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Socióloga Kathya Araujo: «las urgencias requerirían de algunos acuerdos políticos y sociales más transversales» que la Convención CULTURA

Socióloga Kathya Araujo: «las urgencias requerirían de algunos acuerdos políticos y sociales más transversales» que la Convención

«El avenir de la vida social, no está escrito en esa Constitución. Ese avenir será resultado de dinámicas políticas y de dinámicas sociales, siempre conflictivas, siempre plurales», afirma la académica de la Universidad de Santiago en relación a las tensiones que actualmente recorren a la sociedad chilena. La especialista abordará el tema en una conferencia este sábado en el marco del festival Puerto de Ideas, que comienza este lunes y termina el domingo.


El cuestionamiento transversal a diversas figuras de la autoridad fue uno de los fenómenos del estallido, un tema sobre el cual hablará la socióloga Kathya Araujo en el marco del festival Puerto de Ideas, que comienza este lunes y se extenderá hasta el domingo.

La académica peruana de la Universidad de Santiago ha tratado el tema en varios libros y le parece es que uno de los temas centrales para la sociedad chilena, «pero también más allá de ella».

«Existen fuertes empujes a la reconfiguración de los principios relacionales a partir de los cuales la sociedad chilena organizaba la relación entre las personas y entre estas y las instituciones. En esas estamos. Y en este contexto, la cuestión de la autoridad es un tema álgido. Pero en estos momentos de recomposición normalmente estamos enfrentados a la posibilidad de salidas que sean promisorias u otras que más bien resulten ominosas o amenazantes. Se nos juega mucho del futuro en este desenlace», advierte la directora del Centro Núcleo Milenio Autoridad y Asimetrías de Poder (NUMAAP).

La especialista abordará el tema en su conferencia «Tenemos que hablar de autoridad. Reflexiones para tiempos de transformación», a realizarse el sábado 13 de noviembre, a las 12:30 horas, en el Parque Cultural de Valparaíso (Calle Cárcel 471).

Proceso global

Para Araujo el proceso de cuestionamiento de la autoridad en Chile no sólo es un proceso local, sino global.

«Hay muchos factores y procesos que han concurrido para que esto acontezca. Por ejemplo, las nuevas tecnologías, que te hace pensar que no hay necesidad de mediaciones, o que, aporta a una relativización radical de la verdad. Así, es que es un proceso que excede al caso de Chile», explica.

Aún así, admite cada caso es particular. «Por eso hay que verlo en detalle, y no satisfacerse con explicaciones generalistas o globalistas. Es lo que intento con mi trabajo».

Autoridad antigua y nueva

Una duda actual entre muchos es si habrá una recuperación de la «antigua» autoridad -por ejemplo, de la figura del presidente de la República-, o simplemente habrá nuevas figuras que alcanzarán dicha categoría, como el pueblo mapuche y sus figuras.

«Los puestos de autoridad son resultado de la arquitectura de distribución de poder que decide cada país darse», señala la socióloga. «En ese sentido, la Convención Constitucional es una instancia que está mandatada para hacer una propuesta en este sentido».

Respecto a la figura del jefe del Ejecutivo, para Araujo habrá que esperar para saber si decidimos como sociedad modificar las atribuciones de poder del la figura presidencial, o si habrá otro órgano o figuras que lo reemplacen.

Sin embargo, en lo que concierne al tipo de ejercicio de autoridad que se considera aceptable o justificable para las figuras políticas, «me parece que eso sí está en disputa hoy».

«Para muchos, atribuciones y modalidades de ejercicio de autoridad tradicionales, que las personas suelen llamar autoritarias, no son más admisibles. Es un ideal. Sin embargo, y al mismo tiempo, existe una convicción que la forma más eficiente de ejercer la autoridad es precisamente la autoritaria. Estamos en esta encrucijada», alerta.

Autoridad y autoritarismo

Uno de los problemas actuales es que la gente tiende a confundir autoridad y autoritarismo. ¿Cómo explicar la diferencia, y recuperar la figura de autoridad?

«El autoritarismo es el nombre que se le ha dado la forma tradicional de ejercicio de la autoridad en el país, vista con los lentes de los nuevos valores relacionales que llegaron a la sociedad», responde.

Sin embargo, «el autoritarismo es solo una de las modalidades posibles en que se presenta el ejercicio de la autoridad».

«La autoridad, no es solo imposición, es un rendimiento básico y esencial para hacer posible la vida social. Creo que hacer la distinción entre ambas es central. La autoridad hace posible jerarquías que son indispensables para que funcione la vida social. Hay que tener una discusión sobre cómo salir del autoritarismo, pero no podemos confundir eso con desestimar toda autoridad», señala.

¿Una sociedad sometida?

Una de las cosas que distingue a Araujo en este debate es su visión de que hay que salir de la visión de «dominación» en la sociedad chilena.

«He dicho que hay que salir de una visión puramente de ‘dominación’ en las ciencias sociales», explica.

«Esta idea ha sido y es una herramienta muy frecuente en nuestros análisis. Por supuesto, con razón. Hay una dimensión en las sociedades que debemos tener presente que implica que estamos en disputas de poder en la que unos, a través de estrategias o procedimientos muy diferentes, pretenden imponerse sobre otros y dominarlos. Eso es así, también», señala.

Sin embargo, matiza, «la vida social no es solo eso».

«No puedes interpretar todo desde esa mirada porque muchos fenómenos se te pierden. Por ejemplo, se deja de ver que las asimetrías de poder, no están solo al servicio de la dominación. Ellas también son necesarias para llevar adelante tareas sociales, por ejemplo como criar o educar a nuestros hijos, o incluso gobernar. Hay que ser cauto, entonces», señala.

Convención y pueblo

En esa misma línea, hay discusiones sobre si la Convención es o no una manera de incluir al pueblo en el nuevo contrato social post Estallido, por primera vez en la historia de Chile.

Desde ya, Araujo ha dicho que la Convención no solucionará los problemas.

«Creo que la Convención supone un trabajo que es tratar de diseñar una arquitectura de la distribución del poder y de los acuerdos básicos acerca de dónde queremos llegar y cuáles son los medios que priorizaremos o que nos permitiremos o nos prohibiremos en este camino. Eso está en el campo del diseño o la arquitectura básica», afirma.

Sin embargo, «el avenir de la vida social, no está escrito en esa Constitución».

«Ese avenir será resultado de dinámicas políticas y de dinámicas sociales, siempre conflictivas, siempre plurales. Eso por un lado. Por otro, y más en el corto o mediano plazo: la verdad es que las urgencias requerirían de algunos acuerdos políticos y sociales más transversales para poder enfrentarlas, y eso no es una labor de la Convención. Esa es una labor de la clase política y de la propia sociedad», concluye.

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