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Nuevo libro acusa a Pablo Neruda de abandonar a su suerte a hija enferma La revelación la realiza la holandesa Hagar Peeters en su primera novela «Malva»

Nuevo libro acusa a Pablo Neruda de abandonar a su suerte a hija enferma

En una publicación de El Mundo, de España, se da cuenta de la primera novela de la holandesa Hagar Peeters, que cuenta la historia de la primera esposa de Neruda, más conocida como Maruca, y de la corta vida de la hija de ambos, quien nació con hidrocefalia, y a quien -asegura- la autora, el vate abandonó física y emocionalmente. También desclasifica los crueles términos con los que el Nobel describía a su hija. (ACTUALIZADA)


Hace 75 años murió la única hija del vate y María Hagenaar Vogelzang a causas de múltiples complicaciones producto la hidrocefalia que la acompañó desde su nacimiento.  La historia de Malva y de su madre, es narrada en Malva, de la escritora neerlandesa Hagar Peeters. En la novela se cuenta de la actitud de desafección emocional del poeta con su hija, a quien -asegura- describió en crueles términos para terminar abandonándola a su suerte.

En una publicación del diario El Mundo, la autora cuenta que el 6 de diciembre de 1930, el poeta chileno contrajo matrimonio con Maruca, su primera esposa. El propio Neruda la describió como “una mujer alta y suave, extraña totalmente al mundo de las artes y las letras”.

Al contrario que su esposo, Maruca no era asidua a fiestas y la bohemia a la que estaba acostumbrado Neruda. Después de casarse la pareja viaja a Chile. Asentados en Santiago, en la novela se cuenta que Reyes Basoalto disfrutaba de la vida nocturna con sus amigos y se envuelve en romances esporádicos que colman la paciencia de la holandesa.

Maruca se da cuenta que está embarazada y pierde la paciencia. Está cansada de las salidas e infidelidades de su marido y le pide volver a España. Neruda accede y, con ayuda de sus amigos en el gobierno, es enviado a Madrid como agregado en el departamento cultural de la embajada de Chile. Tras unos meses es ascendido a cónsul general.

A tres meses del nacimiento de su única hija, el poeta organiza reuniones sociales en su hogar. Nada hace sospechar que la criatura en el vientre de Maruca viene con una enfermedad.

El nacimiento

Malva Marina nació con hidrocefalia, una enfermedad que causa la acumulación de líquidos en el cerebro. La apariencia física de un paciente que la padezca es de una cabeza muy grande. Pero el padre primerizo se mantuvo ciego al mal que aquejaba a su hija por un tiempo.

“Salí a la terraza corrida y estrecha, como un camino hacia su final. En él, Pablo, allá, se inclinaba sobre lo que parecía una cuna. Yo le veía lejos mientras oía su voz: ‘Malva Marina, ¿me oyes? ¡Ven, Vicente, ven! Mira qué maravilla. Mi niña. Lo más bonito del mundo’. Brotaban las palabras mientras yo me iba acercando. Él me llamaba con la mano y miraba con felicidad hacia el fondo de aquella cuna. Todo él ciega dulzura de su voz gruesa. Llegué. Él se irguió radiante, mientras me espiaba. ¡Mira, mira! Yo me acerqué del todo y entonces el hondón de los encajes ofreció lo que contenía. Una enorme cabeza, una implacable cabeza que hubiese devorado las facciones y fuese sólo eso: cabeza feroz, crecida sin piedad, sin interrupción, hasta perder su destino”, escribió el amigo de la familia Vicente Alexaindre.

La primera emoción de ser padre- cita El Mundo– se fue desvaneciendo a medida que la enfermedad de Malva Marina se fue haciendo más obvia. Neruda se empezó a alejar de su familia. Incluso se cree que en esa época podría haber comenzado un romance con su siguiente pareja estable, la argentina Delia del Carril, o La Hormiguita.

Abandono

Dos años después del nacimiento de Malva Marina, madre e hija son abandonadas a su suerte. Neruda ya se había distanciado de ellas y las deja para ir a vivir con La Hormiguita. María Antonieta no tiene dinero para mantenerse. Junto a su hija se traslada a Gouda, una ciudad holandesa.

La situación económica de Maruca es mala. Trabaja en lo que sea para ganar algo de dinero para mantener a su hija. Viven en pensiones y, desesperada, le escribe a su ex marido para pedirle dinero para Malva Marina. “Mi último centavo lo gastaré en enviar esta carta”, expresa agobiada.

El sufrimiento de la niña terminó el 2 de marzo de 1943 a los ocho años. Maruca le avisa a Neruda que su hija ha muerto a través del consulado. Le pide reunirse con él, pero el autor de Cien sonetos de amor ni siquiera le dio una respuesta.

Han pasado 75 años de la muerte de la única hija del prócer nacional, y la poetisa holandesa Hagar Peeters cuenta la historia de Malva Marina en su primera novela, titulada Malva.

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