Los Óscar no entregarán ninguno de sus premios durante las pausas publicitarias de la gala después de que la Academia de Hollywood rectificara el viernes de la semana pasada, tras una enorme protesta en la comunidad del cine por esta polémica medida, informó el medio especializado Deadline.
La Academia debió retractarse de la información que las estatuillas de cuatro categorías se presentarían durante los anuncios. Se trataba de los nominados a fotografía, edición, cortometraje de ficción, y maquillaje de peluquería. El objetivo de esta medida era que la ceremonia no superara las tres horas de duración.
Cuando se supo de la decisión, fue muy discutida por grandes figuras del cine. Es por ello, que los poderosos de Hollywood enviaron una carta exigiendo que diera marcha atrás.
«Relegar estas artes esenciales del cine a un estatus menor, es un insulto. Menosprecia a aquellos de nosotros que hemos dedicado nuestras vidas y pasiones a nuestra profesión», decía ese escrito.
Entre los que prestaron su nombre a la carta aparecían Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro, Alejandro González Iñárritu, Christopher Nolan, Michael Mann, George Clooney, Brad Pitt, Robert De Niro, Elizabeth Banks, Peter Dinklage, Kerry Washington, Martin Scorsese, Quentin Tarantino, Damien Chazelle, Spike Lee, Cary Joji Fukunaga, Ang Lee, Roger Deakins, Emmanuel Lubezki y Reed Morano.
La presión tuvo efecto, ya que os organizadores aclararon que no se menospreciaban esas categorías. Para demostrar su apertura se reunieron con representantes de los directores de fotografía para escuchar sus argumentos.
Con la rectificación final de la Academia, los seguidores del cine verán en directo la premiación de estas categorías.
El anuncio y cancelación de la entrega de premios durante los anuncios se suma a una desafortunada temporada para la Academia. Ha tenido que enfrentar todo tipo de problemas para preparar los Óscar que se celebrarán el 24 de febrero.
Así, la institución desveló y, posteriormente, suprimió un nuevo Óscar a la mejor película popular, y además el presentador seleccionado para la gala, el cómico Kevin Hart, renunció a su puesto por unos antiguos tuits homófobos, lo que dejará a la 91 edición de los Óscar sin maestro de ceremonias.