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Inmunólgo Mario Rosemblatt obtiene premio internacional CULTURA|CIENCIA

Inmunólgo Mario Rosemblatt obtiene premio internacional

Recibió el premio Milstein, por parte de la Asociación Latinoamericana de Inmunología, entidad que convoca a 1600 científicos del campo en la región. Es autor de diversos estudios que hoy proporcionan conocimiento de base para el desarrollo de vacunas y terapias, entre ellos el más importante el de las células dendríticas a comienzos de este siglo.


La Asociación Latinoamericana y Caribeña de Inmunología (ALACI) reconoció la trayectoria del científico chileno Mario Rosemblatt, actual director ejecutivo de la Fundación Ciencia y Vida e investigador del Centro Basal ANID del mismo nombre, y quien durante los últimos 30 años ha formado varias generaciones de investigadores que hoy desempeñan cargos de alto impacto a nivel global.

Rosemblatt obtuvo el premio Milstein, que se entrega por primera vez por parte de esta entidad regional. Su postulación fue impulsada por la Asociación Chilena de Inmunología, en línea con sus contribuciones científicas al campo y por su rol de mentor para algunos de los principales inmunólogos del país.

Entre los numerosos alumnos que pasaron por su laboratorio se cuentan Rodrigo Mora, vicepresidente del área de Inmunología de Moderna, empresa estadounidense pionera en el uso de RNA mensajero (mRNA) para el desarrollo de vacunas, y Ana María Lennon, directora del laboratorio de Dinámica de Células Inmunes del Instituto Curie de París.

Enorme impacto

Así lo destacó la presidenta de la Asociación Chilena de Inmunología, Daniela Sauma, académica de la Universidad de Chile e Investigadora del Centro Basal ANID Ciencia y Vida, quien considera que Rosemblatt ha tenido un enorme impacto en dirigir a jóvenes científicos nacionales que actualmente se dedican a investigar en el área de la inmunología a nivel mundial.

“Como Asociación respondimos al llamado de ALACI para proponer el nombre del doctor Mario Rosemblatt tanto por sus méritos científicos en este campo, como por la importancia que ha tenido como formador de numerosas generaciones de inmunólogos chilenos. Gran parte de los socios de nuestra Asociación han sido en algún punto de sus carreras alumnos o interactuaron con el doctor Rosemblatt. Fue un nombre unánime dentro de nuestra organización”.

El reconocimiento se entrega por primera vez por parte de la agrupación científica regional, y busca destacar la trayectoria de investigadores influyentes en el campo. Su nombre conmemora a César Milstein, inmunólogo argentino ganador del Premio Nobel de Medicina en 1984 por sus investigaciones pioneras sobre los anticuerpos monoclonales.

Sauma agregó que “la línea de investigación del doctor Rosemblatt ha hecho grandes contribuciones para tratar de entender el papel de ciertas poblaciones inmunes, por ejemplo, los linfocitos T reguladores en el contexto de los trasplantes. Pero sin duda, su más determinante hallazgo, que ha generado un impacto increíble en la ciencia a nivel mundial ha sido el descubrimiento de los mecanismos por los cuales las células dendríticas, que son algo así como los centinelas o espías del sistema inmune, imprimen en los linfocitos T un patrón para que estas células migren a sitios específicos del organismo donde hay una infección”.

“Ese estudio, realizado en su laboratorio en Chile, con el doctor Rodrigo Mora, debe ser uno de los artículos chilenos más citados en el mundo y tiene un alto impacto en cómo comprendemos la inmunología hoy en día”, dijo Sauma.

El premio Milstein de la ALACI reconoce a inmunólogos líderes en sus respectivos países en este campo. En Chile, también fue reconocido el inmunólogo Arturo Ferreira, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.

Un honor

“Es un honor compartir este premio con mi colega y amigo el doctor Ferreira. Fue una sorpresa muy agradable porque había muchos investigadores postulantes, con importantes trayectorias, de manera que para mí fue un motivo de gran alegría. Uno de mis principales orgullos, como académico y docente, es saber que mis alumnos están ocupando posiciones de importancia a nivel mundial. Eso para mí es un gran premio, saber que los estudiantes que se formaron en mi laboratorio hayan llegado a la elite de la ciencia mundial”, afirmó Rosemblatt.

El actual investigador del Centro Basal Ciencia y Vida ha realizado diversas publicaciones de impacto global, que actualmente aportan conocimiento fundamental para el desarrollo de terapias y vacunas. Entre ellas se cuentan los descubrimientos relacionados con los mecanismos de regulación de las células dendríticas y los linfocitos T, moléculas fundamentales para el funcionamiento del sistema inmune.

Rosemblatt comentó que “en mi campo de investigación he transitado por todas las áreas. Y en mi trayectoria, quizás el más importante es haber descubierto el mecanismo por el cual los linfocitos T, que son esenciales para la respuesta inmune, migran al sitio de la infección. Creo que esto, que se publicó el año 2003, ha sido uno de mis grandes aportes. A esto podía sumar el aporte a una vacuna de una enfermedad que afecta a los salmones, para lo cual no había tratamiento, y luego fue licenciada por Pfizer y se está usando en la industria de la piscicultura hace más de 15 años”.

Ciencia de excelencia

Rodrigo Mora, exalumno de Rosemblatt, es actualmente el vicepresidente de Inmunología de la compañía biotecnológica Moderna. Durante su estadía en el laboratorio de Rosemblatt, el investigador, médico de la Universidad de la Frontera y doctorado en Ciencias de la Universidad de Chile, realizó su tesis sobre los mecanismos por los cuales las células dendríticas regulan la migración de los linfocitos T.

