Publicidad
Isabel Allende: “En Chile la gente está añorando a un Bukele. Tengan cuidado, eso fue Pinochet” CULTURA

Isabel Allende: “En Chile la gente está añorando a un Bukele. Tengan cuidado, eso fue Pinochet”

Agregó que “en Chile hay toda una campaña para aterrorizar a la gente. Es verdad que hay más inseguridad que antes, pero comparado con cualquier otro país, Chile no es particularmente inseguro. Es un país estable, que presenta muchas oportunidades. No había problema con los inmigrantes hasta que empezó la delincuencia y resulta que han pillado a varios venezolanos. Entonces les echan la culpa. En Chile ahora la gente está añorando a un Bukele. Yo digo: tengan cuidado. Eso fue Pinochet. Había seguridad en esos tiempos. Pero la inseguridad y el terror venían del Estado, no del criminal que anda por la calle”.


La escritora Isabel Allende (Lima, 1942) advirtió sobre los nuevos autoritarismos, en una entrevista con el diario El País.

La escritora acaba de publicar El viento conoce mi nombre (Plaza y Janés), un título que traza un arco desde la Austria de la “Noche de los cristales rotos”, en noviembre de 1938, pasa por la matanza de casi mil campesinos salvadoreños perpetrada en los años 80 por militares, hasta llegar a los Estados Unidos de Donald Trump, donde la desintegración de familias era política cotidiana en la frontera.

Allende se interesó por este tema después de que su organización filantrópica diera con el caso de una menor centroamericana que llegó a Estados Unidos, según el diario español.

“Es imposible ignorar los factores económicos, sociales y políticos que determinan la vida de los protagonistas. En este caso, sin ninguna duda, la política de separación de la familia fue lo que determinó el tema. Cuando me enteré de eso me pegó muy fuerte, porque a través de mi fundación vimos muchos casos. Uno era de una niñita ciega. Me pegó tremendamente. Ella venía con un hermanito de cuatro años. Los separaron de la madre, después separaron a los niños y se demoraron ocho meses en reunificarlos. Se presentaron frente a un juez, los deportó a todos a México y desaparecieron. Nunca más supimos de ella. Se me quedó en la cabeza, en el corazón. Empecé a pensar en cuántas oportunidades anteriores en la humanidad ha sucedido lo mismo. Por supuesto, me acordé del kindertransport [rescate de niños judíos desde la Europa nazi a Reino Unido tras la noche de los cristales rotos, poco antes de la Segunda Guerra Mundial] e hice un arco entre lo que pasó entonces y ahora, donde hay un factor racista”, comentó.

El caso El Salvador

La escritora luego pasó al caso de El Salvador, al mencionar que una amiga salvadoreña inspiró un personaje de su libro.

En el país centroamericano, “los años 80 fueron horrendos con la dictadura militar. Después vino la democracia, donde las maras y los narcos tomaron el país. Ahora tenemos a Bukele, un Gobierno autoritario que tiene como 60.000 personas presas. Y hay seguridad. Mi amiga acaba de regresar de El Salvador y me dijo que es la primera vez que puede tomar un taxi sin pensar que la van a raptar. Que se atreve a salir de noche en décadas. Dice que la gente está muy contenta. Yo tengo mucho miedo de que la gente cambie seguridad por democracia. Eso puede pasar en Chile en cualquier momento”, comentó.

Agregó que “en Chile hay toda una campaña para aterrorizar a la gente. Es verdad que hay más inseguridad que antes, pero comparado con cualquier otro país, Chile no es particularmente inseguro. Es un país estable, que presenta muchas oportunidades. No había problema con los inmigrantes hasta que empezó la delincuencia y resulta que han pillado a varios venezolanos. Entonces les echan la culpa. En Chile ahora la gente está añorando a un Bukele. Yo digo: tengan cuidado. Eso fue Pinochet. Había seguridad en esos tiempos. Pero la inseguridad y el terror venían del Estado, no del criminal que anda por la calle”.

También mencionó el racismo.

“Yo insisto y lo digo, en Chile somos muy racistas. Allá lo llamamos clasismo, pero la clase viene determinada por el color. También en países como Brasil. ¿Me vas a decir que allí la clase no está determinada por la raza? ¡Claro! En Colombia también. ¿Quiénes manejan el país? Los de descendencia europea”.

Allende además recordó su exilio en Venezuela.

“Yo creía que era alguien en Chile porque tenía un programa de televisión, porque hacía teatro, publicaba en la revista Paula con mucho éxito y la gente me conocía. Llegué a Venezuela y todo eso se borró. No sirvió de nada. Cuando vine a Estados Unidos fue diferente porque ya era escritora y tenía tres libros publicados. Ya no vine a limpiar letrinas. Además me vine porque me enamoré de un americano, no siguiendo el sueño americano”.


Para saber más de lo que está pasando en el mundo de la ciencia y la cultura, súmate a nuestra comunidad Cultívate, el Newsletter de El Mostrador sobre estos temas. Inscríbete gratis AQUÍ

Publicidad

Tendencias