a ser netamente digital, ya en muchos lugares del mundo el porcentaje de personas que consumen “pandora”, “spotify”, “itunes music”, es muy grande. En mi entorno mis amigos, mi familia, mis hijos, los amigos de mis hijos, la gente con la que yo hablo, está consumiendo la música a través de streaming y creo que esto ocurre principalmente porque la gente piensa “bueno, llevo la discoteca del mundo en mi bolsillo”. Me parece genial, pero, por otro lado, tiende a disolver el criterio del disco, el álbum, la obra artística del músico, eso que editamos con ocho, diez, doce, quince temas. La gente cuando escucha música en streaming difícilmente escucha discos enteros, escucha un tema, y después otro, y otro de algún artista. Lo que me hace pensar que los futuros jerarcas ya no serán precisamente los músicos, si no que los creadores de playlist. Esto es un poco de mi análisis. Pero es algo que venimos viendo de hace tiempo acá, hace un par de años. El artista del futuro no es el que hace las canciones sino el que hace el playlist, de alguna forma.

-¿Consideras que las ganancias de los músicos pondrían equipararse y dar para vivir con estos nuevos sistemas de forma de hacer discos?

-Me parece que está muy mal repartido y que es muy poco lo que «Spotify» o estas otras plataformas les da a los músicos y por cierto me parece que es muy poco también lo que cobran.  Yo estaría dispuesto a pagar por un servicio así hasta cinco veces más, ellos tienen estadísticas y saben cuántas veces suena una canción, así que debería ponerse en valor de alguna manera o buscar la manera por la cual los músicos reciban su parte del botín.

Además de las plataformas para escuchar o de los playlist, las formas de recaudación también marcan una nueva época

-Los músicos eternamente vivieron de hacer sus shows. Nunca vivieron mucho de las ventas de sus discos, ya que uno de los resultados de la venta de discos que era que sonaran en las radios, que se vendan y ellos cobran su porcentaje de regalías y sus derechos de autor. En la medida que no hay discos físicos ya no se puede medir de esa forma, pero si hay estadísticas de quien escucha cuánto, cuándo, y dónde. La entrada económica de los músicos ha caído brutalmente no solo porque los discos no se vendan, sino porque sus derechos no los están cobrando.

-Pasa igual con la TV

-Desde la radio es lo mismo con la televisión. Yo cada vez conozco menos gente que tienen televisión por cable. Tienen su televisor, lo tienen conectado al wi-fi y lo que quieren ver lo ven de todas maneras a la hora que ellos quieran y lo que se traduce en que el consumo de televisión también está cambiando mucho. Entonces hay muchos cambios en el mundo, la tecnología está generando cambios grandes y ante estos cambios de equilibrio en el consumo, es que alguien tiene que hacer algo al respecto por los músicos, porque poco a poco lo único que le quedan son sus tocatas. Yo sé que en Chile hay muchos artistas extranjeros que llenan el «Movistar» y otros estadios y teatros. Yo quisiera saber cuánta gente ve un grupo emergente chileno. Compara cuánta plata gasta el pueblo chileno en shows internacionales versus cuanta plata ganan los artistas nacionales y si te pones a ver quiénes son los artistas internacionales que llenan los estadios, vas a ver que el 70% son todos artistas del siglo pasado.

Por ahí algún artista mexicano, alguna de las chicas mexicanas, pero no sé, Shakira es del siglo pasado. Los artistas que llenan estadios son todos del siglo pasado. Entonces yo creo que en el futuro los grupos emergentes necesitan de alguna manera u otra encontrar la manera de recuperar sus derechos autorales, porque si no ningún grupo podrá ir más allá de ser emergente con experiencia de tres o cuatro años, porque hoy la música es muy mal negocio para cualquiera que quiera hacerla una carrera.

-¿Crees que es posible hacer una buena autoproducción musical y si es recomendable hacerlo?

-Bueno, primero sí, claro que es posible. No sé quién dijo la famosa frase “El saber no ocupa lugar” y realmente un poco relacionado a lo que yo te decía recién, hoy los grupos no tienen la capacidad, salvo alguno que su papá sea industrial o que tenga mucha plata, pero hoy el artista no tiene veinte mil o treinta mil dólares para para un disco digno. No tienen diez mil, ni cinco mil. Muchos no tienen ni cien dólares para hacer su disco, entonces en tanto y en cuanto que hay tanta producción casera, tanta auto producción, este taller de gestión de producción que doy, al menos les asegura a los chicos aprender a tomar los pasos necesarios para hacer una producción y que les quede bien.

-Pero hay también quienes que todo se puede hacer bajando un video

-Podría llegar a ser fácil comprar una computadora y cargar un programa para grabar y producir música, y crees que ya lo tienes; los chicos ven un par de videos en YouTube y ya le entran.  Pero digo, a mi cuando me duele la muela, voy al dentista. Si no tengo plata para el dentista, me ato la muela al picaporte de la puerta, y es posible que muera desangrado. Lo que yo hago es enseñarles a los chicos a que entiendan los pasos, porque ellos piensan que es sentarse y grabar y ya está listo el disco.  Y no, no es así. Entonces yo les enseño como es el proceso de producción ejecutiva. Todo eso que deben saber, cuáles son los pasos que seguir, qué se hace primero, qué se hace después, porqué importa hacerlo así, cuántas maneras distintas tienen de producir un disco, de qué manera pueden armarse de un sistema que les permita hacer auto producción, tiene sentido no gastar un centavo, tiene sentido gastar un poco de plata en algún momento, y si tenemos poca plata, dónde nos conviene ponerla, etcétera.

-Antes igual había que decidir qué hacer con la plata

-Había un paradigma muy clásico desde la década pasada, donde los chicos decían “Bueno, junté cinco mil dólares para grabar mi disco. ¿Qué hago con los cinco mil dólares? Me compro una computadora, me compro un micrófono, me compro lo necesario, me lo grabo y me lo mezclo yo.”

Tal vez no es el mejor camino, tal vez sólo era para hacerlo después del tercer disco, después de haber aprendido bien. Es algo que yo lo vi mucho y lo sigo viendo. Gente que me viene a ver y yo en posición de marketing me reservo el derecho de admisión. Si lo que estoy escuchando está muy mal, no lo masterizo, entonces lo que pretendo con esto, con este curso que doy, es darle a los músicos y a los futuros productores o quien quiera hacer música, cuáles son los pasos de la producción de músical. Es un decálogo de las cosas que ellos tienen que saber para hacer una producción y no fracasar en el intento como pasa muy a menudo. Conozco miles de casos que empiezan a hacer su disco, tengan plata o no tengan plata, tengan estudios o no tengan estudios, y fracasan en el intento porque se pasan meses y meses o gastando un montón de plata o gastando un montón de tiempo, sin afianzar el trabajo que están haciendo.

Esto es un poco la razón de este curso que doy y lo doy mucho en todas partes.  Me lo piden en Buenos Aires, no sé, cada dos meses y llenamos el cupo inmediatamente, porque cada vez hay más gente que no tiene dinero para hacerse una producción, no tienen el recurso para poder producirse como quisieran, no tienen para irse a Estudios Del Sur, no tienen para pagarle a un ingeniero, y menos a uno que viene de afuera, entonces es importante que al menos sepan qué cosas tienen que hacer y que si tienen tres pesos con veinte, saber dónde ponerlos.

-¿Pero finalmente hacer música es una cuestión de plata o no?

-La mayor parte del trabajo para producir buena música no tiene qué ver con cuánto tienen, sino que cómo trabajan y cómo distribuyen su trabajo y su tiempo.

 

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