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“Sala 13”, un homenaje al Teatro Nacional Chileno en sus 80 años CULTURA|OPINIÓN

“Sala 13”, un homenaje al Teatro Nacional Chileno en sus 80 años

José Miguel Ruiz
Por : José Miguel Ruiz Escritor, poeta y profesor de Castellano (UC). Ha publicado, entre otros libros, “El balde en el pozo” (poesía, 1994), “Cuentos de Paula y Carolina” (narrativa, 2011) y “Gramática de nuestra lengua” (2010). Mención Honrosa en los Juegos Literarios Gabriela Mistral de la I. Municipalidad de Santiago, 1975. Primer Premio en el Concurso de Poesía de la P. Universidad Católica de Chile, 1979. Premio Municipal de Arte, Mención Literatura, de la I. Municipalidad de San Antonio (1998).
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Un magistral texto de Tomás Henríquez, que va urdiendo la historia del Teatro Experimental de la Universidad de Chile, luego Teatro Nacional Chileno (desde 1975), ilustrando a la vez que entrelazando los episodios de una manera conmovedora a veces, humorística otras, también crítica, aludiendo a episodios de la historia política y social de Chile. Un bellísimo homenaje a los 80 años del Teatro Nacional Chileno, desde “la pasión por el teatro”, el talento del dramaturgo, del elenco y la dirección de Cristian Keim, director del Teatro Nacional Chileno.


En la Sala Antonio Varas del Teatro Nacional Chileno (TNCH) se presentó la obra “Sala 13”, del dramaturgo y actor Tomás Henríquez. La historia nos dice de un grupo de funcionarios que comienza a ordenar una antigua sala de teatro, encontrando allí mucho material relacionado con la historia teatral chilena. Como introducirse en un “cuento de hadas”, quizás. Pero esa es la base de ficción para representar desde los orígenes hasta tiempos relativamente recientes la creación y el devenir del Teatro Nacional Chileno, antes llamado Teatro Experimental de la Universidad de Chile, cuando un grupo de profesores de castellano se reunían y ensayaban obras teatrales en una pequeña sala ubicada en la Casa Central de esa universidad.

Esta obra es un homenaje a los 80 años (se estrenó el año pasado) de la creación del Teatro Experimental de la Universidad de Chile (1941).

De manera didáctica, muy bien urdidos se van presentando diversos momentos del teatro chileno y universal, con las obras que se fueron realizando desde entonces, asociados a los momentos históricos, políticos y sociales del país. En medio de la ficción ̶ en que seis funcionarios están en la Sala 13 (sumando siete al poco andar de la historia, pues se añade una nueva integrante, Olivia), de donde no podrán salir, pero luego ya serán actores de hechos históricos y obras teatrales y asumen su destino (quizás una metáfora de quienes fueron conquistados por el teatro y ya no abandonan el oficio actoral, cogidos por la “pasión por el teatro”) ̶ , vamos reconociendo pasajes de obras como “La Remolienda”; “Fuenteovejuna”; “Madre Coraje”; “Esperando a Godot”; “Los que van quedando en el camino” de Isidora Aguirre; “Hechos consumados” de Juan Radrigán; “Noche de Reyes” de Shakespeare, entre otras.

Es un recorrido por las obras que se han puesto en escena por el Teatro Nacional Chileno, acompañado de algunas imágenes donde podemos apreciar a actores, directores y dramaturgos chilenos, como: Alejandro Sieveking, Pedro de la Barra, Tennyson Ferrada, Pedro Orthous, destacando a Víctor Jara ya no solo como cantante, sino también como el director de teatro dirigiendo “La Remolienda” en 1965. Hay lugar en la obra para el humor, la denuncia social, los entretelones de lo que fue la adquisición para tener un teatro que cobijara el arte escénico del país. Conversaciones de Pedro de la Barra con el General Carlos Ibáñez del Campo para que esto fuera realidad, aun con las aprensiones del dictador Ibáñez, su total desconfianza de los actores, para él todos marxistas, rojos, anarquistas…

Es también “Sala 13” una reflexión sobre lo que es el teatro, sobre la vida profunda de los/as actores y actrices; la disciplina que exige; la pasión que despierta para ser uno y otros. Hay una escena en que la actriz (Paloma Toral) va pasando por diversos personajes femeninos conocidos, en un gran despliegue de versatilidad para poder encarnar a tantas: Laurencia, la Celestina, Antígona, Ifigenia, Anna Fierling de “Madre Coraje” y más; está presente también el conflicto entre si el actor nace (de los viejos actores) o se hace, se forma, si pasa por una estricta formación y disciplina, como postulaban los jóvenes fundadores del Teatro Experimental.

Muy buenas actuaciones, con un protagonista que es Daniel Alcaíno, y la notable evolución de la actriz que hace de Olivia (Zarina Núñez), la joven que llega por un trabajo como contadora o algo afín y se ve de pronto inmersa entre la gente de la “Sala 13”, transformándose finalmente en alguien más de los que habitan allí.

Un magistral texto de Tomás Henríquez, que va urdiendo la historia del Teatro Experimental de la Universidad de Chile, luego Teatro Nacional Chileno (desde 1975), ilustrando a la vez que entrelazando los episodios de una manera conmovedora a veces, humorística otras, también crítica, aludiendo a episodios de la historia política y social de Chile. Un bellísimo homenaje a los 80 años del Teatro Nacional Chileno, desde “la pasión por el teatro”, el talento del dramaturgo, del elenco y la dirección de Cristian Keim, director del Teatro Nacional Chileno.

“Sala 13” ha realizado giras por diversas regiones de Chile y pronto lo hará nuevamente. Indispensable para conocer la historia del teatro chileno y adentrarse en lo profundo de los actores y actrices.

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