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El peor fantasma de la gestión cultural de Bachelet se vuelve a repetir: Piñera cortará la cinta del ambicioso teatro del GAM Idéntica situación pasó el 2010 cuando el empresario inauguró la primera parte del emblemático recinto

El peor fantasma de la gestión cultural de Bachelet se vuelve a repetir: Piñera cortará la cinta del ambicioso teatro del GAM

El retraso es un duro golpe, no sólo para el Gobierno, sino también para la gestión de Felipe Mella, quien asumió la dirección ejecutiva el GAM en marzo de 2016 con el objetivo no sólo de inaugurar la obra, sino de gestionar el futuro teatro. De hecho, incluso había un fondo para ello, que finalmente fue bloqueado. El jefe del GAM no quiso pronunciarse sobre este tema. Tampoco el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), ni un miembro del directorio que fue contactado por este medio.


Ambos se repetirán el plato. La presidenta Michelle Bachelet entregará, por segunda vez, el mando al empresario Sebastián Piñera, tal como ocurrió en 2010. Y Piñera, por su parte, inaugurará también por segunda vez una obra de su antecesora.

Si en septiembre de 2010, a seis meses de asumir, Piñera cortó las cintas del reinaugurado Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), este año lo hará nuevamente, esta vez con la segunda parte del emblemático edificio, que incluye un teatro para dos mil personas. Una obra mastodóntica y compleja por 41.000 millones (unos 60 millones de dólares) que, según información oficial, «aspira a ser el principal escenario construido por el Estado en los próximos 100 años».

En el ámbito cultural, el GAM es sólo un ejemplo más de que nadie sabe para quién trabaja. El Ministerio de las Culturas, ya aprobado, el Ministerio de Ciencias -que podría ver la luz en enero- y el Canal Cultural de TVN, que de no sufrir contratiempos empezaría a funcionar este año- son otras iniciativas impulsadas por la mandataria que serán implementadas por el empresario, quien estará a cargo de cortar la cinta en cada caso.

Problemas financieros y laborales

A cargo de la empresa de origen español Ecisa, bajo la dirección del Ministerio de Obras Públicas (MOP), la obra debería haber estado lista a mediados de 2017. No pudo ser por los múltiples problemas financieros y laborales de la firma, que además sufrió varias huelgas, junto con eventos naturales como el desborde del río Mapocho en abril de 2016.

En el segundo semestre de 2017, las autoridades informaron que estaría terminada en diciembre, antes del cambio de mando. Otro paso en falso, como podrá apreciar cualquiera que pase en estos días por el lugar. Ahora MOP aseguró a este medio «que las obras concluirán durante el segundo semestre de 2018». Es decir, de cumplirse, será con más de un año de atraso, con suerte.

Un duro golpe, no sólo para Ecisa y el MOP. También para la gestión de Felipe Mella, quien había asumido la dirección ejecutiva el GAM en marzo de 2016 con el objetivo no sólo de inaugurar la obra, sino de gestionar el futuro teatro. De hecho, incluso había un fondo para ello, que finalmente fue bloqueado. El jefe del GAM no quiso pronunciarse sobre este tema. Tampoco el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), ni un miembro del directorio que fue contactado por este medio.

Con las nuevas autoridades, Mella podría sufrir un destino similar al de su antecesora Alejandra Wood, que asumió con Piñera I en 2010 y fue prácticamente obligada a renunciar -bajada de sueldo mediante- para poner en su lugar al ex director de Balmaceda Arte Joven y ex militante del PS.

Felipe Mella. Foto: GAM

El viacrucis de la obra

Como ha ocurrido en otras licitaciones públicas, como el el mantenimientos del Metro de Valparaíso (Merval) o los Hospitales de Chimbarongo y La Florida, esta obra la ganó Ecisa. Tras ser adjudicada en octubre de 2015, en diciembre Bachelet puso la primera piedra, acompañada del entonces ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, y el ministro de Cultura, Ernesto Ottone.

Ecisa, que no quiso hablar con este medio, posee un controvertido historial en esta obra. Según un registro DICOM de mediados de diciembre, posee una montaña de deuda -unos 1.200 millones de pesos, partiendo por proveedores como SODIMAC, con un total de 515 impagos que incluyen cheques protestados- y a comienzos de diciembre además enfrentó una huelga de sus 120 trabajadores en la obra del GAM, con toma incluida, por retraso en pago de sueldos y deuda en cotizaciones.

Además en diciembre la Inspección del Trabajo clausuró la obra porque no había agua potable ni suficientes elementos de seguridad, mientras el Sindicato del GAM se queja de que el tema se ha manejado con un «hermetismo» extremo. «Primero hubo una presión del gobierno por terminar la obra, pero después la soltaron. A lo mejor se confiaron con el resultado de las elecciones», aventura una fuente del sindicato del GAM.

Jorge Hernández, presidente del sindicato de la obra, señala que la huelga terminó con el despido de 70 trabajadores.

Foto: Sindicato Sintec

Piden readjudicar la obra

Para Hernández, la obra posee un avance de 60% y actualmente sólo hay unas 40 personas trabajando en labores de mantención. Dice que a Ecisa el encargo le quedó grande y que carece de las «espaldas financieras» para un proyecto de esta envergadura, que contempla 15.800 m² y una Gran Sala con 1.853 butacas retráctiles, con un foso donde caben más de 120 músicos. De hecho duda que Ecisa logre terminarla.

El MOP, en cambio, asegura estar en etapa de terminaciones, «lo que involucra la instalación de todos los elementos de la escenotecnia del recinto (butacas, acústica, rigging, vestimenta teatral y sistemas de amplificación e iluminación, entre otros)», indicó.

«Se trata de un proyecto de alta complejidad técnica, prácticamente inédito en el país, que ha puesto a prueba las capacidades de los arquitectos a cargo de su diseño, de la empresa constructora Ecisa y de la inspección fiscal, lo cual ha incidido en que los trabajos progresen a un ritmo inferior a lo programado inicialmente», señala el Ministerio.

Sin embargo, también el MOP adjudica la mayor parte de la responsabilidad a la firma española.

«Más allá de esta dificultad técnica, gran parte de la responsabilidad de este atraso recae en deficiencias logísticas y financieras demostradas por Ecisa durante toda la extensión del contrato», asegura.

Ahora los trabajadores se preguntan por qué, si el contrato permite que en caso de infracciones y retrasos la obra sea readjudicada a otra empresa, el MOP no toma esta medida. El sindicato incluso hizo una presentación a la Contraloría denunciando la situación.

Una fuente del MOP, que pidió no ser identificada, señaló que el Ministerio quiere evitar el término anticipado porque implica más plazo (casi un año para que vuelvan a empezar las obras entre trámite de liquidación y la nueva licitación) y una alta probabilidad de que el costo final sea mucho mayor al original.

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