Publicidad
Las razones por las que echaron al director del Museo Nacional de Bellas Artes CULTURA

Las razones por las que echaron al director del Museo Nacional de Bellas Artes

Una encuesta laboral negativa de 2015 en el museo, un dictamen en contra emitido por el Instituto de Seguridad Laboral (ISL) en el caso de una trabajadora e infructuosas reuniones de la Asociación Nacional de Trabajadores del Patrimonio (ANATRAP) con Roberto Farriol, son algunos de los factores de la historia que condujeron a su salida.


Una serie de problemas de gestión y ambiente laboral que se arrastraron por varios años en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), dirigido desde 2012 por Roberto Farriol, terminaron de explotar esta semana. Este martes el Ministerio de Cultura le pidió la renuncia, que se hará efectiva a fin de mes.

Una encuesta laboral negativa de 2015 en el museo, un dictamen en contra emitido por el Instituto de Seguridad Laboral (ISL) en el caso de una trabajadora e infructuosas reuniones de la Asociación Nacional de Trabajadores del Patrimonio (ANATRAP) con Farriol, son algunos de los factores de la historia que condujeron a su salida.

«Hay un problema de liderazgo», señala una fuente de ANATRAP. «Cuando tienes situaciones donde no evidencias con claridad cuáles son las funciones, las instrucciones, poder hacer reuniones de equipo, que haya cierto nivel de coordinación, donde la comunicación sea fluida, obviamente eso siempre va a afectar a los equipos de trabajo», agrega.

Roberto Farriol.

Llegó desde la UC

El artista visual y académico de la UC (Valdivia, 1956) había sido designado durante el primero gobierno de Piñera, en 2011, elegido por la entonces titular de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM), Magdalena Krebs, entre cuatro candidatos propuestos por el Sistema de Alta Dirección Pública (SADP).

Según informó este miércoles El Mercurio, la renuncia fue solicitada por el director del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, Javier Díaz. Entre las razones esgrimió «una falta de estímulo al trabajo en equipo y también falta de capacidad para manejar conflictos». Además, enfrenta una acusación de acoso laboral de la curadora Gloria Cortés.

Díaz además hizo alusión a una nula respuesta ante el requerimiento de crear un comité de expertos para evaluar la adquisición de nuevas obras, que «a la fecha aún no se ha llevado a cabo».

Anteriormente, Farriol se había desempeñado como director de la Escuela de Arte de la UC (2007-2010). Durante su mandato en el MNBA debió enfrentar, entre otros, los daños que sufrió la escultura «Ícaro y Dédalo» de Rebeca Matte, ubicada en el frontis del Museo de Bellas Artes, durante la carrera de la Fórmula E este año, así como el robo de una obra de José Pedro Godoy, en 2017.

Este medio se comunicó con varios trabajadores del Museo, pero todos declinaron hablar por el momento sobre la situación. Tampoco fue posible ubicar al propio Farriol.

Encuesta laboral negativa

Uno de los antecedentes claros son los resultados de la Encuesta ISTAS 21 que realizó el Instituto de Seguridad del Trabajo (IST) en 2015, y que mide condiciones socioambientales y laborales de los trabajadores.

«Esa encuesta en el caso del museo salió con números muy negativos y desde el momento que se conocen los resultados el director jamás realizó ninguna gestión para resolverlo. Tampoco hubo un plan de acción», señala una fuente de ANATRAP. La encuesta además arrojó problemas de liderazgo.

El caso Cortés

Otra antecedente es el dictamen del ISL de este año en el caso de Gloria Cortés. Allí se declara que sufre una «enfermedad laboral», que evidencia que la situación laboral afecta su bienestar. El informe, que podría dar origen a un sumario, menciona entre otros «disfuncionalidad en el liderazgo de la institución».

Cortés asumió en 2014, junto a Macarena Goldenberg, con el encargo de «chasconear» la colección del MNBA. Historiadoras del Arte de la Universidad Sek, ambas fueron elegidas por Farriol. Cortés, con inclinación por el «arte marginal», como el grafiti, llegó con una larga experiencia en el Centro Cultural de La Moneda, donde estuvo ocho años.

Aunque no era miembro del sindicato, Cortés participó en el paro de 25 días de la DIBAM en 2016, momento en el cual lamentó el «silencio» de los artistas y lo «tecnocrático» del entonces proyecto del Ministerio de Cultura.

Reunión infructuosa

La ANATRAP, en vista de la situación, sostuvo varias reuniones con Farriol y Díaz a principios este año.

«Manifestamos nuestra preocupación por lo que se estaba viviendo dentro del museo. En el caso de Farriol, a finales de abril, él comprometió  el levantamiento de un acta con los acuerdos, porque nosotros nos pusimos a disposición para apoyar la intervención, pero hasta el día de hoy nunca más respondió. Eso evidencia una falta de interés y de gestión frente al problema que se estaba viviendo», señalan.

Ahora habrá que esperar quién sucede a Farriol. El SADP será el organismo encargado de presentar a los nuevos postulantes y luego el Ministerio de Cultura tendrá la última palabra.

Publicidad

Tendencias