Su estudio, liderado por Rosemblatt, fue el primero en el mundo en describir procesos fundamentales para la respuesta del sistema inmune. Actualmente, lidera un área dentro de Moderna para evaluar el uso de la tecnología de micro RNA mensajero en aplicaciones como enfermedades raras, condiciones autoinmunes y cáncer, que se relacionan con más de veinte ensayos clínicos.

El actual ejecutivo de Moderna destacó que Rosemblatt fue determinante en su formación, ya que en su laboratorio de la Universidad de Chile adquirió herramientas que le permitieron “pararme a hacer experimentos al más alto nivel”, lo que le dio la oportunidad de realizar una pasantía en Harvard a comienzos de siglo.

“Es una persona muy abierta a escuchar ideas de estudiantes y discutir, inclusive si eran puntos de vista distinto. La rigurosidad científica, los consejos recibidos en el mesón de experimentos, son cosas que quedan. Además de una personalidad muy sencilla y agradable. Como formador de científicos del más alto nivel, destaco la capacidad de ver a los investigadores con potencial. En su laboratorio aprendí todo lo necesario para trabajar de manera ordenada y realizar experimentos de calidad”, señaló Mora.

Tesis doctoral

El científico chileno avecindado en Boston, Estados Unidos, recuerda que su tesis doctoral partió el año 1996, pero recién lograron materializar la publicación científica el año 2003, cuando pasó unos meses en Harvard y logró acceder a tecnología y recursos de punta para realizar los experimentos finales.

“Nuestros hallazgos han sido reproducidos y expandidos por otros laboratorios y es un conocimiento con aplicaciones en el desarrollo de vacunas, comprender cómo funciona la tolerancia a los alimentos e incluso enfermedades como el VIH”.

El mecanismo descrito tiene que ver con los elementos por los cuales las células del sistema inmune puedan llegar a diferentes tejidos del organismo. Para eso, se necesita de moléculas de adhesión que faciliten su llegada desde la sangre. Según describe Mora, estas moléculas operan como un código postal de las células inmunes, que le permiten, por ejemplo, acudir al intestino y no a la piel. Esta capacidad de migración es clave para las aplicaciones terapéuticas, como las vacunas.

“Los experimentos necesarios para terminar este estudio no eran difíciles en términos conceptuales, pero sí técnicamente. Nos tomó mucho tiempo para tener sistemas que nos permitieran probar nuestras hipótesis. Fue un trabajo donde teníamos todas las desventajas, pero con optimismo y el apoyo de Mario logramos culminar con una publicación de alto impacto. En Chile tenemos buenos científicos, pero faltan recursos. Debemos agradecer tener gente como Mario dedicada a formar a investigadores del más alto nivel para nuestro país”, culminó el científico de Moderna.

Revolucionó la inmunología

Desde su laboratorio en el Instituto Curie de París, Francia, donde lidera el departamento de Inmunología, Ana María Lennon señala que el trabajo realizado en el laboratorio de Rosemblatt y María Rosa Bono le permitió “descubrir el mundo de la inmunología”. “Por eso, es un gran orgullo identificarlos como mis mentores, las personas que abrieron mi mente a este campo de investigación tan apasionante”.

Para la investigadora, es muy importante que la ciencia chilena reconozca a referentes en distintos campos y que estos asuman un rol activo en la formación de las nuevas generaciones, aprovechando, además, sus redes internacionales de colaboración. Lennon expuso que todo esto juega un papel fundamental en la promoción de la ciencia y su avance a niveles de mayor envergadura.

“Es fundamental tener líderes en diversos campos científicos. Para mí, fue la oportunidad de conectarme con colaboradores de ellos, hacer mi postgrado en el Instituto Pasteur… la ciencia se hace a nivel internacional, por lo cual hay que valorar no solo los que forman localmente, sino los que llevan a sus estudiantes a ser parte de una red internacional de la ciencia. Por eso, contar con científicos del calibre de Mario, con gran visibilidad y pioneros en su campo, tiene un enorme valor para el país”, destacó esta científica chilena que lidera el área de inmunología de uno de los centros más importantes del mundo.

Tras migrar a Francia, Lennon siguió colaborando con Rosemblatt. Juntos fueron parte de un trabajo de tesis postdoctoral, financiado por una alianza entre Chile y Francia, sobre mecanismos de control de las células dendríticas, hasta entonces desconocido. La investigación describió que las células del sistema inmune son capaces de regular sus modos de desplazamiento, dependiendo de la tarea que necesitan realizar, y la manera en que se alimentan de material extracelular.

Mentoría científica

La Asociación Chilena de Inmunología destacó que el reconocimiento a Rosemblatt da cuenta de la reputación de nuestra ciencia a nivel regional y demuestra la importancia de destacar el trabajo en la formación e investigación. A su juicio, el país requiere de fortalecer su masa crítica de científicos de alto nivel, y esta es una manera de “empoderar” a aquellos que tienen un rol de liderazgo desde sus laboratorios.

“Necesitamos reconocer a la gente que hace una labor tan importante. Los científicos, en particular los que nos dedicamos a la inmunología, somos aún muy pocos, y este tipo de incentivos empodera a los investigadores a seguir desarrollando el campo. En el caso de Mario Rosemblatt, creemos que es un gran ejemplo de trabajo de excelencia, como formador y como persona. Además de todos su méritos científicos, también hay mérito en su contribución humana”, señaló la presidenta de la agrupación, Daniela Sauma.

La ALACI es la principal organización regional en el ámbito de la inmunología y forma parte de la Unión Internacional de Sociedades Inmunológicas, entidad que a su vez es integrante del Consejo Internacional para la Ciencia. Desde 1984, agrupa a mil seiscientos investigadores de América Latina y el Caribe, y entre sus propósitos tiene estimular la colaboración de grupos en distintos países, organizar actividades de divulgación y contribuir al avance del campo en la región.

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