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Música argentina Juana Molina, en Womad 2023: “Recolecto horas de fragmentos musicales luego elijo las más lindas y les doy forma de canción” CULTURA

Música argentina Juana Molina, en Womad 2023: “Recolecto horas de fragmentos musicales luego elijo las más lindas y les doy forma de canción”

Emilia Aparicio
Por : Emilia Aparicio Periodista El Mostrador
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Juana Molina suena desde Argentina a Japón, fue telonera de David Byrne, ha tocado en grandes festivales como Coachella, Roskilde y Lollapalooza y cautiva al público con sonidos experimentales. La destacada artista argentina presentará su show en la segunda jornada del Festival Womad que se realizará el próximo 31 de marzo y 1 y 2 de abril. En esta entrevista cuenta que no escucha música, sus procesos creativos y que gran parte de sus álbumes los ha grabado en su casa. Actualmente, está grabando su octavo disco y recordó la última vez que visitó Chile: “Tocamos bien fuerte y el público estaba en llamas, hice mosh. Nunca lo voy a olvidar”.


La cantante y guitarrista se hizo conocida en Argentina a principios de los años 90 por el programa de televisión humorístico “Juana y sus hermanas”, sin embargo, lo que más le gustaba era la música. En la actualidad, Juana Molina (1962) es una de las artistas transandinas más conocidas en el mundo, en Japón llena salas, fue telonera de David Byrne a principios de los 2000 y en Youtube tiene sesiones en Tiny Desk y Kexp, además ha tocado en Coachella, Roskilde y Lollapalooza.

Con más de 30 años de carrera artística, Juana Molina se alejo de la pantalla chica y logró cautivar al público y la crítica a través de sonidos experimentales que mezclan lo acústico con las novedades de la tecnología electrónica. El sábado 1 de abril se presentará en la segunda jornada del Festival Womad junto a otros artistas del mundo.

La artista conversó con El Mostrador sobre sus procesos creativos y su relación con la música.

“Trabajo a partir de ideas musicales, y dentro de esas ideas, sí, hay una tímbrica nueva, distinta a la de otros trabajos, y es haber incursionado con sintetizadores modulares. Es un viaje de ida”, comentó.

La guitarrista viene de una familia de artistas, su padre era el cantante de tango, Horacio Molina y su madre la actriz y modelo, Chunchuna Villafañe con quién partió al exilio durante la dictadura en Argentina cuando era niña. En Europa, vivió en España y Francia, no obstante, tras un quiebre amoroso decidió volver a su país natal donde ha desarrollado su carrera musical.

Como solista ya tiene siete discos publicados. Actualmente, está trabajando en un nuevo album y en otro proyecto “que aún no puedo anunciar, pero que estoy segura que va a entusiasmar a muchos fans”, relató.

En sus presentaciones destacan los sonidos excéntricos, es al estar con los instrumentos donde Juana Molina encuentra su inspiración.

“Cada vez que tengo que encarar un show, un ensayo, siempre me sale una idea. Y como en mi set tengo la loopera, tengo la posibilidad de poder grabar lo que estoy haciendo en las pruebas de sonido, en mi estudio, donde sea. Así es como, al cabo de un tiempo, recolecto horas y horas de fragmentos musicales. Luego elijo las que me resultan más lindas y les doy forma de canción”, explicó.

Procesos creativos

Este modus operandi la ha acompañado después de haber grabado su primer disco Rara en 1996.

“No hago demos desde 1996, luego de la experiencia de grabar Rara, que fue muy ajena a mi manera de hacer música. Desde entonces, construyo las canciones mientras la estoy grabando”, dijo.

Su manera de hacer música incluye trabajar en su casa, es más, desde Segundo (2000) a WED 21 (2013) grabó todos los discos en su estudio casero. La excepción fue Halo (2017).

“Mi último disco, Halo, fue distinto: tenía muchas canciones ya avanzadas en mi estudio casero, pero me insistieron en regrabarlas “bien”, así que fuimos a Sonic Ranch, en Texas, junto a Odín Schwartz (guitarra y teclados), Diego López de Arcaute (batería / percusión) y Eduardo Bergallo (ingeniería de grabación)”, mencionó.

“En el proceso se sumaron algunas ideas más, y luego le di forma de disco en mi casa: me encerré unos cuantos meses a editar, y otros tantos a hacer las letras y cantarlas. Como dije antes, ahora estoy grabando el disco nuevo, y el procedimiento fue muy distinto, ya que, a diferencia de Halo, prácticamente no tenía canciones hechas, sino ideas, los fragmentos musicales que te relaté antes, que voy acumulando en la loopera, en la computadora. En tres años acumulé muchísimas horas, elegí unas cuantas y fui junto a Diego, Matías (Sznaider, ingeniero de grabación) y Mario (Agustín González, productor ejecutivo) a los estudios Sonorámica, en la provincia de Córdoba, durante 21 días. Ahora me queda encerrarme a editar, a darle forma, a hacer las letras, cantar. Hay unas cosas muy lindas, estoy contenta”, agregó.

Molina además cuenta que casi no escucha música, en parte, como consecuencia de sus propios procesos creativos.

En general, no escucho casi nada de música. No tengo idea de lo que pasa, me entero a través del equipo con el que trabajo. Y actualmente, como estoy en proceso de grabación, me cuesta mucho oír otra música. Pero hasta hace poco, venía muy pegada con música psicodélica a la que, cuando era chica, no tuve acceso y me volvió loca. Syd Barrett, The Music Machine, 13th Floor Elevators, Dantalian’s Chariot, “Wonderwall Music” de George Harrison…”, expresó.

El show del próximo 1 de abril no será la primera vez que Juana Molina se presenta en Chile.

“Será bastante diferente al último que di allá, en 2019. Había ido en formato trío, un lugar chico donde tocamos bien fuerte y el público estaba en llamas. De hecho, hice mosh. Nunca lo voy a olvidar. Ahora voy en dúo con Diego López de Arcaute. Armamos una lista donde reversionamos temas de mis últimos discos”, sostuvo.

La artista iba a venir a la edición anterior de Womad, sin embargo, debido a las restricciones de las autoridades por las cifras de contagio de Covid-19 el festival tuvo que cambiar la fecha y Molina canceló su show.

“Lamenté mucho no haber podido presentarme el año pasado, estábamos muy ansiosos de ir, pero el cambio de fecha hizo que fuera imposible ir, tenía una gira grande por Estados Unidos que no podía aplazarse. Por eso ahora estoy feliz de ser parte de este abanico de artistas tanto de Chile así como de todo el mundo. Me gusta el enfoque y la pluralidad. También que sea libre, por supuesto. Me encanta Chile, siempre tuve la dicha de tener un público muy cálido, muy fan, y no veo la hora de tocar para ellos y también para aquellos que aún no pudieron verme”, concluyó.


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